Confirman que fumar adelgaza

PANAMÁ. Fumar quita el hambre. Esa es la excusa de las personas que ya tienen el hábito para no abandonarlo. Ahora resulta que la excusa...

PANAMÁ. Fumar quita el hambre. Esa es la excusa de las personas que ya tienen el hábito para no abandonarlo. Ahora resulta que la excusa se confirma y es cierta: científicos de la Universidad de Yale (EEUU) descubrieron que la nicotina que se halla en el cigarrillo altera un grupo de neuronas de una región del cerebro llamada hipotálamo. De allí parte un mensaje para el organismo: ‘no necesitas comida’, y provoca sensación de saciedad.

En el hallazgo podría estar la clave para el desarrollo de tratamientos que ayuden a reducir el peso entre los adictos y no adictos al tabaco. Y mejor: hasta para dejar el vicio que ha llevado a muchas personas a perder la vida producto de tumores pulmonares y asmas.

La novedad surgió mientras los científicos intentaban evaluar el efecto de un fármaco que funciona para la depresión. Para lograrlo, el medicamento actúa sobre un grupo de receptores que se hallan en la parte superficial de las neuronas del cerebro y que son los encargados de asilar la nicotina que llega hasta el cerebro.

Tras aplicarle el fármaco con nicotina a los ratones, los investigadores se dieron cuenta que los animales comían menos que aquellos a los que no se les había administrado el medicamento.

La curiosidad por determinar que estaba produciendo la reacción en los roedores permitió descubrir que el fármaco era el que alteraba de forma específica a un receptor nicotínico, que a su vez producía un efecto en las neuronas en el hipotálamo, llamadas células proopiomelanocortina (POMC).

El estudio, además, reveló que aquellos ratones que tenían desactivadas las células POMC cuando se les administraba nicotina, no sufrían reducción alguna en su peso. Los roedores que tenían sus neuronas normales, en cambio, sí experimentaron perdidas de peso.

Sin embargo, los científicos advirtieron que estos receptores no son capaces de activar la ansiedad por el cigarrillo que experimentan los adictos.

Esto significa, para los estudiosos, que existe la posibilidad de que se cree un fármaco que suprima el apetito sin provocar ninguna reacción adversa en el cerebro. Más aún cuando previamente se ha descubierto que las neuronas POMC están íntimamente relacionadas con la obesidad en las personas.

Además, se podría crear medicamentos para controlar la gordura y otros trastornos metabólicos. Algo así como el efecto del tabaco sin lo nocivo de fumar.

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