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- 03/05/2025 00:00
Reporteros sin Fronteras (RSF) publicó su más reciente estudio en el que detalló el nivel de libertad de prensa de 180 países, y Panamá ocupó la posición 53 bajo la categoría de “problemático”. Según la organización, en el territorio canalero, “los periodistas que critican las políticas gubernamentales o cubren temas relacionados con la corrupción, especialmente escándalos financieros internacionales, son frecuentemente blanco de acciones legales”.
Agregó que “la autocensura está en aumento, al igual que la importancia de los contratos de publicidad oficial para los medios digitales, lo que limita su independencia”.
RSF se basó en la siguiente definición sobre libertad de prensa para definir su estudio: “La libertad de prensa se define como la capacidad de los periodistas, como individuos y colectivos, de seleccionar, producir y difundir noticias de interés público, independientemente de interferencias políticas, económicas, jurídicas y sociales y en ausencia de amenazas a su seguridad física y mental”.
El informe analizó cinco aspectos: político, económico, legislativo, social y de seguridad.
En cuanto al aspecto político, según el estudio, la relación entre personas dentro de dicho sector y los medios de comunicación, “se han deteriorado, lo que ha provocado la autocensura de periodistas por temor a demandas judiciales”.
Acerca del campo legal, “las leyes panameñas ofrecen poca protección a los periodistas. Las demandas por difamación se presentan con gran frecuencia contra periodistas y suelen resultar en sanciones económicas, lo que representa un grave obstáculo para la libertad de prensa. Se están llevando a cabo varias acciones legales para que los tribunales ordenen la confiscación de los bienes y salarios de los periodistas para cubrir las indemnizaciones impuestas a los políticos en las demandas por difamación”.
En relación a la seguridad de las personas dentro de los medios de comunicación, el estudio informó que “los periodistas panameños trabajan en un entorno relativamente seguro y protegido. Las agresiones físicas contra reporteros son muy poco frecuentes. La principal amenaza proviene del sistema judicial”. Según el documento, se reportan cero muertes y detenciones de periodistas este 2025.
ContinenteRSF detalló que “el periodismo en las Américas enfrenta persistentes desafíos estructurales y económicos, entre ellos, la concentración de medios, medios públicos débiles y condiciones laborales precarias”.
De los 24 países estudiados dentro del continente americano, Trinidad y Tobago (con una puntuación de 79,71) ocupó la posición más alta de la región (#19 global) seguido de Canadá (78,75) que tomó el puesto #21 a nivel mundial; Jamaica (75,83) llegó a la posición 26 de 180 países; Surinam (74,49) en el puesto 32 y Costa Rica con 73.09 puntos está en el puesto 36. Todos estos países poseen un nivel “satisfactorio” en cuanto a su nivel de libertad de prensa.
Los países que ocuparon una posición “problemática”, además de Panamá, fueron:
• República Dominicana (#43 a nivel global)
• Belice (#47)
• Estados Unidos (#57)
• Uruguay (#59)
• Brasil (#63)
• Chile (#69)
• Paraguay (#84)
• Argentina (#87)
Por otro lado, estos fueron los países que se definieron como “difíciles”:
• Bolivia (#93)
• Ecuador (#94)
• Haití (#111)
• México (#124)
• Perú (#130)
• Guatemala (#138)
Y estos son los territorios que se definieron bajo una situación “muy seria”:
• Honduras (#142)
• Venezuela (#160)
• Cuba (#165)
• Nicaragua (#172)
Los países que obtuvieron los 10 primeros puestos en cuanto a su nivel de libertad de prensa fueron:
• Noruega (92,31 puntos a nivel global)
• Estonia (89,46)
• Países Bajos (88.64)
• Suecia (88,13)
• Finlandia (87,18)
• Dinamarca (86,93)
• Irlanda (86,92)
• Portugal (84,26)
• Suiza (83,98)
• República Checa (83,96)
Según RSF, “el marco jurídico de Noruega que protege la libertad de prensa es sólido. El mercado de los medios de comunicación es dinámico, cuenta con una fuerte emisora de servicio público y un sector privado diversificado, y las editoriales mantienen una amplia independencia editorial”.
En cuanto a Estonia, “aunque los periodistas enfrentan amenazas físicas y en línea que fomentan la autocensura, se benefician de un entorno legal y político protector”. Y en Países Bajos, “los medios de comunicación son tradicionalmente independientes y gozan de gran confianza por parte de la mayoría de la población. Existe un panorama mediático diverso con un alto nivel de pluralismo y una amplia gama de diarios y revistas nacionales (Volkskrant, Telegraaf...) y regionales (Leidsch Dagblad, Gooi en Eemlander...)”.
Las puntuaciones más bajas (#171 - #180) la obtuvieron los siguientes países:
• Rusia (24,57 puntos a nivel global)
• Nicaragua (22,83)
• Vietnam (19,74)
• Turkmenistán (19,14)
• Afganistán (17,88)
• Irán (16,22)
• Siria (15,82)
• China (14,80)
• Corea del Norte (12,64)
• Eritrea (11,32)
El estudio detalló que “la República Popular China (RPC) es la mayor prisión del mundo para periodistas y su régimen lleva a cabo una campaña de represión contra el periodismo y el derecho a la información en todo el mundo”. Ha tenido 110 periodistas y 3 trabajadores de medios detenidos.
Sobre Corea del Norte, dijo que “es uno de los regímenes más autoritarios del mundo, controla estrictamente la información y prohíbe estrictamente el periodismo independiente”.
Por último, sobre el país africano, RSF explicó que “como toda la sociedad eritrea, los medios de comunicación están sujetos a la absoluta arbitrariedad del presidente Issayas Afeworki, culpable de crímenes contra la humanidad, según un informe de la ONU de junio de 2016”.
Añadió que “no hay medios de comunicación independientes en este país, tristemente conocido por detener a periodistas durante más tiempo que cualquier otro país del mundo”.