La ubicación de los basureros de hormigas estrategia de adaptación

Actualizado
  • 07/06/2016 02:00
Creado
  • 07/06/2016 02:00
Investigadores encuentran una relación entre el entorno climático y la manera como ciertas colonias se deshacen de sus desechos

En días pasados salió publicado, en la revista científica Proceedings Royal Society B , un artículo con colaboración panameña que buscaba explicar las razones detrás de la ubicación del basurero de las hormigas cortadoras de hojas, comúnmente conocidas como arrieras.

Los investigadores explicaban que este tipo de hormiga, por la alta densidad de sus colonias –entre cientos de miles a ocho millones de individuos–, su naturaleza social, y su práctica de cultivo de hongos, presentan un alto riesgo sanitario.

DR. HERMÓGENES FERNÁNDEZ-MARÍN

‘Lo interesante del estudio es que descubrimos que, independientemente del género y el componente filogenético, si las hormigas botaban la basura afuera era porque el ambiente era seco y caliente y si la mantenían bajo tierra se trataba de un ambiente húmedo'

INVESTIGADOR DE INDICASAT AIP

En primera instancia, porque su interacción constante podría potenciar la transmisión de enfermedades, causando una epidemia. Asimismo, sus cultivos de hongos generan una gran cantidad de desechos patogénicos. Uno de estos, el patógeno Escovopsis, es altamente virulento y de llegar a regarse podría llevar al exterminio de la colonia.

HORMIGAS HIGIÉNICAS

Para contrarrestar esto, las arrieras han desarrollado estrategias sanitarias. Primero, las hormigas que se dedican al manejo de la basura nunca regresan a las cámaras de cultivo ni de cría. Mientras tanto, las que salen a forrajear se limpian por un tiempo prolongado antes de volver a entrar al nido.

‘También tienen unas bacterias que producen antibióticos que inhiben los patógenos que atacan a las hormigas y al hongo', agrega el Dr. Hermógenes Fernández-Marín, investigador del Indicasat AIP.

Lo que ellos deseaban entender, sin embargo, eran los factores —evolutivos o ambientales— que determinan el manejo de la basura en las colonias. Sabían que algunas hormigas depositaban sus desechos afuera del nido, en un ángulo de declive para evitar que la lluvia o el viento pudiesen arrastrarlos de vuelta. Otras hormigas preferían escarbar grandes cámaras subterráneas donde depositar la basura.

Para empezar, la hipótesis de los científicos era que la ubicación de los basureros estaba influenciada por las condiciones ambientales del entorno. En su propuesta, las hormigas en ambientes calientes y secos más frecuentemente desecharían la basura afuera del nido, mientras que aquellas en áreas húmedas —más propicias para la proliferación de patógenos—, las guardarían en compartimientos aislados bajo tierra.

INFLUENCIA AMBIENTAL

El primer paso de la investigación involucró la búsqueda de datos con respecto a 32 especies reportadas de arrieras, de los géneros Atta y Acromyrmex, entre Estados Unidos y Argentina.

En su análisis encontraron que las especies del género Atta principalmente depositan sus desechos en cámaras bajo tierra, mientras que las del género Acromyrmex los botan afuera del nido.

‘Lo interesante del estudio es que descubrimos que, independientemente del género y el componente filogenético, si botaban la basura afuera era porque el ambiente era seco y caliente y si la mantenían bajo tierra se trataba de un ambiente húmedo', destaca Fernández-Marín.

Para complementar, el científico panameño colaboró con un experimento en el que expuso la basura de una de las especies a altas temperaturas, y demostró que esto afectaba negativamente la supervivencia del patógeno, Escovopsis, en principal enemigo de las arrieras.

‘Encontramos que los patógenos no solían sobrevivir a temperaturas mayores de los 50 grados centígrados, que son las temperaturas en los ambientes xéricos, en que las hormigas usualmente botan la basura afuera', subraya el investigador nacional.

ESTRATEGIA ADAPTATIVA

Dado que la mayoría de los géneros primitivos de las hormigas que cultivan hongo botan la basura afuera, mientras que los dos géneros estudiados tienen la capacidad para almacenar la basura adentro, los científicos infieren que se trata de una característica derivada, algo que les permitió colonizar ambientes húmedos.

Aun así, menciona Fernández-Marín, esta estrategia adaptativa es costosa, no solo por el hecho de remover el suelo de abajo, sino la parte estructural y de diseño. El proceso puede contribuir a acortar la vida de las hormigas.

Y aunque han logrado demostrar comparativamente cómo los ambientes influyen en el manejo de la basura de distintas especies de hormiga, aún no se entiende a cabalidad el manejo de patógenos y de la misma basura en las cámaras internas, lo que da para investigaciones posteriores.

‘El estudiar sociedades complejas como las hormigas arrieras puede permitirnos entender cómo estas sociedades han enfrentado problemáticas, como el manejo de la basura', concluye Fernández-Marín. ‘Y cómo sus soluciones podrían ser aplicadas a las mismas problemáticas en las sociedades humanas'.

Los otros investigadores participantes fueron Alejandro G. Farji-Brener y Luciana Elizalde de Laboratorio Ecotono en Argentina y Sabrina Amador-Vargas del Smithsonian Tropical Research Institute en Panamá.

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