Descifrando al maestro del aguafuerte y la aguatinta

Varios expertos coinciden en que hablar de la técnica del grabado es muy delicado. Sobre todo, según José Hierro, porque ‘el grabado se enamoró de la belleza y rareza de sus nuevos procedimientos', lo cual devendría en un descuido en la invención como tal.

Pero, ¿por qué entonces es importante Julio Zachrisson? Para Mirie de la Guardia, una de las aristas a tomar en cuenta es el contexto. Zachrisson rompe con el arte académico predominante en Panamá y el resto de Latinoamérica, cuando su carrera alzaba vuelo.

Para Luis González Robles lo que más importa de este artista es, también, su personal manera de expresar y la amplia problemática sugerida en función de una doliente humanidad de fondo. La figura humana, al igual que el humor, son elementos relevantes en su obra.

Lo es también el erotismo, que de acuerdo con Juan Malpartida se traduce como una búsqueda de una conexión universal. Para el crítico ciertas obras del maestro afincado desde 1961 en España parecen decirle que el universo está hecho de conjunciones y disyunciones. ‘Julio Zachrisson o el misterio irresoluble del erotismo, el misterio de ser', dijo.

Las formas varían, algunas hasta se disparan como remembranzas de petroglifos. Hay cierto desprecio por la imagen clásica -con ironía, mordacidad-, pero elementos netamente figurativos.

Es indiscutible la inspiración que Goya representa en el creador. Pero, más allá de las técnicas que domina, resaltan su ritmo, el componente caribeño; pero empapado por cierta nostalgia, de cuestionamiento absoluto.