Sienten más placer por el fútbol que por el sexo

Actualizado
  • 12/06/2010 02:00
Creado
  • 12/06/2010 02:00
Durante el Mundial es cuando más se exacerba el sexo (por el negocio del fútbol) o bien, la concentración de abstinencia sexual de pareja.

Durante el Mundial es cuando más se exacerba el sexo (por el negocio del fútbol) o bien, la concentración de abstinencia sexual de pareja.

De alguna manera, hay razones fisiológicas para entender la concentración masculina en el mundial. Es como si les produjera un estado de hipotiroidismo, que para muchos médicos está asociado con una disminución de la actividad sexual.

Con razón, la relación sexo y deporte u hombre y síndrome pre-Mundial se trata por esta época.

En el Mundial pasado, en la revista News Scientist, luego de estudiar por años la fluctuación de testosterona, el biólogo Gerald Lincoln, de la Unidad de Ciencias de la Reproducción Humana del Medical Research Council, en Escocia, determinó que la baja en los niveles de hormona masculina los vuelve irascibles, sensibles y poco comunicativos en lo plano sexual, un fenómeno que, a pesar de no ser cíclico como ocurre en las mujeres, denominó Síndrome de Irritabilidad Masculina.

SENSACIÓN PLACENTERA

El Mundial para ellos es como un orgasmo esperado: es la sensación más placentera que pueden experimentar y que permite que algunos hinchas se destapen en los estadios, un acto casi involuntario de alegría, por un gol.

Hasta el 11 de julio, fecha de la final, todas las hormonas involucradas en la actividad sexual parecen fluir con el grito de ‘gol’.

Ahora bien, la liberación de ese cúmulo de hormonas baja la actividad de la tiroides y causa efectos sedantes: fuman, incluso siendo fumadores esporádicos; si no, se toman una siesta hasta el siguiente partido.

Y no es una exageración, si de orgasmo sexual se tratara. Se sabe que la descarga eyaculatoria promedio es de cuatro centímetros cúbicos, que en función de las proteínas y grasas contenidas en el semen, daría un valor calórico menor de 36 calorías. Por tanto, una eyaculación no debería debilitar a un hombre, pero les pasa.

En cambio, en las mujeres, hay estudios que indican que las endorfinas, por ejemplo, pueden elevar el umbral del dolor, combatir el estrés y aliviar ciertas dolencias crónicas. La liberación de las propiedades de ese neurotransmisor no sólo está asociada al sexo, sino al deporte. Pero, el gasto calórico del acto sexual puede llegar a seiscientas calorías.

Lo que resulta comprobable es que una relación sexual, aunque se cuente que en los hombres equivale al esfue rzo físico de subir unos cuantos pisos por la escalera o ver un partido de fútbol por televisión, en las mujeres es mucho mejor que jugar un partido de fútbol.

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