Fandi, Morante y Perera cierran con un toque de arte la feria de Latacunga

Actualizado
  • 08/12/2019 00:00
Creado
  • 08/12/2019 00:00
Se lidiaron toros de las ganaderías de Triana y Huagrahuasi, de juego variado en la última corrida de la feria latacungüeña

Los diestros españoles David Fandila "El Fandi", Morante de la Puebla y Miguel Ángel Perera pusieron este sábado el toque artístico del festival "Virgen Esperanza de Triana", que dio fin a la feria de la ciudad de Latacunga, en el centro andino de Ecuador.

El rejoneador ecuatoriano Álvaro Mejía y el torero de la tierra Álvaro Samper no tuvieron suerte y la falta de oficio les perjudicó en la tercera y última jornada del ciclo ferial, donde también el español Enrique Ponce vio escapársele los trofeos por culpa de la espada.

Se lidiaron toros de las ganaderías de Triana y Huagrahuasi, de juego variado en la última corrida de la feria latacungüeña que, como las anteriores jornadas, lució un llenó hasta la bandera.

El rejoneador Mejía abrió la tarde con mucha voluntad y mostró temple al salir a la arena, pero pronto dejó en evidencia la falta de oportunidades y de festejos durante la temporada en el país, pues sólo pudo colocar una banderilla larga y una corta, e hizo varios intentos para ubicar el rejón de muerte. Silencio.

Continuó Enrique Ponce, con el segundo, al que le mostró su sobrio capote por doblones, verónicas muy toreras y el remate por chicuelinas, mientras que con muleta dejó ver su maestría en la técnica con tandas por ambas manos y naturales, aunque una estocada caída sólo le permitió dar una vuelta al ruedo y escuchar una ovación de pie.

Morante salió al albero y desde el inicio liberó su genio ante un ejemplar bravo y bien hecho, con pases muy toreros y variados, verónicas bien rematadas y hasta puso un buen par de banderillas, para tomar la muleta y torear muy despacio, con naturales de gran transmisión y arte, pero pinchó y luego mató recibiendo con estocada completa. Dos orejas.

"El Fandi", que ha dicho sentirse en su casa cuando torea en Ecuador, derrochó valor y técnica, estuvo variado con el capote por verónicas seguidas de chicuelinas y tafalleras, y también fue por las banderillas donde ocurrió lo impensable, pues falló en el primer par, pero se recuperó en el segundo y concluyó el tercio con su clásico violín.

Ya con la muleta, el diestro granadino empezó de rodillas con pases por alto para llevar al toro a los medios, luego tandas por ambas manos, manoletinas y faroles invertidos, para concluir de una estocada contundente. Vuelta al toro en el arrastre y dos orejas al torero.

Llegó el turno de Perera que, con el capote, mostró un toreo clásico y artístico fundamentado en verónicas y chicuelinas, pero con la muleta estuvo más variado con pases por ambas manos, aunque destacaron los de la derecha que agitaron los tendidos, y ya en la suerte suprema pinchó y colocó media estocada. Una oreja.

Cerró la feria el nacional Samper, quien también dejó en evidencia la falta de oficio y la poca actividad, mejor con el capote donde mostró torería y arte, pero muy poco con la muleta y con la espada, pues falló, pinchó dos veces, colocó una estocada que solo atravesó músculo y otra media estocada. Vuelta al ruedo.

Con este festival terminó la feria de Latacunga, considerada una de las más importantes de Ecuador, y que ha concitado el interés de la afición taurina nacional.

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