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Migración y refugiados, desafíos de los conflictos entre países
- 06/03/2022 00:00
- 06/03/2022 00:00
La plataforma digital, Refugiados y Migrantes, de las Naciones Unidas, define a los refugiados como “personas que se encuentran fuera de su país de origen por temor a la persecución, al conflicto, la violencia generalizada, u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público y, en consecuencia, requieren protección internacional”; y a los migrantes como “alguien que ha residido en un país extranjero durante más de un año independientemente de las causas de su traslado, voluntario o involuntario, o de los medios utilizados, legales u otros”.
Según la plataforma digital migrationdataportal.org, el número de personas que se han visto forzadas a desplazarse tanto dentro de sus países como a través de las fronteras a causa de la persecución, los conflictos o la violencia generalizada, violaciones de los derechos humanos o sucesos que alteran gravemente el orden público casi se ha duplicado en los últimos diez años.
Los desplazados forzosos, de ser 41 millones, en el año 2010, han crecido a 78,5 millones a finales de 2020, cifra nunca registrada.
En el caso de los refugiados, estos representan el 39% de los 78,5 millones de personas que se vieron forzadas a desplazarse como consecuencia de la persecución, los conflictos, la violencia generalizada, las violaciones de los derechos humanos o sucesos que alteran gravemente el orden público.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su publicación América Latina y el Caribe: migración internacional, derechos humanos y desarrollo, editado por Jorge Martínez Pizarro, señala la globalización como la causa y la consecuencia de las migraciones, y la define desde el escenario económico, como el conjunto de cambios cuantitativos que se han traducido en el aumento del comercio exterior y los movimientos de capital, la internacionalización de los procesos de producción y la integración económica.
No obstante, la migración puede ser forzosa, entendiéndose con esto, desplazamientos generados por un conflicto causado por el ser humano o por desastres naturales. En el caso de la migración forzosa, esta puede darse por un movimiento migratorio impulsado por el uso de la fuerza, la compulsión o la coerción.
La Cepal indica que la migración también puede definirse como el cambio de residencia que implica el traspaso de algún límite geográfico o administrativo debidamente definido. Es decir, si el límite que se cruza es de carácter internacional como la frontera entre países, la migración pasa a denominarse “migración internacional” y, si el límite que se atraviesa corresponde a algún tipo de demarcación debidamente reconocida dentro de un país, como entre divisiones administrativas, entre área urbana y rural u otros, la migración pasa denominarse “migración interna”.
La migración trae consigo un sinnúmero de desafíos para quienes migran y para quienes reciben a los migrantes, por lo que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el Pacto Mundial sobre los Refugiados. Este pacto es un marco para una distribución previsible y equitativa de la carga y la responsabilidad, reconociendo que una solución sostenible a las situaciones de refugiados no se puede lograr sin la cooperación internacional y proporciona un plan para que los gobiernos, las organizaciones internacionales y otras partes interesadas aseguren que las comunidades locales obtengan el apoyo que necesitan y que las personas refugiadas puedan llevar vidas productivas.
Los objetivos que busca son aliviar las presiones sobre los países que acogen a refugiados, desarrollar la autosuficiencia de los refugiados, ampliar el acceso al reasentamiento en terceros países y otras vías complementarias. y fomentar condiciones que permitan a los refugiados regresar voluntariamente a sus países de origen con condiciones de seguridad y dignidad.
Esta es la misión de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que fue establecida el 14 de diciembre de 1950 por la Asamblea General de las Naciones Unidas como la agencia que tiene el mandato de dirigir y coordinar la acción internacional para la protección de los refugiados a nivel mundial.
En la plataforma digital, cnnespanol.cnn.com, está registrado que, hasta noviembre de 2021, había 4,99 millones de venezolanos refugiados y migrantes en América Latina y el Caribe y 6,04 millones el todo el mundo, según cifras de la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), liderada en conjunto por Acnur y la Organización Internacional para los Migrantes (OIM), parte del sistema de Naciones Unidas, es decir, el flujo de migrantes y refugiados ha aumentado durante los últimos cinco años.
Según la plataforma digital swissinfo.ch, la Acnur alertó sobre el número de personas (660,000 personas) que han abandonado Ucrania hacia los países vecinos en los cinco primeros días de guerra.
La Acnur indica que los “refugiados están sufriendo largas horas de espera para entrar en algunos países –de hasta 60 horas. según señaló en rueda de prensa la portavoz del Acnur, Shabia Mantoo– y su éxodo también se complica por las bajas temperaturas y los problemas de transporte que les obligan a caminar largas distancias”.
“Países como Polonia, Rumanía, Hungría, Eslovaquia y Moldavia, todos ellos vecinos de Ucrania, son por ahora los principales destinos de este flujo de refugiados”.
La OIM dio en un comunicado la bienvenida a la decisión de distintos gobiernos de apoyar a la diáspora ucraniana mediante extensiones de visas y, debido a ello, se han otorgado, para garantizar a los refugiados ucranianos el estatuto de protección temporal, que les permitirá vivir y trabajar hasta tres años en alguno de los 27 Estados miembros de la Unión Europea.
“La OIM está intentando también asistir a los 470,000 extranjeros que se calcula viven en Ucrania, muchos de ellos actualmente atrapados en el país debido al conflicto, incluidos estudiantes y trabajadores migrantes; y países de África, Oriente Medio y Asia han solicitado ayuda a la OIM para atender a estos migrantes, así como los cerca de 6.000 que se calcula han logrado llegar a las vecinas Moldavia y Eslovaquia”.
La Acnur señala en su plataforma digital que para alcanzar el desarrollo sostenible en cuanto a migraciones, requiere que los países se comprometan a destacar el impacto de las crisis humanitarias y el desplazamiento forzado de personas en el progreso del desarrollo.
Además, es imperante que se dé el empoderamiento de los grupos vulnerables, incluidos los migrantes, al igual que su acceso a todas estas categorías para las personas, incluidos los migrantes, a oportunidades de aprendizaje de por vida.
El desafío de la migración y el trato a los refugiados es reconocer su contribución positiva para el crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible de los países y lugares a los que se integran, puesto que para eliminar todas las formas de discriminación y violencia contra todas las mujeres y niñas en las esferas públicas y privadas, incluida la trata y la explotación sexual y de otro tipo asociado a ellos, se requiere el compromiso de promover la facilitación de la migración ordenada, segura, regular y responsable y la movilidad de las personas, incluso mediante la implementación de políticas migratorias planificadas.
La situación mundial de los conflictos humanos y desastres naturales desafía a los países a comprometerse con los objetivos de la Acnur.
La autora es investigadora científica en recursos hídricos e ingeniera civil. También es doctora en ingeniería agrícola con mención en recursos hídricos en la agricultura (Chile).