En Venezuela hay 1,905 detenidos considerados como “presos políticos”, 38 más que la semana pasada, cuando se computaron 1.867 personas privadas de libertad...
Panamá, en el mercado global de semiconductores y microelectrónica
- 27/09/2024 00:00
- 26/09/2024 17:28
¿Se ha preguntado alguna vez cómo funciona su teléfono, computadora o su nuevo carro? La respuesta está en un objeto diminuto pero poderoso: los chips de semiconductores.
Los chips son pequeñas placas o “cuadritos” que se fabrican a partir de láminas delgadas llamadas obleas, que se producen en fábricas de alta tecnología conocidas como fabs.
Las obleas están hechas de materiales que tienen una conductividad eléctrica intermedia, usualmente, el silicio. Estos materiales se llaman semiconductores. Las obleas pasan por un proceso de dopaje para preparar su superficie. Luego se cortan los “pedacitos” de silicio para convertirlos en chips.
Los millones de pequeños circuitos integrados en los chips, mediante procesos como fotolitografía o grabado, permiten que los dispositivos ejecuten tareas complejas en cuestión de segundos. El diseño de los chips y su propiedad intelectual son parte de una etapa previa de investigación y desarrollo (I+D).
Para asegurar su funcionalidad y rendimiento, los chips se someten a pruebas. Luego, se montan en un paquete que protege los circuitos y facilitan la conexión del chip a una placa de circuito impreso (PCB) y posteriormente se integran en los distintos dispositivos electrónicos.
Debido a la complejidad y alta especialización de la cadena global de suministro de semiconductores y chips, son numerosas las empresas que participan en esta industria. Algunas se dedican solo a una actividad, como la fabricación de obleas. Otras, a los chips, ensamble y encapsulado, pruebas, etc., ya sea de manera individual o varios servicios.
Las proyecciones del mercado global de semiconductores y microelectrónica para el año 2024 indican que alcanzará un valor de entre 588 mil millones de dólares y 617 mil millones de dólares. Esta cifra representa un incremento entre el 13 % y el 16 % respecto al año pasado, impulsado por la demanda en computadoras, centros de datos, teléfonos, inteligencia artificial generativa, memoria de alto rendimiento, el sector automotor e industrial.
Los países que participan en la cadena global de fabricación y desarrollo de semiconductores y chips, como China, Corea del Sur, Taiwán y Japón, tienen una ventaja competitiva por la creciente demanda global y potencian el desarrollo científico, tecnológico y la innovación.
En Occidente, la industria de semiconductores de Estados Unidos domina alrededor del 50.2 % del mercado global, de acuerdo con la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA, por sus siglas en inglés).
Diversas naciones han regulado las tecnologías y aplicaciones de semiconductores. Por ejemplo, la Ley Europea de Chips, que establece medidas para garantizar la seguridad del suministro, resiliencia y el liderazgo tecnológico.
Estados Unidos cuenta con la Ley Chips y Ciencias de 2022, que destinó fondos para impulsar la fabricación y la investigación nacional en semiconductores. El Departamento de Estado es responsable de implementar el Fondo Internacional de Innovación y Seguridad Tecnológica (ITSI) de 500 millones de dólares, para ampliar y diversificar la capacidad internacional de Ensamblaje, Prueba y Empaquetado (ATP) en Occidente y en el Indo-Pacífico.
El Gobierno estadounidense anunció asociaciones ITSI con Panamá, Costa Rica, Vietnam, Indonesia y Filipinas.
Costa Rica tiene experiencia en la industria de semiconductores, porque la empresa Intel instaló en 1997 una planta de ensamblaje y prueba de microprocesadores, en la provincia de Heredia. Se espera que los países del sudeste asiático, América Latina (incluida Panamá) y Europa del Este amplíen su actividad en el segmento de ATP.
En julio de 2023, la secretaria de Comercio de Estados Unidos (EU), Gina Raimondo, y otros representantes estadounidenses, visitaron Panamá y se reunieron con miembros del Gobierno panameño, y con el secretario nacional de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).
¿El propósito? Compartir el interés de ambas naciones para explorar las oportunidades que brinda Panamá con su infraestructura logística, para diversificar las cadenas de suministro globales y reducir la dependencia de Asia para las operaciones de ATP de semiconductores.
Desde abril de 2024, Panamá cuenta con un decreto ejecutivo que establece los órganos de gobernanza para impulsar la estrategia nacional de semiconductores y microelectrónica, así como la creación de la figura de un comisionado nacional de semiconductores.
