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- 25/11/2008 01:00
PANAMA. Más de un millón 700 mil aves rapaces migraron al sur del continente americano a través de Panamá, según el recuento final de temporada elaborado por la Sociedad Audubon (PAS), que estudia las aves desde hace 35 años en este país. La PAS informó ayer que la cifra supera en 600 mil el número de aves divisadas en 2007, año en que avistaron un total de 1,145,141.
"Las condiciones climatológicas, con cielos más despejados en el mes de octubre, nos permitieron contar muchas más aves que el año anterior", dijo hoy a EFE la directora ejecutiva de PAS, Rosabel Miró. Explicó Miró que este aumento no está directamente relacionado con un alza del tránsito de aves rapaces, sino con que "hubo una buena oportunidad para visualizarlas".
Entre las aves que migraron se destaca en cantidad el "buitre negro americano", conocido también como "gallinazo", de los que se visualizaron 1,192,746 especímenes.
La mayoría de pájaros atraviesan Panamá a través del Cerro Ancón, un área boscosa ubicada en la ciudad, convirtiendo a esta capital en la primera de América Latina en tránsito de aves rapaces.
Panamá es, además, uno de los países, junto con México, Costa Rica e Israel, por los que migran cada año más de un millón de aves rapaces.
Un ave de presa o rapaz es un ave que caza su comida utilizando su pico, duro, curvado y acabado en punta, pero mayormente sus garras, afiladas, que hacen "presa" en sus capturas.
La aves de presa nocturnas, como los búhos, mochuelos y lechuzas, están separados de las familias diurnas, y son del orden de los Strigiformes. Su similitud se da por la denominada convergencia evolutiva (animales filogenéticamente distantes adquieren, evolutivamente, aspectos similares por alimentarse de lo mismo u ocupar los mismos ecosistemas). Aunque el término "rapaz" a veces es utilizado ampliamente, en general se refiere a especies diurnas.
Son depredadores carnívoros que se caracterizan en primer lugar y sobre todo, por sus poderosos picos ganchudos que utilizan para desgarrar la carne de sus presas. Los ojos relativamente grandes (dotados de un soberbio poder de resolución, muy superior al de los seres humanos) sirven para identificar la presa con toda precisión, mientras que la captura se efectúa con las largas patas terminadas en poderosas garras armadas con uñas afiladas como cuchillos.
Se puede, a efectos de identificación en la naturaleza, establecer una división de las rapaces diurnas en grupos de acuerdo con los modelos básicos de siluetas (forma y longitud relativa de las alas y la cola).
Una vez que el ave es asimilada a uno de estos modelos, el número de posibilidades queda reducido considerablemente y resulta mucho más fácil su identificación con ayuda de los dibujos y las descripciones.