El índice de Confianza del Consumidor Panameño (ICCP) se situó en 70 puntos en junio pasado, con una caída de 22 unidades respecto a enero de este año,...
- 16/12/2012 01:00
PALABRA. ‘ El jazz es mucho más que música. Es un ritmo de libertad, de libertad de improvisación, porque el jazz se reinventa allá donde lo tocan. El jazz es la banda sonora de la lucha por la dignidad humana y los derechos civiles. Trata de valores, derechos humanos y combate contra la discriminación. Ante todo, el jazz ilustra el poder de la música contra la violencia, la injusticia y el aislamiento. Enseña la tolerancia a nuestras sociedades multiculturales’, apuntó la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, durante la ceremonia en la que el pianista panameño Danilo Pérez fue nombrado ‘Artista por la paz’. El evento se llevó a cabo recientemente en la ciudad de París.
De esta forma, la UNESCO reconoce la labor que viene realizando Pérez con músicos incipientes que proceden de comunidades en riesgo social. Jóvenes como Joshue Ashby, Jahaziel Arrocha y Aquiles Navarro, quienes han empleado la música ‘como un medio para que la gente entienda mejor y se escuchen los unos a los otros, creando así nuevos puentes de diálogo y respeto y reforzando los vínculos que nos unen a todos’.
Es un visión que el ‘Cholo’ Pérez, quien ha sido galardonado con el Premio Grammy en tres ocasiones, se ha encargado de promover a través de las nueve ediciones del ‘Panama Jazz Festival (PJF)’, que se viene realizando desde el 2003.
Previamente a la celebración del décimo aniversario del PJF -que se llevará a cabo del 14 al 19 de enero próximo- el artista compartió con Facetas vía correo electrónico su concepción de la música como herramienta para ayudar a prevenir la violencia y superar la marginalidad.
¿CUÁLES SON TUS NUEVAS RESPONSABILIDADES COMO ‘ARTISTA DE LA PAZ’?
Mi nueva responsabilidad como ‘Artista por la paz’ es difundir la misión de paz de UNESCO con la música, que es mi herramienta de trabajo. Es algo en lo que vengo trabajando hace 25 años: en el desarrollo de un mundo mejor a través de mi carrera musical. Solo debo seguir haciéndolo con un compromiso todavía mayor.
¿CONSIDERA QUE ACTUALMENTE EL CASCO VIEJO Y PANAMÁ LA VIEJA CORREN PELIGRO DE SER ELIMINADOS DE LA LISTA DE PATRIMONIO MUNDIAL DE LA UNESCO?
Para mí lo importante es que debemos cuidar de nuestro patrimonio, ya que éste nos identifica y nos distingue de otros países. Es la marca registrada de nuestra piel.
¿PASAS MÁS TIEMPO EN EL EXTRANJERO QUE EN PANAMÁ?
En este momento de mi vida viajo alrededor de 10 meses al año. Espero poder dejar de viajar tanto para estar pronto en Panamá.
¿CÓMO TE VES EN ESTE MOMENTO DE TU VIDA, COMO UN PROMOTOR DE LA MÚSICA PANAMEÑA O COMO UN PIANISTA?
Creo que el artista debe concentrarse en lo que siente y tomar el camino que desee. Lo que yo ofrezco es un camino alternativo a muchos otros que existen. Considero que las personas vibran constantemente y se atraen (o no). Eso marca un camino que cada persona elige seguir o no. En este momento represento a UNESCO, por lo que tengo una responsabilidad mayor de trabajar para promocionar la paz a través de la música. Mi vida familiar, mi vida de artista y mi vida de profesor es una... Todo el trabajo que se hace tiene solo un fin. No son entes separados sino interconectados constantemente por el milagro de la música.
AVELINO MÚÑOZ, RUBÉN BLADES, VICTOR ‘VITÍN’ PAZ, CARLOS GARNETT... ¿ESTÁN LOS MÚSICOS PANAMEÑOS CONDENADOS A SIEMPRE SER MÁS RECONOCIDOS EN EL EXTERIOR?
Hoy en día no. Y creo que ya hay indicios y evidencia de ese cambio...
A 10 AÑOS DEL ‘PANAMA JAZZ’, ¿QUÉ TAN METIDO SIGUES EN AL ORGANIZACIÓN DEL FESTIVAL Y QUÉ TANTO HAS DELEGADO A LOS VOLUNTARIOS?
El festival ya tiene un ‘team’ de trabajadores muy eficiente, que siempre cuenta con nuevos voluntarios. El trabajo de producción lo hace la compañía Panama Jazz Productions, liderizado por mi esposa Patricia Zárate y coordinado por Yariela Gonzalez, Jose Duboulay, Jaime Fields, Vincent Rousseau y varios coordinadores más que a su vez tienen asistentes y voluntarios a su cargo... Creo que 10 años después de que empezamos hoy en día hay más seguidores de la música jazz a nivel local.
CERCA DE DOS MILLONES DE DÓLARES EN BECAS OTORGADAS A JÓVENES PROMESAS COMO AQUILES NAVARRO Y JAHAZIEL ARROCHA... ¿EL PRÓXIMO DANILO PÉREZ SALDRÁ DE ESTE GRUPO DE BECARIOS?
Cada uno de los estudiantes tiene su propia identidad. Son individuos respetables y trabajadores. Espero que todos ellos, así como los que vienen después, sean mucho mejor que yo. Que continúen con el trabajo social. Que no solo se cree una generación de músicos relevantes, sino que tenga lugar un cambio de actitud sostenible en el tiempo, hasta que todos los panameños tengan exactamente las mismas oportunidades.
¿CÓMO HA LOGRADO QUE LOS JÓVENES IDENTIFIQUEN EL JAZZ CON VALORES POSITIVOS, Y NO CON LOS VICIOS EN LOS QUE CAEN ALGUNOS MÚSICOS?
En la actualidad, el jazz no guarda relación alguna con las drogas. Eso era un mito promovido por las películas de los años cincuentas, por la cultura del ‘beat’. La mayoría de mis amigos jazzistas no solo no consumen drogas, sino que son fanáticos naturistas y vegetarianos. Ninguno fuma cigarrillos y la mayoría son muy dedicados a sus familias.
EN LOS GRANDES ESCENARIOS
Cuando no está promoviendo la paz a través de su arte, cuando no está enfrascado en sus obligaciones como director artístico del Instituto Global de Jazz o en el estudio grabando un nuevo álbum (el próximo saldrá el otro año en el sello Mack Avenue Records), Pérez comparte escenario con algunas de las máximas figuras del jazz. Recientemente se presentó en uno de lo escenarios más prestigiosos de la música internacional: el Carnegie Hall, en Nueva York. Representó al Istmo en lo que una reseña del New York Times calificó como ‘una cumbre de pianistas latinos’, que reunió a Pérez, a los cubanos ‘Chucho’ Valdés y Gonzalo Rubalcaba y al brasileño Egberto Gismonti.
De acuerdo con el rotativo estadounidense el recital formó parte de una serie denominada ‘Voces de América Latina’. Le correspondió a Pérez dar inicio a la presentación musical, que consistió en una serie de notas ‘altas y traslúcidas y después más bajas y agresivas, que fue removiendo para reflexionar acerca de una melodía, dejando posteriormente que emergiera un patrón bailable’. Una vez más el ‘Cholo’ dejaba en alto el nombre de Panamá en los escenarios más cotizados del jazz.