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- 13/08/2025 00:00
La comunicadora, escritora y creadora de contenidos Maricel Méndez ha lanzado su primer libro, La escritora que vive en mí, una selección de textos que han acompañado su evolución personal y que ahora toman forma impresa para conectar con lectores que buscan historias cotidianas contadas con sensibilidad, humor y profundidad.
Conformado por escritos publicados —e inéditos— de su blog del mismo nombre, el libro ofrece un viaje a través de distintas etapas de su vida. Cada texto revela una faceta distinta de su voz narrativa: desde la mujer que escribe con la taza de café en la mano y el alma al descubierto, hasta la relacionista pública observadora del mundo que la rodea, pasando por la cubana chispeante y sin filtro que irrumpe con gracia para decir lo que muchos piensan y pocos se atreven a decir.
El proceso de selección de los textos, Méndez confiesa a este medio que “fue un poco difícil porque los escritos de uno son como hijos. Sin embargo, al analizarlos, tratamos de que hubiera un balance y un poco de todo. Fui quitando textos junto con mi editora, Julieta Ledezma. Entre los inéditos, muchos se quedaron fuera, pero incluimos otros que eran relevantes para que la gente me conociera y viera mi estilo. Yo escribo como hablo, así que es fácil de leer. Creo que logramos una muy buena combinación de artículos”.
Sobre qué tanto hay de ella en los escritos, asegura que no se reservó nada. “Si sentía que tenía que salir, salió. Los textos son muy míos: quienes los leen me dicen que es como estar conversando conmigo. Trato de ser coloquial, natural y espontánea, porque así soy yo. Escribir de otra forma no sería fiel a mí”.
La escritora que vive en mí no es solo un libro para leer; es una invitación a sentir, identificarse y, sobre todo, a recordar que cada persona lleva dentro múltiples voces que desean ser escuchadas. Entre reflexiones íntimas, escenas de comedia y momentos de contemplación, el libro transita desde lo liviano hasta lo profundo, capturando la esencia de lo cotidiano con autenticidad.
“El proceso de escribir este libro fue una manera de ordenar recuerdos, darle lugar a emociones y, sobre todo, reconocer a esa escritora que siempre estuvo allí, esperando a que la dejara salir”, comenta Méndez, quien también dirige el boletín Maricel Escribe y es parte del pódcast Ni Buenas Ni Malas, espacios donde continúa explorando temas de identidad, crecimiento y comunicación con mujeres que, como ella, se reinventan desde la experiencia.
La escritora revela que comenzar a escribir para ella fue lo que podría llamarse un desafío. Trabajaba como relacionista pública y pasaba el día escribiendo textos para los demás; al llegar la noche, estaba cansada y sin ganas de escribir más.
¿Cómo empezó a escribir un texto, dijo: ‘este es el momento, ya voy a empezar, punto y se acabó’?
“Ay, Dios mío, fue así mismo: punto y se acabó. Porque, bueno, por mi profesión —y me imagino que te pasa algo similar por la tuya— escribimos todo el día o gran parte de él. Temas más corporativos, notas de prensa, discursos, guiones de maestro de ceremonias... Y llega un momento en que, en la noche, sinceramente, yo no quería escribir absolutamente nada”.
Añade: “pero sentía esta necesidad dentro de mí de escribir lo mío: lo que me pasaba, lo que pensaba, lo que sentía... que no es exactamente lo que hago en el trabajo. Entonces, un día dije ‘voy a empezar”.
“Al principio fue bastante desordenado, hasta que pensé: ¿Sabes qué? Tengo que ponerme en cintura yo misma. Y la única manera era tener el compromiso de un blog, porque así la comunidad estaría esperando el escrito. Ya tenía el compromiso de hacerlo. En realidad, no es una obligación porque lo hago feliz, pero me ayudó a darme orden”.
“Yo empecé desordenada hasta que creé el blog. Con la periodicidad semanal, la comunidad esperaba su correo, así que me organicé. Mucha gente me decía que les daba pena o que no podían. Yo les digo: todos podemos escribir. Quizás no todos seremos Isabel Allende, pero todos podemos hacerlo”.
“Si te da pena, escribe solo para ti. Nadie tiene que leerlo. Por eso hice una guía llamada Quiero escribir, que está en mi página. No hablo de gramática u ortografía, sino del estado mental y emocional para escribir: crear el hábito, hacerlo en un ambiente agradable, sin interrupciones, y practicar mucho”.
Un consejo clave de la autora: para escribir hay que leer. No importa si no es un libro de 900 páginas; pueden ser artículos de revista. Lo importante es leer algo”.