Los eventos que han provocado el ingreso de Selena Gomez en una clínica

Actualizado
  • 11/10/2018 11:09
Creado
  • 11/10/2018 11:09
En las últimas semanas la cantante, que en enero ya recibió tratamiento por ansiedad y depresión, había ingresado en dos ocasiones en el hospital y durante la última de ellas sufrió una crisis nerviosas al descubrir que no recibiría el alta inmediatamente

Este miércoles por la noche el portal TMZ, especialista en sacar a la luz los trapos sucios y los escándalos de las celebridades, revelaba por sorpresa que la cantante Selena Gomez estaba recibiendo tratamiento en un hospital psiquiátrico de la costa este.

En las últimas horas se han ido conociendo poco a poco más detalles sobre el último e inesperado bache de salud de la joven y la cadena de eventos que desembocaron en su ingreso. Siempre de acuerdo a la información que maneja el mencionado medio, la intérprete de 26 años habría tenido que hacer frente a un par de semanas muy complicadas. En consecuencia, a finales de septiembre un miembro de su familia insistió en que acudiera al centro Cedars-Sinai de Los Ángeles después de percatarse de que la estrella estaba haciendo gala de una actitud alarmante, actuando de forma depresiva y pesimista tras recibir el resultado de unos análisis de sangre que mostraban unos niveles de glóbulos blancos preocupantes.


En aquella ocasión abandonó el hospital a los pocos días, pero tuvo que ser admitida de nuevo apenas una semana más tarde debido a que el problema persistía. La gota que colmó el vaso y le hizo perder los nervios llegaría cuando le informaron de que no podía recibir el alta inmediatamente como ella deseaba, ante lo cual habría reaccionado intentando arrancarse las vías intravenosas que le habían puesto.

Ese episodio habría precipitado su traslado a la clínica psiquiátrica, en la que se cree que está siguiendo una terapia dialéctica conductual que ya le ha dado buenos resultados en el pasado.

En vista del sinfín de proyectos que la artista había puesto en marcha este año, nada hacía prever un nuevo ingreso -en 2016 ya canceló su gira para acudir a rehabilitación por razones aún poco claras y a principios de este año pasó varias semanas siguiendo un programa de bienestar diseñado para lidiar con la ansiedad y la depresión-, pero en retrospectiva quizá sí hubo ciertas pistas que indicaban de que no estaba atravesando su mejor momento tras recibir un transplante de riñón en verano de 2017.

Su primera entrevista en profundidad en una larga temporada, a la revista ELLE, no salió precisamente como ella esperaba. Tras leer varios adelantos del reportaje que le dedicarían en el número de octubre, no dudó en recurrir a la esfera virtual para lamentar que la atención se hubiese centrado en su vida personal y en su implicación con la congregación Hillsong Church en lugar de ceder el protagonismo a su trabajo humanitario, su colección para la marca Coach y su nueva música como ella deseaba.

Por otra parte, hace dos semanas Selena anunciaba su decisión de abandonar una vez más -de forma temporal, eso sí- la esfera virtual en un mensaje que cerraba recordando a todos sus seguidores que las críticas y los mensajes de odio conseguían hacer daño a cualquiera que los recibier

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