K-Pop llegó al fin del mundo

Actualizado
  • 21/09/2015 14:47
Creado
  • 21/09/2015 14:47
K-Pop fusiona ritmos tan diversos como el electro de Europa y el hip hop, pero incluyendo sonidos de la música tradicional coreana

El éxito de la música pop y de las telenovelas coreanas alcanzó el estatus de fenómeno en Argentina, donde jóvenes de este país austral se sumergen en la cultura de Corea del Sur.

Desde hace dos años, argentinos de entre 15 y 30 años consumen con devoción productos culturales creados en la lejana Corea del Sur, donde nacieron artistas multifacéticos que, con espectáculos cargados de ritmos pegajosos y coreografías, se convirtieron en tendencia en Europa y Estados Unidos.

Se trata de una movida que incluye novelas, cine, gastronomía, arte coreano y cuyo género musical es la cara visible de lo que se conoce como Ola coreana o Hallyu.

El fenómeno empezó en Corea del Sur en 2000 y rápidamente se constituyeron empresas de entretenimiento para preparar hasta el último detalle agrupaciones con jóvenes que sueñan con ser no solo artistas sino ídolos de masas.

"Hace dos años que los argentinos se interesan cada vez más en la cultura coreana y eso gracias al K-Pop (música pop coreana)", explicó a la AFP Gabriel Presselo, director de comunicación del Centro Cultural Coreano de Buenos Aires, que en 2006 se convirtió en el primero y único de América Latina.

Según los promotores de la tendencia, el Hallyu llegó hace cinco años a América Latina, donde se está creando un gran mercado "a través de distintas estrategias de parte del gobierno de Corea del Sur", contó Jimena González, coordinadora de las actividades K-Pop Argentina, una organización juvenil que promueve el Hallyu entre argentinos desde 2011.

Detrás de las fórmulas típicas para pegar con un ritmo pop, este fenómeno trae consigo el fomento de valores muy propios de la cultura asiática como la disciplina, la tolerancia, la autosuperación, respeto a la familia y la armonía estética.

Para captar fieles y ganar mercado, el K-Pop se sirve de una fusión entre ritmos tan diversos como el electro de Europa y el hip hop, pero incluyendo sonidos de la música tradicional coreana, el Hanguk Eumak.

"Hoy en día hablamos de más de 20.000 fanáticos de K-Pop y Hallyu en Argentina", reveló González, mientras que otras bases de datos contabilizan unos 130 clubes de fans de artistas de K-Pop en todo el país.

De 'Secret Weapon' a Lucy Paradise

Desde 2010 el Centro Cultural Coreano organiza la competencia K-Pop Latinoamérica en Buenos Aires. En su última edición, en junio pasado, ganó la banda 'Secret Weapon' integrada por cinco jóvenes argentinos.

Hasta ahora es el grupo más famoso en Argentina y tiene clubes de fans en Chile, Perú y Bolivia, con sus coreografías tan cuidadas como sus peinados y uniformes en tonos galácticos que levantan pasiones entre las adolescentes sureñas seguidoras de la movida asiática.

"Hace dos años que estamos funcionando como grupo, pero hace un año que estamos más profesionales, nos presentamos en eventos en todo el país", contó Facundo Ocampo Silva, el líder de la banda, que se dio a conocer en Facebook y Youtube.

"Vi un video de K-Pop en Youtube que me llamó mucho la atención porque la estética era única con una mezcla de las modas de Europa, de América y Corea", contó Emiliano Ocampo Silva, el hermano de Facundo.

Cuando a finales del año pasado participaron en el programa 'Bailando por un sueño' de ShowMatch, el más visto en la televisión argentina, sorprendieron al público y se convirtieron en la primera tendencia en Twitter en Argentina.

Los jóvenes de 21 a 25 años "sacaron la plata de sus bolsillos", según sus palabras, para difundir la cultura coreana en las provincias argentinas con eventos de animes y ahora sueñan con internacionalizarse."Si todo sale bien, estaremos partiendo en octubre a Corea del Sur, para participar en el KPOP World Festival", contó Facundo tras revelar que están necesitando apoyo en seguridad al salir a la calle ante el acoso de sus fanáticas.

Queda por ver si repetirán la buena fortuna de la española Lucía Quintero Vázquez, que luego de entusiasmarse con el estilo K-Pop una tarde de aburrimiento frente a la televisión se inventó el personaje Lucy Paradise. Cantando, bailando y tocando una guitarra eléctrica, a sus 20 años se convirtió en una diva en Corea del Sur.

Tras este éxito, Quintero pasó a firmar un contrato este año con una disquera multinacional, que ya sabe los millones que se pueden amasar gracias a la Ola Coreana. Gladys Silva, la madre de Facundo y Emiliano, piensa que el K-Pop va más allá del baile y de la música.

"Los jóvenes quieren aprender el idioma coreano, comer comida coreana, ver pelis coreanas y sobre todo aprenden los valores del trabajo y del respeto y algunos empezaron incluso a ir a las iglesias coreanas", reveló.

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