Viaje al corazón ‘Maya’

Actualizado
  • 21/12/2014 01:00
Creado
  • 21/12/2014 01:00
Ubicada en lo más profundo de las selvas guatemaltecas, la ciudad de Tikal ha preservado su misterio a lo largo de los años

La ciudad de Tikal -habitada hace miles de años atrás- se encuentra hoy en ruinas y oculta en su mayoría por la selva tropical del Petén (departamento de Guatemala). Las ruinas reciben un casi constante flujo de turistas que busca tomarse fotos con las exóticas estructuras construidas por la civilización maya.

Tikal es la muestra de un alto grado de desarrollo, cuyas pirámides, quizás las estructuras más reconocidas y simbólicas de lo que queda, son las más atractivas. No obstante, no solo se trata de abrirse paso por la selva para sacar a la luz unas ruinas con las que turistas de todo el globo quisieran tomarse fotos. También es necesario conservarlas, puesto que son patrimonio de la humanidad.

REINO SELVÁTICO

El nombre fue dado tras su descubrimiento en 1840. Según la escritura maya que ha quedado el nombre original de la ciudad era ‘Yax Mutul’ o ‘Yax Mutal’, y fue la capital del reino ‘Mutul’. Un reino que estuvo en conflicto con el reino rival de ‘Kaal’ cuya capital era ‘Calakmul’. Las primeras muestras de personas viviendo en la región de Tikal se remotan al año mil a.de C. El apogeo de la ciudad se estima que aconteció entre el 200 d.C. Y 900 d.C.

A pesar de haber sido redescubierta en el siglo XIX, el trabajo investigativo y de restauración en la ciudad de Tikal propiamente inicia en 1956, a cargo de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos). A partir de 1969 el proyecto continuó en manos del Proyecto Nacional Tikal, la Universidad de San Carlos de Guatemala y el IDAEH (Instituto de Antropología e Historia), aunque otras organizaciones y países han contribuido en este proyecto, como es el caso de España. En 1979 fue convertida en patrimonio de la humanidad por la Unesco.

En la actualidad los trabajos de restauración continuan. Sin embargo pareciera que la inversión en estos no es suficiente, ya que hay pirámides a las que antes era posible el acceso y hoy ya no, como es el Templo I o ‘Gran Jaguar’.

El proyecto de restauración de este templo aconteció entre los años 1992 y 1996, pero en el camino hubo descuidos que más tarde serían planteados por el Ministerio de Cultura de Guatemala.

La carretera con la que se accede a Tikal, un trayecto transitado por muchos turistas diariamente, debería estar en mejores condiciones. Quizás porque las carreteras no se construyeron pensando en el desarrollo turístico sino en el movimiento de este a oeste de los tractores de las compañías comerciantes, que van de los puertos a las ciudades depositanto mercancías o llevando las que han de ser exportadas a los puertos. Estas máquinas muy bien pueden andar por carreteras llenas de agujeros. Aunque hay secciones en buen estado y la mayoría no.

Según el trabajo ya mencionado, llevado a cabo por el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, entre el 2003 y el 2008, uno de los problemas con los que se tiene que lidiar en Tikal es con el saqueo, por lo que tienen en alta prioridad el fortalecimiento del sistema de vigilancia y control de la zona. Además de impulsar campañas de sensibilización al respecto de este problema. La razón detrás de esto se debe a que personal que ha laborado en los trabajos arqueológicos ha saqueado estos bienes culturales. Además, señala el documento, ‘la vigilancia también debe poner el ojo sobre los turistas’.

TURISMO Y ECOLOGÍA

Como ejemplo, entre las reglas que se señalan al entrar a Tikal se encuentran el no alimentar a los animales salvajes con comida procesada, galletas por ejemplo. Sin embargo esta normativa es abiertamente ignorada por algunos turistas que brindan alimentos de este tipo a los ocasionales animales con los que se suele topar y no hay autoridades cercanas que controlen este problema.

Además las autoridades guatemaltecas han colocando controles en la carretera para evitar el ingreso de frutas que no hayan pasado por ningún tipo de inspección. Los frutos importadas generalmente pasan ya que su entrada al país y salida del exportador esta muy regulada. Sin embargo quienes venden frutas camino a Tikal no cuentan con estas seguridades. La preocupación que existe está en que un turista puede arrojarlas en el camino a Tikal, sin ser conscientes de que puede afectar el ecosistema de la zona.

Otra prioridad que señala el documento del ministerio es la de fomentar alternativas económicas en las zonas aledañas a Tikal. No obstante, esta acción podría implicar la deforestación. Recomienda al Ministerio que ‘toda infraestructura dentro de la zona protegida está prohibida, a no ser que sean necesarias, como un pequeño hospital’. Pero esto no impide, como señala el documento hacerlo en las zonas aledañas.

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