'Estudiar sin hambre', un programa con retos hacia 2021

Actualizado
  • 27/10/2020 00:00
Creado
  • 27/10/2020 00:00
Aunque el próximo año las clases serán semipresenciales, el Ejecutivo busca estrategias para llegar a los estudiantes vulnerables del país, con el fortalecimiento de la agricultura familiar como estrategia

Este año, durante el periodo escolar que comenzó en marzo, el Gobierno Nacional implementó el programa 'Estudiar sin hambre' como un plan piloto en el centro educativo Llano Tugrí, ubicado en la cabecera de la comarca Ngäbe Buglé. Este proyecto, que incluye a los 300 corregimientos más vulnerables del país, tiene como objetivo proporcionar a los estudiantes una alimentación balanceada como complemento de los estudios. Sin embargo, esta iniciativa aprobada mediante la Ley 115 del 5 de diciembre de 2019 y que modifica la Ley 35 de 1995 del programa de Alimentación Escolar de Panamá, fue suspendida por la pandemia de la covid-19 que paralizó las escuelas del país.

Según el Meduca, más de 57 mil alumnos han quedado fuera del sistema escolar este año.

En ese sentido, ¿qué estrategias se están implementando para 2021 a fin de que este programa tenga el éxito esperado?

Zonia Gallardo de Smith, viceministra académica de educación, destacó recientemente en una conferencia regional dispuesta por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que Panamá, atendiendo las prioridades de la población afectada por la pobreza multidimensional y el impacto de la covid-19, ha instalado una mesa de trabajo interinstitucional permanente en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida) e instituciones públicas, universidades, bancos, empresa privada, organizaciones, gremios profesionales y egresados, con el objetivo de fortalecer la seguridad alimentaria en dos áreas fundamentales: los huertos escolares, comunitarios e integrales, y el inicio del proceso de modernización de la edu cación agropecuaria media y superior con la transformación de los bachilleres agropecuarios y los 33 institutos profesionales y técnicos agropecuarios.

“La estrategia incluye el fortalecimiento de la agricultura familiar, garantizando las condiciones seguras e ingresos para pequeños agricultores, promoviendo la producción y organización rural a través de mecanismos de comercialización a la producción local, para atender la demanda alimentaria en los escenarios rurales y áreas comarcales”, mencionó la titular durante la ponencia.

Smith también destacó que el Gobierno Nacional sancionó la ley que transforma, moderniza y reorganiza el Instituto Nacional de Agricultura (INA) y lo convierte en el Instituto Técnico Superior de Agrotecnología de las Américas, al servicio del desarrollo y formación agrotecnológica del recurso humano.

En este sentido, José Bernardo González, director de Desarrollo Rural del Mida, subrayó que el programa tiene dos componentes básicos: proporcionar una alimentación nutritiva y balanceada a los estudiantes, y apoyar a los agricultores con la compra de su producción para la preparación de los alimentos, en los comedores escolares.

En ese contexto destacó que dentro de los acuerdos están analizar las necesidades nutricionales en los territorios donde están las escuelas que se van a beneficiar con el programa y cómo se organizan para atender a los productores de estas comunidades para que tengan una oferta de alimentos de calidad –nutritiva– para que los estudiantes tengan comida durante el año escolar, el cual comenzará la primera semana de febrero, y de forma semipresencial.

Los programas de alimentación complementaria y “Estudiar sin hambre” son de interés nacional, con prioridad en las zonas rurales y comarcales; mientras que en las áreas urbanas serán focalizados, de acuerdo con los criterios que establezca la Dirección Nacional de Nutrición y Salud Escolar del Ministerio de Educación (Meduca), a fin de brindar una alimentación de calidad con productos 100% panameños.

Con una alimentación adecuada se mejora el rendimiento y desempeño académico de los estudiantes, razón por la cual en 1995 se creó el programa de Distribución del vaso de leche y la galleta nutricional o crema enriquecida, en los centros oficiales de educación preescolar y básica general.

Horacio Álvarez, especialista senior de educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), explicó que la entidad apoya el programa ‘Estudiar sin hambre’ a través de la financiación de proyectos relacionados con la realización de huertos escolares y otros en conjunto con el Mida.

Enfatizó que mucho de lo acumulado en el programa ‘Estudiar sin hambre’ en 2019, como compra locales, diversificación de las dietas, preparar las escuelas para cocinar, capacitación del personal,  aunque fue suspendido por la pandemia, la reestructuración del programa para 2021 sigue.

“Estamos apoyando al sistema de captación, tratamiento y distribución de agua de lluvia para las escuelas que no cuentan con este líquido. En cuanto a la distribución de los alimentos hubo una migración para el programa Panamá Solidario, donde se centralizó la compras de alimentos a nivel nacional y distribución para los alumnos en las casas”, reconoció Álvarez.

El experto añadió que de momento el principal foco son las comunidades indígenas, ya que más allá de entregarles alimentos comprados, es mucho mejor comprarles los productos que han cosechado en sus huertos. “La idea es enseñar a los integrantes de las comunidades indígenas y rurales los hábitos alimenticios para que los niños lleven una alimentación rica en nutrientes durante la etapa escolar, pero siempre con la asesoría de la unidad de nutrición del Meduca y las guías alimentarias del Minsa”, mencionó.

Según el informe 'Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2018', publicado por la FAO, Panamá es el cuarto país de América Latina con mayor desnutrición infantil, con unos 68 mil menores de 5 años que no comen lo suficiente, un 19,1% de la población infantil panameña.

“La prevalencia del retardo en el crecimiento afecta al 19% de los menores de 5 años en Panamá, mientras que en las comarcas representa el 62%, lo cual se replica en las poblaciones estudiantiles premedia y media, las cuales muchas veces llegan a los centros escolares sin haber ingerido alimento”, reconoce el organismos internacional.

A la larga esta situación genera factores de riesgo, entre los que se destaca la deserción escolar, situación que este año aumentó debido a la pandemia.

Según el Meduca, más de 57 mil estudiantes han quedado fuera del sistema escolar este año.

Menús saludables y culturalmente apropiados

'Estudiar sin hambre' fomenta una alimentación nutritiva, saludable, balanceada e inocua para todos los estudiantes. Para ello, un equipo de nutricionistas del Ministerio de Educación, el Ministerio de Salud y la FAO participó en la elaboración de los menús escolares, tomando en cuenta los requerimientos energéticos diarios para llevar una vida sana y activa, y las guías alimentarias basadas en alimentos de Panamá, detalla la FAO en su portal oficial.

Los menús escolares serán de carácter cíclico, tomando en cuenta la oferta alimentaria local y con pertinencia cultural. Durante este periodo inicial, se validará la aceptación de los menús entre los escolares participantes en el programa.

Las instituciones también colaboran en la capacitación para la manipulación y preparación de los alimentos a quienes se encargan de esta tarea en las escuelas, y a los docentes en materia de alimentación escolar, incluyendo herramientas pedagógicas nutricionales y ambientales.

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