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Sin tabúes: la prueba de tacto rectal puede salvar vidas
- 24/08/2020 00:00
“Carlos Ramírez” de 53 años, es un paciente diabético y con problemas de visión, que pese a estas dolencias cada año acude a realizarse un examen de próstata. Sin embargo esta vez, a causa de la pandemia, tuvo que hacer una pausa. “Me tocaba hacerme el tacto rectal para el mes de mayo, pero habrá que esperar porque todo el país está en un caos ahora mismo”, dice. Asegura que gracias a esta prueba lleva un control, algo necesario para personas de su edad más cuando ha perdido parientes fallecido a causa del cáncer de próstata.
“¿Que si le he temido al examen? la verdad no, dura menos de un minuto y es indoloro. Más tarda uno en bajarse el pantalón que en hacerse la prueba”, comenta sonriente. “Pienso que la juventud actual tiene ideas muy machistas y eso no lleva a nada. Hoy el examen de tacto rectal es la prueba que los especialistas recomiendan a todos los hombres a partir de los 50 años de edad, especialmente aquellos con antecedentes familiares de cáncer de próstata. Además de invitar a los hombres a que se realicen la prueba, también les recuerdo que en la prevención está la cura”, añade Ramírez, quien es actualmente paciente de un hospital en Panamá Oeste con resultados favorables.
De no detectarse a tiempo, aproximadamente uno de cada diez hombres será diagnosticado con cáncer de próstata en el transcurso de su vida.
Esta dolencia constituye la segunda causa de muerte por cáncer entre hombres, destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Juan Gómez, médico de la Sociedad Española de Urología, comentó a la revista Infosalus que los hombres deben acudir a su primera revisión prostática a partir de los 50 años, aunque si se trata de un paciente con antecedentes familiares de primer grado de cáncer de próstata (padres y hermanos) y de raza afroamericana deben visitarlo a los 40 años.
La próstata es una glándula situada debajo de la vejiga de los hombres y produce el líquido para el semen. Los exámenes para detectar el cáncer deben hacerse antes de presentar algún síntoma. Aunque los investigadores indican que no existe una prueba estándar para el cáncer de próstata, también están evaluando diferentes exámenes para determinar cuáles tienen menos riesgos y mayores beneficios.
Una de estas pruebas es el tacto rectal, donde el médico inserta un dedo enguantado y lubricado dentro del recto para palpar la próstata y examinar bultos o cualquier irregularidad.
La Sociedad Americana contra el Cáncer (ASCO, por sus siglas en inglés) describe en su portal que el examen de tacto rectal es una prueba preliminar para detectar indicios de cáncer de próstata. También conocido como DRE, este examen es usado por los médicos para encontrar partes anormales en la próstata.
“El médico, al notar irregularidades en la próstata una vez realizado el examen de tacto rectal, dará la voz de alerta para continuar con otra prueba y obtener más indicios de la existencia de cáncer de próstata”, menciona la ASCO.
El antígeno prostático específico (PSA, en inglés) es un tipo de proteína liberada por el tejido prostático, que se encuentra en niveles más altos en la próstata que en la sangre de un hombre. Si luego del análisis, que se efectúa a través de la sangre, se detecta que estos niveles han aumentado, es porque hay actividad anormal en la próstata, y eso puede indicar la presencia de cáncer.
En cambio, si los resultados del examen de tacto rectal y del análisis del PSA son anormales, pruebas como el PCA3, un gen que solamente se encuentra en células del cáncer de próstata, pueden ayudar a confirmar finalmente el diagnóstico de cáncer.
“Mediante el uso de un análisis de orina, el médico puede detectar si este gen está presente en el cuerpo. Este análisis se usa junto con el del PSA para ayudar a decidir si se necesita una biopsia de la próstata”, describe la revista News Medical.
Igualmente la ecografía transrectal, la cual consiste en la introducción de una sonda por el recto del hombre para tomar una fotografía de la glándula prostática usando las ondas sonoras que rebotan contra ella.
Y finalmente está la biopsia, que es cuando se extirpa una pequeña cantidad de tejido que será examinado a través de un microscopio para luego formular un diagnóstico definitivo. “Este procedimiento se vuelve más eficaz si se aplica junto a una ecografía rectal y una resonancia magnética. Así, el médico sabrá cuál es el área precisa de la próstata para realizar la biopsia y podrá determinar que el paciente padece de cáncer de próstata”, reseña la revista médica.
Sin embargo, existen muchos mitos alrededor del examen de tacto rectal y muchas veces el temor hace que los hombres se nieguen a pasar por él.
