Tocar un sueño

PANAMÁ. La casa resalta entre lo caserones en ruinas que rodean la plaza Herrera y parte del Chorrillo. En estas veredas se pueden apreciar las más bellas, pero también las peores formas de hacinamiento en que viven algunos habitantes del Chorrillo.

Justo ahí está ubicada la sede de la Fundación Olga Sinclair, que existe como tal desde hace 1 año, ofreciendo talleres de pintura en este edificio de 3 pisos, con vista al Pacífico y decorado por la mano inquieta y apasionada de su fundadora quien atareada por los preparativos de la apertura oficial pero muy amablemente, nos cedió una entrevista.

‘Estoy feliz, porque este es mi gran sueño, ya que lo que pretendo hacer desde esta fundación es una reestructuración de la sociedad, donde los niños sean más sensibles’, expresó la pintora.

La artista explicó que los chicos tendrán la oportunidad de conocer una estructura universal de las artes e inspirados en esto podrán realizar sus propias creaciones, en conjunto con las clases de dibujos clásicos al carbón.

‘Panamá necesita elevar su nivel de cultura y educación, para que así ese niño no tenga la necesidad de tocar un arma, esa es la filosofía de la fundación’, aseguró Sinclair.

LA CASA COLOR FUCSIA

La historia de la sede de la fundación es más que curiosa. La casa fue comprada por una mujer norteamericana, para convertirla en departamentos y venderlos a extranjeros; pero al tenerla decidió que su destino fuera otro.

‘Aquí te veo hablando de tus sueños, de tu arte y creaciones’, le dijo Linda Hothem a Olga Sinclair. Así fue como se la cedió oficialmente y se hizo cargo de parte de los arreglos de lo que era una casa prácticamente en ruinas.

‘Siento que hay que dar hasta que duela, ya que todos mis ingresos actuales salen de la venta de mis cuadros, pero también de la buena voluntad de muchas personas ya que donaron a la fundación muebles, plasmas, escritorios y todo lo necesario para que los niños puedan tener un espacio de aprendizaje y paz dentro de estas paredes’, dice la artista,

ACUERDOS

La Fundación Olga Sinclair también ha firmado un acuerdo con la Fundación Danilo Pérez para que los estudiantes de música vayan a practicar con sus violines y chelos a la Fundación Olga Sinclair; para que así haya una fusión casi mágica entre la música y la pintura.

‘Estoy imitando el hogar de mis padres, es el legado de los Sinclair’, explicó emocionada la creadora.

CRÍTICA

Sinclair también se refirió a los medios de comunicación como los que ofrecen una universidad gratuita de la vulgaridad y la violencia, e hizo énfasis en series como ‘El capo’, ‘La reina del sur’ y otras novelas que enaltecen figuras delictivas.

‘Los valores se han trastocados, pero a la vez la sociedad está deseosa de nuevas propuestas culturales’ dijo Sinclair.

Y remarcó que todas las actividades de talleres que ha realizado desde hace 4 años, las ha hecho a puro pulmón y con poco apoyo de las instituciones estatales, que no cuentan con un proyecto estatal de cultura.