Cosecha de lluvia para la estación seca

  • 08/08/2015 02:00
Recoger lluvia en zonas rurales es una de las opciones más económicas para garantizar agua en tiempos de escasez

Un económico y sencillo programa en previsión de la sequía, prepara a la población rural panameña para la temporada de escasez, producto de la recurrente sequía.

Aunque en plena zona tórrida tropical, lo que garantiza al país abundante precipitación, Panamá no escapa al problema de escasez que afecta a todo el planeta y prepara estrategias ingeniosas para tiempos de necesidad.

ENFRENTADO LA SEQUÍA

El Sistema de Captación de Agua Lluvia del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), promovido a través del Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y el Caribe (Cathalac), con sede en Panamá, garantiza la sostenibilidad de las actividades sociales y agropecuarias en zonas apartadas.

Es ejecutado, únicamente, por MiAmbiente y el 100% de los fondos proviene del Gobierno Nacional.

Francisco de Arco, coordinador del Sistema de Captación de Agua de Lluvia, explicó a La Estrella de Panamá que el proyecto, en marcha desde 2009, ha empezado a implementarse recientemente, cuando los efectos del cambio climático han empezado a impactar fuertemente al país.

Y aunque existe la alerta por sequía en el ‘arco seco' (la zona central del país entre Coclé y la península de Azuero), la región registra precipitaciones de aproximadamente 1,500 milímetros (mm) al año, volumen muy por encima del punto crítico de abastecimiento de agua, que, de acuerdo con los indicadores internacionales es de 200 a 300 mm anuales.

Para este año, el Gobierno destinó un presupuesto $85,000 para la ‘siembra y cosecha' de agua y MiAmbiente ha solicitado que dentro del presupuesto de la institución para el próximo año, se destinen $106,000.

‘Proyectamos que el monto suba un 7% en los años que vienen', señaló de Arco a este diario.

COSECHA DE AGUA

Esta alternativa natural para el abastecimiento en focos de población apartados del sistema de conexión de acueductos o con frecuentes periodos de carestía, no es ‘moderno', pero sí actualiza los métodos que se han utilizado desde tiempos ancestrales en diferentes partes del planeta.

El modelo de MiAmbiente, avalado por organismos internacionales, propone la construcción de silos o tanques cisterna cubiertos junto a los techos, desde donde, por gravedad, se recoge el agua y se conduce con una tubería de PVC.

Los techos deben estar debidamente acondicionados: limpios de basura y cubiertos con pintura sin plomo, para evitar la introducción de contaminantes químicos. Y de la cisterna, hasta el punto óptimo de reserva, debe salir un grifo o pluma o el sistema de distribución y suministro deseado. En lo posible, el tanque debe aportar algún proceso de filtrado o depuración del agua, pero, para consumo humano, debe ser hervida.

El documento marco del proyecto recomienda establecer sistemas de captación tanto a nivel familiar como comunitario.

Según de Arco, el proyecto se lleva a cabo en todo el país, pero son 45 los sistemas instalados que han generado mayor impacto.

Han resultado beneficiados más de 500 niños de los centros educativos de la región del arco seco, además de las comarcas Ngäbe Buglé y Guna Yala.

‘La región más crítica es la del arco seco y la comarca Ngäbe, donde más del 50% de la población no tiene acceso a agua potable, según el censo de 2010 de la Contraloría General de la República', señaló el coordinador del proyecto.

Siguiendo el ejemplo de programas similares, en otras latitudes, la recolección se puede llevar a cabo de diferentes maneras, dependiendo de la organización del hogar o de la comunidad y de los recursos con los que se cuenta. Hay quienes ponen recipientes en techos o jardines para recolectar el agua. Otros hacen un sistema de recolección que contempla canales que conducen el agua de lluvia que viene del techo, y lo pasan por un filtro para separarlo de los sedimentos que contiene, hasta llegar al lugar de almacenamiento.

Este mecanismo se está volviendo a implementar en muchos países de la región. Desde comunidades suramericanas en los Andes y el Amazona, hasta poblados del Centro y Norte América.

De acuerdo con la Secretaría mexicana de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), esta práctica podría reducir hasta un 50% el agua potable de uso doméstico.

FICCIÓN O REALIDAD

Si se cumplen los presagios de las películas de ciencia ficción, en el futuro, los conflictos bélicos podrían generarse por la tenencia del agua. El recurso escasea y se habla de una sequía prolongada.

Un informe de las Naciones Unidas expone que la crisis mundial del agua cobrará en los próximos años proporciones sin precedentes y aumentará la creciente penuria del líquido en muchos países en desarrollo.

También estudios de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estiman que uno de cada cinco países en vías de desarrollo tendrá problemas de escasez de agua antes del año 2030. El organismo recomienda que en esos países se reduzca el gasto de agua en la agricultura, por lo que deben modernizar sus sistemas de riego.

En Panamá, el recurso hídrico no debería ser un problema. La precipitación media anual varia entre los 1,100 y los 5,500 mm, con una media anual de 2,928 mm/año, según datos de la FAO. El registro panameño es el mayor del istmo centroamericano. Sin embargo, parece no ser suficiente a la hora de sostener las actividades que dependen del líquido, como la agricultura, energía, consumo humano y el Canal de Panamá.

Los expertos adjudican la escasez del agua a los efectos del cambio climático, al incremento de la producción agrícola y el fenómeno de El Niño.

ECONOMÍA DEL AGUA

El hecho de tener un buen índice de precipitación ha llevado a los panameños a desperdiciar el líquido, tratado y distribuido desde las plantas potabilizadoras del país. En ese sentido, las autoridades han realizado esfuerzos, con campañas de sensibilización para educar a los ciudadanos en el consumo responsable, pero sin buenos resultados hasta la fecha.

El Ministerio de Desarrolló Agropecuario también se ha propuesto capacitar a los productores del país, para que hagan un uso más eficiente del agua con la implementación del Proyecto Cosecha de Agua.

Países del medio oriente, donde el problema del agua los ha acompañado desde siempre, han desarrollado alta tecnología para obtener el liquido. Pero su principal éxito ha sido la buena planificación de la economía del agua. En Israel se usa agua desalada y reciclada, como el Lago Kinneret, suficiente para soportar las temporadas entre inviernos. Este país, incluso, ha ayudado a los Estados Unidos a hacer frente a sus problemas de sequía.

Un ejemplo similar, sigue Emiratos Árabes Unidos, donde disparan cohetes que inyectan cristales de sal a las nubes, con el fin de aumentar su condensación hasta licuarlas y provocar la lluvia.

Los Emiratos figuran entre los diez países más pobres en agua, con 78 milímetros de lluvia por año, frente a los 2,928 de Panamá.

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‘La sequía ha impactado fuertemente el arco seco y a las comarcas',

FRANCISCO DE ARCO

SISTEMA DE CAPTACIÓN DE AGUA LLUVIA (MIAMBIENTE)

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