“Lo que no saben es que, esta prueba es necesaria para localizar más temprano el cáncer de próstata y prevenir esta enfermedad”, relató en una entrevista previa a este medio Miguel A. Mayo, médico y exministro de Salud de Panamá
Uno de los mitos es que “el cáncer de próstata es una enfermedad de viejos”. Aunque el 65% de los pacientes son mayores de 60 años, hay un número no despreciable de personas que se diagnostican antes de los 55 años de edad.
“El tacto rectal no es necesario, suficiente con hacerse el PSA (antígeno prostático específico)”, es otro pensamiento errado, según Mayo. “Son pruebas complementarias y deben hacerse ambas, lo cual ayuda a la sensibilidad de ambas en el diagnóstico temprano. El tacto rectal, aunque un poco incómodo, no demora más de 10 segundos y ofrece mucha información sobre el estado de la glándula. Además, alrededor del 15% de las personas con cáncer de próstata tienen el PSA normal.
“Tener el PSA alto es sinónimo de cáncer”, según el médico es otra falacia. De hecho el diagnóstico más frecuente cuando se tiene el PSA alto es la hiperplasia prostática benigna. Además se puede elevar en infecciones (prostatitis, por ejemplo).
“El síntoma clásico es la dificultad para orinar”, también es una premisa falsa puntualizó Mayo. “La dificultad para orinar es uno de los síntomas de crecimiento prostático, cualquiera que sea su causa (maligna o benigna). El cáncer de próstata es “silencioso”, de ahí que sea necesario hacerse el tacto rectal y el PSA aunque no se tengan síntomas”.
En Centroamérica y el Caribe, el cáncer de próstata es el segundo cáncer más común entre los hombres, con una estimación de más de 20 mil nuevos casos por año. La enfermedad, que generalmente afecta a personas mayores de 50 años, ocurre cuando se forman células malignas en los tejidos de la próstata. La metástasis ocurre cuando estas células se propagan a otros órganos, generalmente huesos, ganglios linfáticos, hígado o pulmón.
En Panamá, la incidencia de cáncer de próstata hasta 2019 era de 800 casos por año según los reportes de instituciones de salud. De acuerdo, con el informe 'Neoplasias Malignas de Próstata' del Instituto Oncológico Nacional (ION), este cáncer ocupa el segundo lugar de incidencia en el istmo, y el primer lugar como causa de muerte por neoplasias, entre varones.

El ION, invita a la población masculina a tener más conciencia sobre este tipo de cáncer y a que no dejen de realizarse las pruebas necesarias aunque no haya síntomas para así lograr su detección temprana y el control de la enfermedad.
“Por ser indoloro, el cáncer de próstata pasa desapercibido, de allí la importancia de hacer una detección y un diagnóstico temprano de la enfermedad”, resalta el ION.
La próstata es una glándula que forma parte del sistema reproductor masculino. La misma está ubicada en el cuello de la vejiga y delante del recto, produce el líquido prostático, que es el fluido que transporta los espermatozoides.
Investigadores del Centro Oncológico Kimmel de Johns Hopkins, realizaron recientemente un estudio significativo hacia el desarrollo de una simple prueba de biopsia líquida no invasiva que detecta el cáncer de próstata por medio de ARN y otros químicos metabólicos específicos en la orina.
Una descripción de sus hallazgos aparece en la revista Nature Scientific Reports. Los investigadores hacen hincapié en que se trata de un estudio de viabilidad para un análisis de orina, y que debe ser validado en estudios adicionales de mayor envergadura antes de que esté listo para su uso clínico.
Los investigadores utilizaron la secuenciación exhaustiva del ARN y la espectrometría de masas para identificar un perfil previamente desconocido de los ARN y subproductos alimenticios, conocidos como metabolitos, entre 126 pacientes y personas sanas normales. La cohorte incluía 64 pacientes con cáncer de próstata, 31 con hiperplasia benigna de la próstata y enfermedades asociadas con la prostatitis, y 31 individuos sanos sin ninguna de las dos condiciones. El ARN por sí solo no era suficiente para identificar positivamente el cáncer, pero la adición de un grupo de metabolitos específicos de la enfermedad permitió separar el cáncer de otras enfermedades y de las personas sanas.
Ranjan Perera, autor principal del estudio y director del Centro de Biología del ARN en el Johns Hopkins All Children's Hospital, destaca que un simple y no invasivo análisis de orina para el cáncer de próstata sería un importante paso hacia adelante en el diagnóstico. “Las biopsias de tejido son invasivas y notoriamente difíciles porque a menudo pasan por alto las células cancerosas, y las pruebas existentes, como la de la elevación sostenida del antígeno prostático no son muy útiles para identificar el cáncer”, comentó el veterano científico.