Moda, moda, moda. Del 2011 al 2012

Q ué me puse el 24? ¿Lo que llevaba en la fiesta del 31 se volvió calabaza anticuada al sonar las 00.01 a medianoche, primer minuto del 2012? El gran negocio de la moda vive de dos principios fundamentales: presentar cortes opuestos entre sí en colecciones seguidas (corte bajo, corte alto, sin bolsillos, con bolsillos, con hombreras, sin hombreras, corte A, corte pencil, tacón stiletto, tacón ancho) y usar sin medida la palabra ‘temporada’.

A tal punto, que la rubia legal descubrió una trampa cuando un chico a leguas gay se equivocó al juzgar la temporada a la que sus zapatos de Prada pertenecían y así ganó un juicio que le cambió la vida.

Pero hubo grandes momentos este año (como cada año), dignos de comentar y que esperemos sigan en vigencia.

Los más importantes para mí fueron la revolución de los zapatos y la nueva línea de los trajes de noche. La plataforma con tacón stiletto absurda y bellamente altos se adueñó de los pies más conservadores, e incluso de las peores vestidas, dándoles un toque kitsch que prefiero mil veces antes que a la simpleza de ir simplemente mal vestida.

Los trajes largos, los red carpet de inicios del año pasado fueron la locura: menos fue más! Adiós chales, hola hombros cubiertos, adiós escotes, hola finura! Cómodos, prácticos, ultramodernos y poderosos, este tipo de cortes en columna o inclusive de cola y telas vaporosas cubriendo clavículas y esternones fue un avance en la moda bastante importante.

Y agregando el uso de la ausencia de color (léase gris, metal, piel, ambar), fue la perfección consumada. Ya veremos en febrero cuánto queda de esta tendencia, pero para mí que veremos la evolución de estos cortes hacia un plano quizás más ornamentado pero igualmente elegante y femenino en la más pura de sus acepciones, como sabe hacer desde siempre Calvin Klein.

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