La República de las Islas Marshall ha creado su primer santuario marino para proteger dos ecosistemas vírgenes alrededor de los atolones Bikar y Bokak,...
- 12/12/2009 01:00
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PARA ELLAS:. Embriágalo con tus besos: bésalo de pies a cabeza, saborea cada parte de sus cuerpo y hazle sentir que lo amas, logra un preámbulo largo y justo cuando él quiera pasar a otro nivel toma el control llevando sus manos a tu cuerpo.
Sedúcelo: Antes de que te quite la ropa y en pleno preámbulo casi al finalizarlo lleva sus manos debajo de tu falda. Él entenderá que no llevas ropa interior y no se podrá resistir a tanto.
Coquetéale: Juega con tu ropa, hazle un streptease , al son de música muy sensual, báilale en su cara, pero a la vez aléjate, que él se antoje pero que no te tenga todavía. Déjalo que actué y mientras que inicia el acto susúrrale al oído. Cuéntale qué le vas a hacer. Descríbeselo detalladamente, acarícialo y bésalo mezclando siempre la ternura con la sensualidad.
Obedécele: Haz todo lo que te pida y déjate llevar, pero si quieres que él se enloquezca más contrae los músculos de la pelvis, cuando estén en pleno acto.
Atrápalo: Después del primer round y para que se vuelva a provocar toma sus manos e invítalo a recorrer tu cuerpo, hazlo sentir tu vagina, senos cintura y trasero principalmente.
PARA ELLOS:. Mímala: Entre besos, caricias, palabras tiernas y rudas. Acaricia su espalda y cintura emprendiendo el viaje por todo su cuerpo donde tus labios y la lengua serán los que se aventuren. Hazle sentir que la amas y la deseas. Busca sus puntos más débiles y aprovéchalos en el preámbulo que se hará largo, así ella ya no podrá resistirse más.
Desvístela: Delicadamente, déjala en ropa interior y juega con estas prendas. Luego dale la vuelta y juega con el hielo y el calor de tus labios, pásale un cubo por la espalda y déjalo que repose en el trasero, luego ponla boca arriba y repite la dosis en los senos y el abdomen, mientras tanto con tu boca vas limpiando el agua.
Provócala: Ahora ponte de espaldas y dile que te realice un masaje, justo cuando encuentre tus puntos más sensibles haz que se detenga, toma sus manos y logra que te acaricie y sienta tu pene.
Complácela: Con variedad de poses y mezcla lo suave con lo duro a ella le encantará, logra que se desinhiba y que exprese lo que está sintiendo. Cuéntale mientras tanto al oído lo que te gustaría hacerle.
Excítala: Reanímala utilizando sus puntos débiles para empezar de nuevo el juego, congele las manos e invádela de besos y caricias, hasta que ella no soporte más.