Dilema entre legalidad y beneficio

Actualizado
  • 16/06/2014 02:00
Creado
  • 16/06/2014 02:00
A pesar del veto emitido por el gobierno, hace cinco años, sus ventas no han cesado y sus consumidores van en aumento

Una nueva cultura ha surgido entre los fumadores panameños, se trata del e-cigar o cigarrillo electrónico, un dispositivo que sin utilizar fuego ni tabaco, provoca la misma sensación placentera que un cigarro convencional.

A simple Visto a la ligera, parece ser la solución a todos los problemas de convivencia pública que encierra el fumar.

Su humo es más denso, parecido al de la neblina matutina, por lo que se disipa rápidamente evitando molestias a los no fumadores, y como si fuera poco no posee el típico olor a nicotina de un cigarro convencional.

Estas características son ideales para que el cigarro electrónico sea aceptado por la ley antitabaco panameña, sin embargo un descubrimiento en su contenido químico obligó al gobierno panameño ordenar de inmediato el cese de su comercialización.

‘En un análisis de la Agencia norteamericana de alimentos y droga (FDA, por sus siglas en inglés) se detectó dietilenglicol, una sustancia química utilizada como anticongelante, que es tóxico para los seres humanos, de igual forma se detectó sustancias cancerígenas, entre ellas nitrosaminas’, señala una misiva emitida por el Ministerio de Salud Panameño en el año 2009.

Los cigarros electrónicos utilizan un líquido que se asemeja a un aceite aromatizante, que debe ser vertido en un pequeño recipiente puesto en el interior del e-cigar, cuando el aparato es encendido, un pequeño motor procesa dicho líquido hasta convertirlo en vapor.

A pesar de la advertencia emitida hace cinco años por el gobierno panameño, la comercialización de ese producto, por lo menos en Panamá, no ha cesado y continúa siendo defendido por algunos usuarios que aseguran obtener mayor placer aunque les cueste un poco conseguir el producto.

‘Encontrar la nicotina líquida es lo más complicado. Los pocos lugares donde venden estos productos y sus accesorios, no solo no tienen variedad, sino que son muy pocos. Normalmente uno tiene que atravesar la ciudad para conseguir lo que necesita’, explica Gabriel Bárcenas, un fumador panameño con más de 15 años de tener ese hábito.

Un grupo de médicos de médicos occidentales han iniciado una campaña para exigirle a la Organización Mundial de La Salud que acepte la libre distribución y venta del cigarro electrónico, ya que aseguran que ese producto es una alternativa eficaz para abandonar el ‘vicio’ de fumar, que es causado por la adicción a la nicotina.

‘Las personas lo utilizan como una manera de manejar sus conflictos. Lo que podríamos compararlo como una terapia para calmar la ansiedad’, indica la directora de la clínica psicológica de la Universidad Católica Santa María La Antigua, Ratna Hema Mohan.

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