Los graves riesgos de la insolación

Actualizado
  • 20/03/2012 01:00
Creado
  • 20/03/2012 01:00
I magine la capa de ozono como si fueran las gafas de sol de la Tierra que protegen la vida en su superficie de la dañina luz procedent...

I magine la capa de ozono como si fueran las gafas de sol de la Tierra que protegen la vida en su superficie de la dañina luz procedente de los rayos solares ultravioleta.

Panamá recibe una profusa cantidad de rayos solares en todo el año. Estos están compuestos de ondas electromagnéticas invisibles y de luz visible. Entre los rayos invisibles están los ultravioletas, que son nocivos para los seres vivos; pueden causar cáncer y otras enfermedades. El tiempo promedio durante el cual incide luz solar directa sobre la Ciudad de Panamá es de 5 horas por día o 1,807 horas al año y en el mes de marzo 7 horas por día; en la provincia de Los Santos 6 horas al día, según los registros de la Gerencia de Hidrometeorología de ETESA.

El tiempo de eritema o enrojecimiento leve de la piel está relacionado con el índice de radiación ultravioleta. Un índice entre 7 y 9 es alto y el tiempo de eritema es de 16 a 20 minutos, mientras un índice igual o mayor de 10 es extremo y el tiempo de eritema es de 9 a 14 minutos. Los rayos ultravioletas pueden incidir en un día nublado, pueden no sentirse cuando sopla el viento o en las actividades acuáticas, pero siempre son un riesgo. El Laboratorio de Física de la Atmósfera de la Universidad de Panamá ha podido establecer que se registran índices extremos y, en consecuencia de riesgo para la salud, durante el 85% de los días de la estación seca y durante el 60% de los días de la estación lluviosa. La atmósfera terrestre posee la capa de ozono estratosférico, que se regenera constantemente y que absorbe una parte de los rayos ultravioletas. Esta capa disminuyó su capacidad en las últimas décadas por los efectos de varios gases producidos por el hombre en su mayoría, los llamados CFC (clorofluorocarbonos) que se usan en productos domésticos e industriales, otros en la agricultura.

Los países se unieron, en la década de 1980, para minimizar el uso de estos depredadores del ozono a través del Protocolo de Montreal que entró en vigor en 1989 y que fue revisado en varias ocasiones. Se enfoca en la eliminación de las emisiones mundiales que agotan el ozono. Desde que el Protocolo de Montreal entró en efecto, las concentraciones atmosféricas de las sustancias depredadoras del ozono se han reducido, aunque se mantiene con mayor concentración en las regiones antárticas y árticas, pero ha sido un paso positivo para contrarrestar este letal problema ambiental.

ING. METEOROLOGÍA

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