El creador de contenidos y escritor conversa con este medio sobre la lengua y la incorporación de nuevas palabras al español. Habla un poco de su vida,...
- 23/05/2017 08:25
El actor Alec Baldwin ha querido sincerarse finalmente y en profundidad sobre la difícil experiencia que ha venido viviendo en los últimos 17 años debido a la enfermedad de Lyme que padece, una dolencia de la que solo se había pronunciado brevemente en una entrevista concedida al New York Times en 2011.
Para ello, el artista aprovechó su presencia en una gala benéfica destinada precisamente a recaudar fondos para sufragar las labores de investigación que conduzcan a su erradicación, una cita en Palo Alto (California) que quizá le insufló la confianza que necesitaba para compartir con su particular sentido del humor un testimonio tan personal.
"Me tenían aquí escondido entre los arbustos de la gala. Es que estoy lleno de garrapatas... No, es broma", aseguró al inicio del discurso que pronunció en el evento, para a continuación cambiar completamente el tono y describir algunos de los efectos más preocupantes que experimentó poco después de que le fuera oficialmente diagnosticada la enfermedad.
"Tuve los síntomas típicos de Lyme cada verano durante cinco años. Cada agosto sentía los pulmones negros [neumoconiosis, una enfermedad respiratoria], síntomas similares a la gripe, y sudaba hasta sentir que me moría en la cama. La primera fase fue la peor, y luego disminuyó, o al menos así fue como yo lo percibí. Esa primera vez fue la peor de todas, y de verdad pensé que no iba a sobrevivir. Estaba solo, me acababa de divorciar de mi primera mujer. Me encontré tirado en la cama pensando: 'Me voy a morir de la enfermedad de Lyme aquí y espero que alguien me encuentre lo antes posible'", relató durante su alocución.
La enfermedad de Lyme, que también padecen otras celebridades como las cantantes Thalía y Avril Lavigne, así como el actor Ben Stiller y la modelo Bella Hadid, se produce por la picadura de una garrapata y suele contar con diferentes etapas, pudiendo llegar a convertirse en una dolencia crónica para aquel que la padece si el tratamiento no surte su efecto.
Al margen de los contratiempos sufridos durante sus 17 años de batalla, la máxima prioridad que al respecto tiene a día de hoy el intérprete es la de evitar que sus hijos tengan que pasar por lo mismo, por lo que su mujer Hilaria y él inspeccionan regularmente a los pequeños Carmen (3), Rafael (2) y Leonardo (1) en busca de los mencionados insectos.
"Me encantaría que mis hijos pudiesen crecer montando a caballo y en bicicleta, disfrutando cada día, sin que nosotros tengamos que coger una lupa a diario para asegurarnos de que ni su cuerpo ni el de los perros tienen garrapatas. Pero este es el estilo de vida que tenemos", explicó en la misma conversación