El tiburón ballena registra la migración trans-pacífica más larga de la historia

Actualizado
  • 25/04/2018 17:04
Creado
  • 25/04/2018 17:04
Esta especie fue detectada en las aguas de la Isla Coíba, en la provincia de Veraguas

Poco se sabe sobre los peces más grandes del mundo, apacibles gigantes que alcanzan los 12 metros (40 pies) de longitud.

Científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) rastrearon a una hembra de tiburón ballena desde el Pacífico Oriental hasta el oeste del Indo-Pacífico: 20,142 km (más de 12,000 millas) la ruta más larga de migración de un tiburón ballena jamás registrada.

El científico, Héctor Guzmán, etiquetó a una hembra de tiburón ballena (rhincodon typus) cerca de la Isla Coiba en Panamá. Su equipo nombró al tiburón Anne en honor a la conservacionista Anne McEnany, presidenta y directora general del International Community Foundation (ICF).

El proyecto de varios años también etiquetó a 45 tiburones adicionales en Panamá con el patrocinio del Fondo Candeo de Christy Walton en el International Community Foundation, junto con STRI y la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Panamá (Senacyt).

Guzmán estimó la posición de Anne basándose en las señales de una etiqueta de Posición y Temperatura Inteligente (SPOT) atada al tiburón, recibida por el Satélite de Investigación Avanzada y Observación Global (Argos).

De acuerdo con científicos del Smithsonian , la etiqueta sólo se comunica con el satélite cuando el tiburón nada cerca de la superficie. Anne permaneció en aguas panameñas durante 116 días, luego nadó hacia la Isla Clipperton (Francia), cerca de la Isla del Coco (Costa Rica) en su ruta hacia la Isla Darwin en Galápagos (Ecuador), un sitio conocido por atraer grupos de tiburones.

Según los investigadores 266 días después de que la etiquetaron, la señal desapareció, lo que indica que Anne estaba a gran profundidad para ser rastreada y después de 235 días de silencio, las transmisiones iniciaron nuevamente, al sur de Hawái.

Tras una estadía de 9 días, continuó por las Islas Marshall hasta que llegó a la Fosa de las Marianas, un cañón en el fondo del océano cerca de Guam en el Pacífico Occidental donde el director James Cameron localizó el punto más profundo de la superficie de la Tierra a casi 11,000 metros (36,000 pies) debajo del nivel del mar.

"Tenemos muy poca información sobre por qué migran... puede que estén buscando comida, buscando oportunidades de reproducción o impulsados por algo más", comentó Guzmán.

A pesar que el tiburón ballena es el pez más grande del mundo, se tiene poca información sobre esta especie.

Según el biólogo Scott Eckert, cuando inició investigar a estas especies, se debatió su taxonomía y aún no estaba claro cómo se reproducían.

Ellos se encuentran en aguas cálidas, tropicales y subtropicales, se cree que alrededor de una cuarta parte de los tiburones ballena viven principalmente en el Atlántico, mientras que aproximadamente tres cuartas partes viven en el Indo-Pacífico.

Los turistas se sienten atraídos a los sitios donde se reúnen 500 o más tiburones ballena: en Omán, Australia, Galápagos, México, Mozambique, Seychelles. También se han reportado grandes grupos desde Taiwán, el sur de China y la costa de Gujarat en India.

Los estudios genéticos muestran que los tiburones ballena en todo el mundo están estrechamente relacionados, lo que indica que deben viajar largas distancias para aparearse. Se han rastreado tiburones ballena en distancias más cortas a lo largo de rutas similares, pero este informe es la migración más larga registrada hasta la fecha y la primera evidencia de una posible ruta transpacífica.

Como Anne, otros tiburones ballena parecen seguir la corriente rcuatorial del norte durante la mayor parte de la distancia. Las hembras grandes pueden nadar un promedio de 67 kilómetros (aproximadamente 40 millas) por día.

El tiburón ballena es uno de los tres tiburones que se alimentan por filtración y se alimenta de plancton, huevos de peces, krill, larvas de cangrejo, pequeños peces y calamar (además de plástico, que no pueden digerir). Como tales, no se consideran particularmente peligrosos y las compañías de turismo que ofrecen la oportunidad de nadar muy cerca de estos tiburones son comunes cerca de las áreas donde se reúnen en grandes cantidades. Pero su tamaño también atrae a los barcos pesqueros.

También son buscados por sus aletas y carne, por sus dientes (utilizados en artesanías y vendidos a los turistas) y por el cartílago y el aceite con supuestos valores medicinales. Los tiburones ballena juveniles a menudo terminan como captura incidental junto con el atún y otras pesquerías.

Esta especie fue clasificado en peligro de extinción en el 2016. Durante los últimos 75 años, se estima que casi la mitad de los tiburones ballena del mundo han desaparecido. En muchas partes del mundo, tienen protección legal, pero las regulaciones a menudo no se imponen.

La pesca, captura y venta de tiburones ballena está prohibida en Panamá mediante el Decreto Ejecutivo No. 9, firmado en el 2009 y en el 2014, la Autoridad de Ambiente de Panamá aprobó una resolución adicional que regula el avistamiento de tiburón ballena en el Parque Nacional Coiba y la reserva marina Isla Canales de Afuera. La resolución incluye un Manual de observación de tiburones ballena, pero desafortunadamente las actividades turísticas no están bien organizadas y las autoridades no están presentes para hacer cumplir las regulaciones.

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