Productividad de la tierra agrícola ha disminuido un 21% por cambio climático

Actualizado
  • 11/11/2022 00:00
Creado
  • 11/11/2022 00:00
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la OMC describe la situación que genera el cambio climático en la producción de alimento. Advierte que la disminución de la productividad de la tierra agrícola se da al mismo tiempo que aumenta la población mundial
El cambio climático ya es vista como una amenaza para la producción de alimentos.

El cambio climático ha disminuido en un 21% la productividad de la tierra agrícola en comparación con un escenario sin cambio climático, informó el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El grupo de experto, que participó en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (CP27), también reveló que se ha registrado una pérdida entre el 20% y 60% del ganado durante las sequías graves en las últimas décadas.

Indicó que los sistemas de producción de alimentos contribuyen, en gran medida, a las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que representan un tercio de las emisiones mundiales y subrayan la necesidad de la transición hacia un sistema alimentario sostenible.

La demanda mundial de alimentos continúa creciendo impulsada por el crecimiento de la población que para el 2050 alcanzaría las 9,600 millones de personas y desde el 2021 unas 820 millones de personas sufrirán de hambre, según estimaciones de las Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El cambio climático ya es vista como una amenaza para la producción de alimentos. Según el informe 'Emergencia climática, producción de alimentos y Comercio Justo' de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo detalló que a medida que los patrones meteorológicos se alteran, su impacto en las cosechas y en la producción alimentaria aumenta. Los fenómenos extremos, como las tormentas, sequías o huracanes arrasan con los cultivos y destruyen las infraestructuras agrícolas. A esto se le une el aumento de la desertificación y, por tanto, la disminución de tierras cultivables. En la región del Sahel, por ejemplo, el avance del desierto absorbe millones de hectáreas de tierras cada año.

Los agricultores y agricultoras a pequeña escala tienen un papel clave en la alimentación a nivel mundial. Según datos del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el 95% de las explotaciones agrícolas en todo el mundo tienen menos de 5 hectáreas. En conjunto producen un tercio de los alimentos que se consumen en todo el mundo, y entre el 60 y el 80% de los consumidos en los países en desarrollo. En el caso del África subsahariana o en determinadas zonas asiáticas, las pequeñas explotaciones generan el 80% de la alimentación de estas regiones.

La Coordinadora Estatal de Comercio Justo señaló en que se debe apoyar a los agricultores y agricultoras a pequeña escala no solo es una manera de garantizarles unos ingresos dignos, sino que además es esencial para evitar la inseguridad alimentaria y frenar el cambio climático, ya que quienes trabajan y viven cultivando la tierra son sus principales guardianes y defensores.

El informe de Oxfam Comercio y justicia climática señala que si no se impulsan estrategias de adaptación, el calentamiento global podría reducir el crecimiento del rendimiento de la agricultura mundial en un 30% de aquí al 2050, afectando a más de 500 millones de pequeñas explotaciones agrícolas en todo el mundo.

A su vez, el FIDA en su reciente informe ¿Qué pueden cultivar los agricultores en un mundo más cálido? alerta de que si no se modifican las prácticas agrícolas y las políticas mundiales, los cambios en los patrones climáticos podrían llevar a una disminución de hasta un 80% en la producción de cultivos básicos como el frijol, yuca, maíz, mijo, trigo, cacahuete, sésamo, guisantes, batata o sorgo, de aquí a 2050, en 8 países del África Meridional (Angola, Lesotho, Malawi, Mozambique, Ruanda, Uganda, Zambia y Zimbabue). La producción anual de maíz en la región de Namibe, en Angola, podría disminuir en un 77% para 2050.

El director general de la OMC, Okonjo-Iweal, dijo que el comercio a menudo se da por sentado y se considera parte del problema, pero debe verse como parte de la solución al cambio climático y la seguridad alimentaria.

Señaló que el comercio proporciona alimentos a una de cada seis personas en todo el mundo y, por lo tanto, tiene un papel importante para garantizar que los alimentos y otros bienes esenciales, como los fertilizantes y los bienes de adaptación climática, y los servicios lleguen a donde se necesitan.

También llamó la atención sobre el paquete de seguridad alimentaria adoptado por la OMC en la 12ª Conferencia Ministerial (MC12) en junio, donde los miembros se comprometieron a limitar en la medida de lo posible las restricciones o prohibiciones sobre los alimentos y se comprometieron a no imponer prohibiciones o restricciones a la exportación en el ámbito humanitario y compras de alimentos por parte del Programa Mundial de Alimentos.

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