El cannabis, de yerba prohibida a uso medicinal

  • 07/09/2021 00:00
En Panamá, la Ley deberá ser sancionada por el presidente Laurentino Cortizo. Mientras algunos aplauden la iniciativa con fines medicinales, otros la desaprueban al considerar que la perspectiva comercial no beneficia al país
El proyecto de Ley 153 tomó fuerza como unainiciativa discutida en el seno del Órgano Legistlativo, por los diputados Crispiano Adames y Marcos Castillero.

Por sus propiedades terapéuticas, el cannabis está adquiriendo cada vez mayor popularidad. De acuerdo con estudios científicos así como testimonios de pacientes que padecen enfermedades como dolor crónico, epilepsia, esclerosis múltiple, reumatismo y otras dolencias graves, el uso medicinal del cannabis sativa, cáñamo o marihuana como se le conoce popularmente, tiene efectos terapéuticos positivos en cada una de estas dolencias.

Bajo esa premisa, el pasado lunes 30 de agosto, fue aprobado en tercer debate de la Asamblea Nacional el proyecto de Ley 153 que reconoce el estatus legal del uso del cannabis con fines medicinales y terapéuticos, una lucha que venían impulsando desde hace cinco años activistas, sin embargo para que se convierta en Ley de la República aún necesita la sanción del presidente, Laurentino Cortizo.

Marie Millard, directora ejecutiva de la Fundación Luces Panamá, dedicada a la lucha contra la epilepsia, manifestó a La Estrella de Panamá su respaldo a la Ley 153 ya que desde 2017 viene luchando para que el cannabis sea utilizado como un tratamiento para estos pacientes, de manera que mediante el acceso a este producto mejore, su calidad de vida.

“Hemos notado que los pacientes con epilepsias refractarias tenías esta necesidad. Con epilepsia refractaria me refiero a cuando un paciente ha probado varios medicamentos anticonvulsiones que encontramos en el mercado y no responde a ninguno de ellos, es decir, sus crisis o efectos secundarios no se pueden controlar. Ante esa necesidad, muchas madres tuvieron la oportunidad de viajar al extranjero para tratar a sus niños y vieron cómo pasaron de tener 400 convulsiones a diario a cero usando cannabis medicinal”, reconoció Millard.

Según el documento, los medicamentos vendrían en presentación oral mediante cápsulas o gotas sublinguales.

La directora de la fundación y su equipo se mantuvieron en todas las mesas de negociaciones y reuniones que se dieron hasta el último día, a fin de lograr la aprobación de esta Ley, que esperan sea sancionada pronto por el Ejecutivo.

Añadió que las crisis epilépticas son tan frecuentes que limitan la habilidad del paciente para vivir plenamente acorde con sus deseos y su capacidad mental y física.

De acuerdo con lo establecido en el documento Ley, se creará un registro de las personas autorizadas para el consumo de cannabis y se difinirán los temas relacionados a las licencias de importación de sus derivados para la comercialización, la fabricación, el uso de semillas, y las licencias para investigación científica, los cuales estarán supervisados por el Ministerio de Salud (Minsa). Sin embargo, la iniciativa prohibe terminantemente, la comercialización de productos derivados de cannabis medicinal a domicilio o vía internet dentro del país.

Otras perspectivas

En ese sentido, Ligia Álvarez, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Panamá, también resaltó a este medio que su mayor preocupación es la siembra de esta planta en el país especialmente porque no saben si el cultivo se hará a través de invernaderos o a cielo abierto que de hecho, “en una de las últimas reuniones a las que asistí nos dijeron que esta última alternativa es posible por lo que nos parece un gran riesgo para la población y creo que es necesario que se investigue de qué forma se va a cultivar la planta”, sostuvo.

Más de cincuenta países, usan el cannabis con fines terapéutico.

Álvarez insistió en que como profesionales de la salud están a favor de que el paciente que lo necesite realmente se beneficie del cannabis pero bajo la importación de un producto terminado.

“Desde que se conoció que se estaba buscando la legalización del cannabis nos opusimos, pero nunca fuimos tomados en cuenta. Ahora solo falta la aprobación del presidente Cortizo y realmente no queda nada por hacer de nuestra parte, sobre todo, porque los intereses comerciales siempre prevalecerán, ya que se trata de una actividad que generará miles de millones de dólares a quienes estén involucrados directamente en el proyecto … y esto no solo pasa con el cannabis sino con muchos otros temas de interés público que pasan en nuestro país”, subrayó.

A su vez afirmó que las sociedades médicas nunca se oposieron a tal Ley y el único gremio que luchó para eviatarla fue el Colegio de Farmacéuticos, gremio que siempre estuvo a favor de la importación de productos terminados del cannabis para uso terapéutico.

