La llegada del nuevo hermano

Actualizado
  • 29/05/2014 02:00
Creado
  • 29/05/2014 02:00
El nacimiento de un bebé a veces puede fomentar un ambiente hostil en la relación de todos los miembros de la familia

Cuando Lore Soto y Nicolás Moreno se alistaban para un segundo embarazo pensaron en los nuevos retos que debían enfrentar. Redistribuyeron el presupuesto familiar, hicieron lista de lo que necesitaría el nuevo bebé, discutieron el color de la habitación y hasta pensaron en la vida escolar del pequeño. Le hablaban a su hijo de 7 años de edad de su nuevo hermano, pero sin profundizar en eso. Llegó el día del alumbramiento y todos festejaron, incluso Raid, el nuevo hermano mayor; pero una vez el nene estuvo en casa Lore y Nicolás se dieron cuenta de que el recién nacido no era un reto solo para ellos, también lo es para Raid.

El niño de 7 años siempre durmió solo, ahora no lo quería hacer. Se preparaba emparedados sencillos cuando tenía hambre, actividad a la que hora se rehusa. Incluso bajó sus notas escolares aún cuando sus padres seguían atendiéndole igual. ¿La razón? Como todo ser humano, él comenzó a experimentar celos. Ahora debía compartir a sus padres con alguien más.

‘Los celos no son ni tan graves ni tan duraderos como los padres pensamos. Es la forma que tiene el pequeño de expresar sus sentimientos por los cambios’, indica la psicóloga clínica Karla Ureña. Lo habitual —continúa diciendo— es que desaparezcan cuando se acostumbre a ellos. Pero de momento, piensa que ese intruso ha llegado para sustituirle. Este sentimiento es normal y necesario, sentencia.

RECONOCE LA SITUACIÓN

Los padres deben saber que el niño pasará por tres etapas antes de admitir a su nuevo hermano.

-Protesta: utilizará todo lo que tenga a mano para recuperar esa atención de los padres que antes conseguía sin ningún esfuerzo.

-Desesperación: ante la falta de respuesta a sus demandas (su hermano sigue en casa) se desespera y puede mostrar cierta ansiedad.

-Adaptación: por fin el pequeño se resigna y poco a poco se va acostumbrando a la nueva situación.

ENFRENTANDO EL RETO

Lo importante, según la especialista, es manejar bien cada uno de esos episodios. A continuación, la psicóloga indica algunas recomendaciones a los padres para que todos puedan disfrutar al mismo nivel la alegría por el nuevo miembro de la familia:

-No subestimar sus sentimientos del primer hijo, para no hacerle sentir que ya no nos preocupamos por sus cosas.

- Mantener en lo posible sus rutinas: leerle un cuento antes de dormir o salir al parque el sábado por la mañana si es lo que venía haciendo antes de la llegada del hermano.

-Ignorar sus malos comportamientos (no premiar esas llamadas de atención con nuestra preocupación o enfado).

-Alabar su conducta cuando nos ayude a su manera con las tareas del cuidado del hermano menor.

-Sacar tiempo para dedicárselo en exclusiva.

Estos son solo algunos cortos consejos, pero la tarea es muy profunda. Hay que transmitirle que se le sigue queriendo igual que antes del nacimiento del bebé. Sería bueno explicarle con ejemplos. Se pueden tomar dos juguetes que le gusten mucho, y preguntarle si cuando deja de usar uno es porque ya no quiere al otro. De esa forma se expresa una idea concreta.

Ureña exhorta a llevar más atrás estas conversaciones. Durante el embarazo se podría pedir apoyo al niño acerca de opciones de nombres, entre otros detalles. Y una práctica que ayuda a generar esa conexión entre hermanos puede ser una ecografía; si el pequeño ve y escucha al que será su nuevo socio en la labor de hijos se sentirá más entusiasmado con su llegada.

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