• 25/08/2022 00:00

El reto de la educación pospandemia

Es indudable que la pandemia causada por la covid-19 ha traído enormes adversidades en diferentes áreas del quehacer cotidiano. Hemos sufrido evidentes reveses en materias tales como el encarecimiento en el costo de vida, el incremento en la tasa de desempleo, el acrecentamiento de la informalidad, así como una desmejora en el desarrollo de los procesos educativos, los cuales durante largo tiempo habían sido altamente cuestionados tanto por aquellos que han ejercido un papel fundamental en el proceso de enseñanza- aprendizaje (los docentes), como por los empleadores, que han evidenciado su descontento por el recurso humano egresado de los centros educativos en todos los niveles, el cual consideran formado en muchas ocasiones a un muy bajo nivel.
Enseñar se ha convertido en un enorme reto.

Es indudable que la pandemia causada por la covid-19 ha traído enormes adversidades en diferentes áreas del quehacer cotidiano. Hemos sufrido evidentes reveses en materias tales como el encarecimiento en el costo de vida, el incremento en la tasa de desempleo, el acrecentamiento de la informalidad, así como una desmejora en el desarrollo de los procesos educativos, los cuales durante largo tiempo habían sido altamente cuestionados tanto por aquellos que han ejercido un papel fundamental en el proceso de enseñanza- aprendizaje (los docentes), como por los empleadores, que han evidenciado su descontento por el recurso humano egresado de los centros educativos en todos los niveles, el cual consideran formado en muchas ocasiones a un muy bajo nivel.

La educación veía su esperanza en el mejoramiento continuo y el interés de los docentes en formarse con las competencias que le permitiesen realizar su labor de la mejor manera, intentando lograr el objetivo real de la misma, plasmado por grandes líderes o eruditos tales como Nelson Mandela, quien señaló lo siguiente: “La educación es la herramienta más poderosa para cambiar al mundo”, o como Jean Piaget, quien se permitió afirmar: “El principal objetivo de la educación es engendrar personas capaces de innovar y no solo de repetir lo que otras generaciones hicieron”; o pensamientos tan sencillos como el enunciado por Paulo Freire, quien estableció lo siguiente: “Enseñar no es transferir conocimientos, sino crear las posibilidades de su construcción; quien enseña, aprende al enseñar, y quien aprende, enseña a aprender...”.

Enseñar se ha convertido en un enorme reto, dadas las nuevas condiciones en las cuales debe desarrollarse el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los estudiantes por su parte deberán, si desean que la educación cumpla su papel inclusivo y engrandecedor para el cual fue diseñada, incrementar su interés por aprender, dado que la nueva metodología lleva consigo un enorme componente autoformativo. Por su parte, los docentes deberán innovar desarrollando nuevos procesos o metodologías que procuren lograr el interés de los estudiantes por aprender, formándose no solo en la adquisición de conocimientos; sino también en la consecución de valores y principios como ser humano.

La virtualidad llegó para quedarse, por lo que, sin duda, tanto el sistema educativo como todas las figuras involucradas en el proceso de enseñanza-aprendizaje deberán adaptarse a cambios generados por la ampliamente conocida situación de salud a nivel mundial. La educación deberá entonces resurgir como el ave Fénix, trayendo cambios profundos en la manera de ver y actuar de todos los involucrados, evolucionando ante las nuevas condiciones y procurando la mejor calidad educativa que ha traído el reto de la educación pospandemia.

Docente Udelas
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