“Esperamos que este proyecto sea realmente de beneficio para aquellos pacientes que lo necesitan y no de aprovechamiento para las empresas extranjeras que son las que van a sembrar y comercializar la planta que será cultivada en nuestras tierras a riesgo de nosotros los nacionales”, enfatizó.

También afirmó que alrededor de siete empresas extranjeras son las que tendrían licencia para la actividad en el país entre ellas canadienses e israelitas.

De ser aprobada esta iniciativa por el Ejecutivo, Panamá se convertiría en el primer país de Centroamérica en legalizar la marihuana como uso medicinal, siendo este el camino para el desarrollo científico y de alivio para aquellas personas con las enfermedades mencionadas anteriormente.

En diciembre de 2020, pese a la crisis de la pandemia, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció las propiedades medicinales del cannabis y aprobó eliminar esa planta de la clasificación de los estupefacientes más peligrosos, aunque su consumo con fines recreativos sigue prohibido.

En ese convenio, el cannabis estaba hasta ahora clasificado en las listas I y IV, esta última reservada a las drogas más peligrosas y bajo control más estricto, como la heroína, y a las que se otorga escaso valor médico, según publicó la agencia EFE.

Este cambio facilitará la investigación con cannabis, que cuenta con principios activos que han mostrado resultados prometedores en el tratamiento ante algunos efectos del parkinson, la esclerosis, la epilepsia, el dolor crónico o incluso el cáncer.

Alrededor de 50 países han puesto en marcha programas de cannabis medicinal y esta decisión de Naciones Unidas impulsará ese tipo de políticas, así como una mayor investigación sobre las propiedades curativas de la planta.

Legalización del cannabis medicinal

De acuerdo con una publicación de CNN, en América Latina al menos siete países han aprobado la marihuana con fines medicinales. El primero fue Uruguay, el 10 de diciembre de 2013 cuando aprobó una Ley que autorizó el consumo del mismo con fines recreativos, convirtiéndose en el primer país del mundo en hacerlo.

Luego siguió Canadá en octubre de 2018 también con fines recreativos. En este país los adultos pueden llevar y compartir hasta 30 gramos de marihuana legal en público. También pueden cultivar hasta cuatro plantas en sus casas y preparar productos para uso personal.

En Estados Unidos, la marihuana medicinal es legal en al menos 30 estados y cualquier persona mayor de 21 años puede comprar marihuana medicinal en Colorado, Washington, Oregon y Alaska. Quince estados, más el Distrito de Columbia permiten el uso recreativo de la marihuana. En las elecciones de noviembre de 2020, Arizona, Montana, Nueva Jersey y Dakota del Sur autorizaron el consumo de cannabis para adultos.

Según reseña el diario El Comercio, en noviembre de 2020 Argentina aprobó una nueva reglamentación sobre el cannabis medicinal, en la cual se aprobó el autocultivo para pacientes que necesiten el uso de la planta. Del mismo modo, la provisión gratuita a pacientes por parte del Estado y la producción tanto pública como privada de aceite de cannabis y sus derivados.

Mientras que en noviembre de 2020, el Senado de México aprobó el dictamen que regula el uso y consumo de la marihuana. También la producción con fines médicos, lúdicos e industriales. En septiembre de 2019, Ecuador se unió a la lista de países que han legalizado la marihuana con tales fines.

Nuestro vecino Colombia también legalizó el uso de la marihuana con fines terapéuticos en 2016, pero fue archivado el proyecto de Ley para legalizar su consumo recreativo.

Otras naciones como Puerto Rico, Chile,Perú y Paraguay también han aprobado el cannabis medicinal.

En Europa, Portugal es el pionero en lo que respecta a las leyes de reforma de drogas; en 2001 despenalizó la posesión de todas las drogas incluidas el cannabis. Pero no fue hasta 2018 que se legalizó su uso médico.

Irlanda, Australia y Alemania también aprobaron medidas en 2016 para su uso medicinal. Y Australia también otorgó permiso a las empresas para solicitar licencias para fabricar o cultivar productos de marihuana con fines medicinales.

Así mismo Sudáfrica y Georgia revocaron las prohibiciones sobre el cannabis, legalizando la planta para su uso individual. Sri Lanka, Tailandia y Reino Unido aprobaron el uso del cannabis medicinal en 2018. Luxemburgo se encuentra desde 2019 en el proceso de legalización del cannabis para uso recreativo para adultos.

Hasta ahora, la investigación médica con cannabis era posible de forma limitada, ya que la inclusión en la Lista IV de la Convención sobre drogas de 1961 de la ONU actuaba como freno debido a las restricciones y la inseguridad jurídica por los diferentes criterios aplicados en cada país.

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