¡Mi hijo es gay! ¿Ahora qué hago?

PSICÓLOGA

Si su hija o hijo le comunica que es gay o lesbiana le será de mucha ayuda observar las siguientes sugerencias: Recuerde que son los mismos de siempre. Solo que le están mostrando una nueva parte de ellos mismos, pero la única cosa que ha cambiado es el conocimiento que tiene de ellos. Si se siente confundido, le ayudará saber que la sexualidad no se debe a la crianza de los padres.

Después de todo, ellos merecen su amor, respeto y apoyo. Los gays y lesbianas que son muy jóvenes son los que generalmente tienen dificultad a la hora de enfrentar su sexualidad. Su hijo o hija tuvo que haber sostenido una lucha interna desde tiempo atrás. Escúchelos. Apóyelos. Siéntase orgulloso de ellos.

¿Por qué mi hijo tiene que decírmelo? Su hijo quiere ser honesto. Es una carga muy dura fingir lo que uno no es, una carga llena de vergüenza y culpabilidad. Tiene que entender que él o ella se sienten muy aliviados ahora que le han revelado su verdad.

¿Es mi culpa? No se sienta culpable, usted no ha hecho nada malo. Lo más probable es que usted sea un padre maravilloso y su hijo o hija también lo será como usted.

¿Quién le enseño a serlo? Nadie. Su hijo o hija desde temprana edad sabía que era gay. No realizo ninguna consciente decisión voluntaria para llegar a serlo. Así que nadie podría haberlo orientado a eso.

¿Debo comunicarlo a nuestros familiares? ¿A los vecinos? Esa decisión le pertenece a su hijo. Él o ella han realizado una enorme inversión en algunas relaciones que podrían destruirse a causa de esa verdad, y por su propio bienestar psicológico le corresponde a él o a ella controlar lo que se vaya a comunicar.

Pero la Biblia dice que es un terrible pecado. Dios nos ama a todos sin importar si uno es gay o lesbiana. La Biblia no considera un pecado el hecho de ser gay o lesbiana. Lo que si considera pecado es llevar a cabo la acción de la homosexualidad.

¿Se puede curar mi hijo de la sexualidad? No considero que la homosexualidad sea una enfermedad. De ahí los fallidos intentos por ‘curarla’ cuando realmente lo que realizan las terapias es ‘reprimirla’; tarde o temprano vuelve a surgir, solo observen como ejemplo los problemas que la Iglesia Católica está enfrentando con la pedofilia entre algunos sacerdotes.

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