El cáncer más común en los hombres

Actualizado
  • 29/10/2015 01:01
Creado
  • 29/10/2015 01:01
Los chequeos regulares con el urólogo son sumamente importantes para detectarlo temprano, especialmente en pacientes de alto riesgo

En octubre, el rosado resalta en cada esquina, como parte de la fuerte campaña que se ha hecho a nivel mundial, y en nuestro país, por prevenir el cáncer de mama.

Pero a la par de la cinta rosada, un poco desapercibida, posa la cinta celeste, la que busca crear conciencia sobre el cáncer de próstata, el de mayor incidencia entre los hombres panameños — según el informe ‘Neoplasias Malignas de Próstata' del Instituto Oncológico Nacional (ION) para el 2013 —, y el de mayor mortalidad por cáncer en Panamá, basado en el ‘Informe del Cáncer de Próstata en Panamá' para el 2014, del Ministerio de Salud (Minsa).

Esto no significa que un diagnóstico sea una condena de muerte. El que se presente como el de mayor mortalidad en el país es más que todo el resultado de la gran cantidad de casos que surgen. Si se detecta a tiempo, presenta un buen pronóstico, por ser un tumor de crecimiento lento.

UNA GLÁNDULA MASCULINA

La próstata es una glándula que solo tienen los hombres, pues su función es producir un líquido que protege a los espermatozoides.

Aunque hay distintos tipos de células en la próstata, son las glandulares — las que producen este líquido —, las que usualmente se vuelven cancerosas, el llamado adenocarcinoma de la próstata.

Esto se refleja en el informe del ION, el cual indica que más del 95% de los cánceres primarios en la próstata son de este tipo.

HOMBRES EN RIESGO

El adenocarcinoma ocurre muy raramente en hombres menores de 40 años, pero la probabilidad aumenta rápidamente después de los 50 años y la mayoría de los casos se detecta en hombres mayores de 65 años.

Así lo indica el reporte del ION, ya que la mayor incidencia del tumor se presentó en el grupo de 60 a 69 años (42.3%), seguido del grupo de 70 a 79 años (35.2%).

Aún así, el Dr. Edgar Figueroa, médico especialista en urología del Hospital San Fernando señala que para practicar la prevención, se recomienda a los pacientes hacerse el chequeo una vez al año después de los 40, especialmente si tienen factores de riesgo elevados.

‘El más importante es el factor hereditario', manifiesta Figueroa. Los hijos o hermanos de pacientes que han tenido cáncer de próstata presentan el doble de las posibilidades de la población general de desarrollarlo.

‘Si tienen dos familiares que han padecido cáncer de próstata, la probabilidad de desarrollarlo es cinco veces mayor...', agrega.

Otro factor que aumenta el riesgo es la alimentación. Según la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS), los hombres que consumen muchas carnes rojas o productos lácteos altos en grasa parecen tener una probabilidad ligeramente mayor de cáncer de próstata.

‘El gen negro también es importante', advierte Figueroa, ‘En Panamá un alto porcentaje de la población presenta ese gen negro, porque hay mucha mezcla'.

Este factor genético lo sustenta el sitio web de la ACS, que advierte que los hombres de raza negra tienen más del doble de probabilidades de fallecer debido al cáncer de la próstata que los hombres de raza blanca.

LA VISITA AL URÓLOGO

Para el paciente que decide hacerse la revisión preventiva, existen dos formas de tamizaje, la prueba de PSA (el antígeno prostático específico) y el examen físico o tacto rectal.

Pero a un PSA normal a veces lo acompaña una irregularidad en el tacto rectal o viceversa. Si en alguna de las dos pruebas se detecta una irregularidad, se recomienda una biopsia de la próstata para conocer el diagnóstico.

Gracias a que los hombres han tomado más conciencia sobre la enfermedad, Figueroa comenta que hoy en día se detectan aproximadamente el 80% o más de los casos en etapa temprana.

