La Orquesta de Cámara del Istmo, integrada por jóvenes músicos formados localmente, ha demostrado que es posible cultivar un proyecto musical con ambición,...
- 08/12/2010 01:00
PARÍS. Un manuscrito sobre el vuelo de los pájaros que dormía en una biblioteca de Nantes desde hacía 137 años se ha atribuido a Leonardo da Vinci, según las conclusiones de un experto publicadas ayer por el periódico Presse Océan.
Carlo Pedreti, especialista en el genio italiano, explicó al diario que ‘se trata de notas sobre el aire y el viento, en relación con un estudio sobre el vuelo de los pájaros’ y que las escribió en torno a 1504.
El texto forma parte de los fondos de la biblioteca Demy de Nantes desde finales del siglo XIX, pero sólo la semana pasada se vinculó a Leonardo da Vinci gracias a la pista aportada por un periodista de Presse Océan que acababa de hacer un viaje a Milán y leyó una biografía del genio del Renacimiento.
La directora de la biblioteca, Agns Marcetteau, se mostró escéptica en un principio, entre otras cosas porque trabaja allí desde hace más de 20 años y ningún investigador le había solicitado ese documento. Sin embargo, la búsqueda del manuscrito fue fructífera dentro de la colección Labouchre, compuesta de al menos 3 mil piezas que no han sido analizadas en su totalidad.
ENSUEÑO DE MULTIMEDIA
Recientemente, el pintor renacentista hizo noticia cuando una nueva instalación multimedia con nuevas maneras de ver e interpretar ‘La última cena’ fue inaugurada en Nueva York.
La muestra en el Park Avenue Armory de Manhattan reproduce la pintura del siglo XV con un espectáculo de 40 minutos de luz y sonido.
La pintura ‘clonada’ está situada dentro de una réplica tamaño natural del salón comedor de más de 370 metros cuadrados (4 mil pies cuadrados) en Santa Maria Delle Grazie. El convento en Milán, Italia, alberga la obra original.
‘La última cena de Leonardo: una visión de Peter Greenaway’ estará abierta desde el jueves hasta el 6 de enero. El trabajo del artista nacido en Gales llena la otrora sala de prácticas del cavernoso arsenal. La presidenta del arsenal, Rebecca Robertson, calificó la instalación como ‘un increíble ensueño de multimedia’.