Se firmó un memorando de entendimiento con la Universidad Estatal de Arizona, y se está negociando con la Universidad Purdue y la Universidad Estatal de Ohio, en EE.UU.
El 27 de junio de 2024, la Senacyt lanzó la primera Convocatoria Pública de becas para panameños de licenciaturas en áreas de ingeniería y ciencias básicas para formar capacidades en semiconductores. El 29 de agosto cerró la convocatoria y 85 estudiantes sometieron propuestas; después de una evaluación se elegirán aquellas que cuenten con la calidad y mérito para que sean beneficiados y puedan concluir sus estudios universitarios en la Universidad Estatal de Arizona o en Purdue University.
También se concretaron misiones a Costa Rica, Arizona y a la conferencia Semicon West, en EU, para atraer empresas relacionadas con los semiconductores a Panamá.
El Ministerio de Comercio anunció que Panamá será anfitrión de las sesiones de la Red Informal de Intercambio de Semiconductores, previstas para el mes de diciembre, con el objetivo de fomentar el intercambio de buenas prácticas para desarrollar el ecosistema empresarial del sector de semiconductores. El anuncio fue notificado a Panamá por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La Senacyt y la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) están impulsando el Centro de Tecnologías Avanzadas en Semiconductores (C-TASC AIP), bajo la figura legal de asociación de interés público y su sede será en las instalaciones de la UTP. La Universidad Estatal de Arizona colaborará con el asesoramiento.
El C-TASC ofrecerá programas de formación y capacitación, hará investigaciones, colaborará en investigaciones con instituciones académicas y empresas, y proporcionará espacio físico, infraestructura y recursos para empresas emergentes de este ámbito.
El secretario nacional de la Senacyt, doctor Eduardo Ortega Barría, forma parte de la Comisión de Innovación en Microelectrónica y Semiconductores y de la junta directiva del C-TASC AIP. El doctor Ortega Barría resalta entre las ventajas competitivas de Panamá, la cercanía y el Tratado de Libre Comercio con EU, acuerdos con más de 60 países, y la infraestructura aérea y marítima.
“Panamá puede incursionar en esta industria en los segmentos de diseño de software, ensamblado, pruebas y empacado. Esta industria transformará a Panamá y generará empleos en diferentes niveles, técnicos, profesionales y especializados, con salarios más competitivos”.
La Senacyt ha estimado una inversión de 5 millones de dólares, distribuidos para los siguientes 5 años e impulsar el C-TASC. Se estima que, para los dos primeros años, la Senacyt pueda invertir $1.8 millones en los programas educativos para formar jóvenes, y $1.5 millones para formar profesionales con posgrado (maestrías y doctorados).
El C-TASC organizó un foro y dos sesiones de entrenamiento (Bootcamp Panamá 2024), el primero, sobre conocimientos avanzados y habilidades prácticas para diseño de semiconductores, y el segundo, sobre la verificación de Verilog con FPGA (Field Programmable Gate Array), una herramienta para el desarrollo y prueba de sistemas digitales complejos, que se hizo en colaboración de la empresa Synopsys.
Cuatro profesores de la UTP tomaron una capacitación de 8 semanas (7 semanas virtual y 1 presencial) en los Países Bajos y este año cuatro profesores más tomarán el mismo curso.
Los grupos de investigación de Cadena de Suministros, Aplicaciones, Materiales y Data Avanzada de la UTP están colaborando en diversas iniciativas. Por ejemplo, el grupo de materiales abordarán el tema de semiconductores con el Laboratorio Pierre & Marie Curie de la Facultad de Ciencias y Tecnología, y el grupo de aplicaciones que trabaja con software y PCB, se ha entrenado en ciberseguridad y están tratando de realizar un hackaton.
La doctora Elida de Obaldía, investigadora de la Vicerrectoría de Investigación Postgrado y Extensión de la UTP, señala que la idea es ir creando un ecosistema de startups panameñas y empresas que se instalen en el país, y desde el C-TASC, apoyar en investigaciones pertinentes para las empresas, por ejemplo, cómo desarrollar tarjetas de cobre más resistentes a la corrosión.
“Tenemos el recurso humano, ingenieros graduados con una buena base en electrónica, mecánica, mecatrónica, sistemas, y pueden reentrenarse en una empresa o fábrica en periodos de 3 a 9 meses mediante certificaciones o diplomados para producir lo que necesiten”.