Una vez diagnosticado y dependiendo de la edad, expectativa de vida y estado general de salud, los pacientes pueden seleccionar, con asesoría del médico, el tratamiento que desean.

Debido a que es un tumor de crecimiento lento, según la ACS a algunos hombres — especialmente de edad avanzada o con otros problemas graves de salud—, se les recomienda la vigilancia activa; es decir, una supervisión cuidadosa de cómo progresa la enfermedad.

Por su lento crecimiento, asimismo, muchos mueren de otras causas, aún después de un diagnóstico.

En otros casos, la mejor opción podría ser los tratamientos curativos, como la prostatectomía radical (extirpación de la próstata, vesículas seminales y ganglios linfáticos) o la radioterapia, para eliminar el tumor.

Cuando el cáncer se detecta en un estado más avanzado, o en combinación con la radioterapia, se puede administrar además un tratamiento que reduce los niveles de las hormonas masculinas, para controlar el crecimiento del tumor.

Si se determina que la mejor vía para el paciente es la eliminación del tumor, algunos de los efectos secundarios más comunes, tanto de la cirugía como de la radioterapia, incluyen la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil.

‘Uno trata de hacer una cirugía preservadora de nervios, pero no siempre es garantía', refiere Figueroa, con respecto a la impotencia. ‘Se observa en cerca del 40% de los pacientes o más'.

No obstante aclara que no necesariamente es una aflicción permanente. ‘El tiempo que hay que esperar para saber si se va a recuperar la función son aproximadamente dos años', esboza. ‘Si a los dos años no se ha recuperado, posiblemente no se va a recuperar nunca'.

AVANZA LA INVESTIGACIÓN

La ACS destaca que, alrededor del mundo, se está llevando a cabo una gran cantidad de investigación sobre las causas, la prevención, la detección y el tratamiento del adenocarcinoma.

No solo se están desarrollando nuevos tratamientos para tratar el cáncer, sino que se están logrando mejoras en los métodos convencionales, con el fin de aumentar su eficacia y reducir sus efectos secundarios.

Por otro lado, investigaciones en el ámbito genético, buscan entender mejor cómo se origina, lo que ayudaría a identificar a los hombres con alto riesgo, que se beneficiarían con medicamentos para tratar de prevenir el cáncer.

Además, se están llevando a cabo estudios en alimentos que podrían ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar la condición.

Hasta ahora se ha encontrado, en investigaciones preliminares, que los licopenos en los tomates y las isoflavonas en los frijoles de soya pudiesen tener un efecto positivo.

En este sentido, la sugerencia es mantener una alimentación balanceada que incluya estos alimentos, así como otras frutas y verduras, en lugar de consumir estas sustancias como suplementos.

EL PSA

Una prueba, ¿más o menos efectiva?

La concentración de PSA (antígeno prostático específico) en la sangre es frecuentemente elevada en hombres con cáncer de próstata. Sin embargo, algunos estados no cancerosos pueden aumentar la concentración de PSA en el hombre, según indica el sitio web del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos (NCI). Estas incluyen la prostatitis o inflamación de la próstata y la hiperplasia benigna de la próstata (BPH) o agrandamiento de la próstata.

El NCI agrega que estudios también han indicado que algunos hombres con concentraciones del PSA menores de 4,0 ng/ml — lo que la mayoría de médicos consideraba un valor normal —, presentan cáncer de próstata, mientras que muchos hombres con concentraciones más altas no tienen la enfermedad.

En este sentido y para afrontar el problema, el sitio web de la Asociación Americana contra el Cáncer (ACS) destaca dos estrategias que los investigadores están trabajando. Una consiste en tratar de mejorar la prueba que mide el nivel total de PSA y la otra en desarrollar nuevas pruebas sanguíneas. Estudios preliminares indican que ya hay varias que parecen ser más precisas que la de PSA.

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