El inicio de peligrosas enfermedades

Actualizado
  • 26/05/2014 02:00
Creado
  • 26/05/2014 02:00
El miedo al dentista es una tradición imborrable de la humanidad, que trae graves consecuencias

Cuando un bebé alcanza sus primeros seis meses de edad se vislumbran signos que anuncian la llegada del primer diente. El festejo dentro de la familia es inaudible, ya el nuevo miembro podrá ingerir alimentos masticables e iniciarán los cuidados dentales, sin embargo especialistas aseguran que esos cuidados debieron iniciar cinco meses atrás.

‘La caries de la primera infancia, fueron conocidas como caries de biberón ya que se observaba comúnmente en niños que se quedaban dormidos con teteros y con el tiempo se convirtió en un tipo de caries agresivas’, señala el odontopediatra panameño, José Manuel Quirós, quien ha estudiado a varios de estos casos.

En la infancia temprana las caries tienen una visualización diferente a lo habitual. Ellas inician como una mancha blanca en el diente que se observa cerca de la encía, adaptándose a su forma anatómica.

Ese aspecto que pasa desapercibido, en muchas ocasiones, avanza rápidamente sobre los dientes temporales hasta crear hoyos en ellos.

‘El progreso infeccioso de las caries es promovido por las bacterias residentes en la boca del niño e interactúan azúcares y carbohidratos provenientes de los alimentos que usualmente son ingeridos a esa edad’, indica la especialista en pediatría dental, Isabel Castillo.

Los jugos, gelatinas, papillas y fórmulas lácteas son alimentos ricos en azúcar, principal detonante de dicha enfermedad. Eliminarlos de la dieta del niño sería un grave error, pero hay mecanismos que ayudan a reducir el riesgo de contraer caries.

‘ Es importante que con una pequeña gaza húmeda limpien las encías y mejillas del bebé para retirar los residuos de leche materna, luego al crecer se puede efectuar un cepillado ligero’, explica Castillo.

Si el padre obvía estos cuidados está introduciendo al niño en un laberinto oscuro de enfermedades peligrosas que puede afectar el crecimiento y desarrollo del niño a la vez que podría dejar severas secuelas.

La Asociación Americana Dental (ADA, por sus sigla en inglés) concluyó en un estudio realizado a finales del 2012, que los niños con caries son más vulnerables para ser diabéticos, tomando en cuenta que la glucosa es uno de los principales detonantes de dicha enfermedad y el motor para encender la caries.

Por otro lado, la Sociedad Chilena de Cardiología confirmó al año siguiente que, las bacterias generadas por la mala higiene bucal pueden entrar al torrente sanguíneo a través de la encía y afectar directamente al corazón.

Cifras oficiales de la Organización Mundial de La Salud (OMS) estiman que entre el 60 a 90 por ciento de los niños en edad preescolar enfrentan problemas de caries, que van desde moderado a severos.

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