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- 24/07/2011 02:00
Desde que John Gray escribió el libro Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus se estableció un estereotipo según el cual a las mujeres les gusta que las mimen mientras que a ellos, que son más prácticos, les gusta ir siempre al grano. La semana pasada, el instituto Kinsey produjo un estudio en el que concluye que lo anterior sería un mito: las demostraciones de afecto, como abrazos y besos, son más importantes para los hombres que para las mujeres. Para estas últimas el sexo se vuelve crucial cuando llevan con una pareja por lo menos 15 años. ‘El mensaje más útil es que no se deben hacer suposiciones acerca de los sexos’, dice Julia Heiman, autora principal del trabajo.
DESMITIFICACIÓN
El estudio, publicado en Archives of Sexual Behavior, se hizo con mil parejas, la mitad de las cuales tenían una convivencia de por lo menos 25 años. Se les preguntó cuántas veces en el último año se habían besado, acariciado, abrazado y habían hecho el amor. Los hombres que reportaron más besos y abrazos también resultaron ser tres veces más felices que quienes no lo hicieron, y las mujeres, para sorpresa de todos, señalaron que esas manifestaciones de afecto tenían muy poco impacto en su felicidad.
Y aunque hombres y mujeres consideran que el sexo mejora con el tiempo, ellos admitieron estar más felices con la relación mientras que ellas lo están con su vida sexual, pero esto solo sucede con las que llevan 15 años de relación, cuando el nivel de satisfacción es 20 por ciento más alto que al comienzo del matrimonio.
ESCEPTICISMO
Heiman, la primera sorprendida con los resultados, explica que tal vez se deben a que en los primeros años de matrimonio la mujer está agotada emocionalmente debido a la crianza de los hijos, y cuando ellos crecen disfrutan más de las relaciones sexuales.
El estudio también encontró que las parejas que permanecen unidas están más contentas luego de 25 años, que la promiscuidad hace infelices a las personas y que los hombres que se preocupan más por complacer a su pareja son los más satisfechos. Algunos expertos no creen en estos hallazgos y consideran que el trabajo debe tener problemas de diseño o de interpretación de datos. Pero también podría ser que Gray, el creador de este gran estereotipo, estuviera totalmente equivocado de planeta.