Lo que debe saber sobre el embarazo infantil

Las niñas y adolescentes embarazadas son víctimas de la falta de educación. La mejor prevención es una buena educación sexual 

Más de 16 millones de mujeres de entre 15 y 19 años dan a luz cada año en el mundo, el 95% de esos nacimientos se producen en países en desarrollo. El 14% de las adolescentes mueren en el parto, mientras que la tasa de mortalidad de los neonatos es un 50% superior, según la UNICEF.

Las niñas y adolescentes embarazadas son víctimas de la falta de educación, control y ocupación aseguró la doctora y escritora, Rosa María Britton.

Para la doctora la educación sexual no es enseñarles a los jóvenes con qué deben cuidarse para tener relaciones sexuales, es conocer tu cuerpo, por qué ovulas, es decirles las consecuencias de utilizar de mala manera su cuerpo.

Britton manifestó que la disminución en horas de clases permite que los jóvenes tengan mucho tiempo libre y optan por acciones que dejan como consecuencia embarazos.

Se necesita una educación sexual formal y una educación integral que incorpore deporte, baile, teatro, más materias, más horas en las escuelas, dijo.

Por su parte, Emma Puig De la BellaCasa, asesora de Plan Internacional para América y el Caribe, afirmó que el estado tiene que entender que hay que involucrar a todos los representantes de la sociedad, padres, madres, jóvenes, iglesia, líderes tradicionales en discusiones de cómo es necesario desarrollar estrategias para prevenir estos embarazos.

Mientras que Luz Angela Melo, asesora regional de género de UNICEF dijo que el tema de embarazos en niñas y adolescentes es tan complejo que, el que haya educación sexual no garantiza que no haya embarazos de adolescentes. Son demasiados factores que influyen allí, dijo.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el contexto es complicado, porque las cuestiones culturales influyen en el comportamiento sexual y la pobreza influye en la probabilidad que tienen las jóvenes de quedar embarazadas y si es así entran en un círculo vicioso, ya que la maternidad precoz suele comprometer sus resultados académicos y su potencial económico.

Muchas son las secuelas de un embarazo a temprana edad, sin embargo los expertos señalan que el miedo a ser rechazadas socialmente es una de las principales.

Otra de las consecuencias es el rechazo al bebé pues son niñas y no desean asumir la responsabilidad, el tiempo y las obligaciones que supone ser madre. Sin embargo, esto también las hace sentirse culpables, tristes y su autoestima se reduce.

La OMS recomienda para evitar el embarazo en la adolescencia: limitar el matrimonio antes de los 18 años, aumentar el uso de anticonceptivos para los adolescentes, reducir las relaciones bajo coacción y apoyar los programas de prevención de embarazos en la adolescencia.

Mientras que expertos aseguran que a pesar de las dificultades y situaciones diversas, la mejor prevención es una buena educación sexual desde el mismo seno de la familia. Es importante informar sobre los riesgos y complicaciones del embarazo en la adolescencia y todos los cambios que se producirán desde el momento en que la adolescente se quede embarazada.

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