El motor del éxito

  • 12/06/2014 02:00
Que un adulto sea proactivo dependerá en gran manera de la formación que tuvo de niño

No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy debe ser la consigna en el proceso de crianza, si se desea formar individuos proactivos. Esto comienza con el fortalecimiento de la voluntad; aquella fuerza que no nace con los individuos y cuya formación determinará su desenvolvimiento en cada tarea que realicen día a día.

Un aula de clases es un lugar excelente para medir la voluntad que tiene una persona, y es crucial para el proceso de educación —estima Yaritza Soo de Tejada, educadora de la Academia Latina—. La maestra describe esta facultad como la fuerza interior que posee el niño y lo empuja a llevar a cabo sus pensamientos, determina su forma de actuar.

Un niño sin voluntad será un individuo mediocre, continúa diciendo Soo de Tejada; lo que será una limitante para el desarrollo de sus capacidades y destrezas. La falta de fuerza de voluntad es la asesina de los talentos.

Mas, el infante no es culpable por sí solo de esta carencia. Para la pedagoga esta limitante puede estar asociada con problemas familiares, baja autoestima, falta de cariño y falta de comprensión. Si éste es el panorama, urge enmendarlo porque bien lo señala la maestra al resaltar que estos futuros adultos no tendrán capacidad para afrontar dificultades y retos en su diario vivir. ‘Serán niños sin capacidad de análisis, ni críticos y ni creativos’.

CONSEJOS

Cuando un educador se encuentra con estos casos, suele darles algunas responsabilidades al estudiante, como ser el asistente de la clase, el encargado de borrar el tablero u otras tareas sencillas que impliquen de algún esfuerzo y responsabilidad. Pero estos mecanismos usados por los docentes serán más efectivos si la labor se inicia en casa. La maestra considera que los padres deben:

-Apoyarles y darles cariño a los niños

-No darles todo fácilmente. Enseñarles que se deben ganar lo que desean

-Enseñarles a tolerar

-Exigirles responsabilidad

No obstante la educadora hace estos señalamientos de forma general. Por su parte la psicóloga Roxana Palacios enumera algunos consejos más precisos para salir airosos en la importante labor:

1. Actuar como un ejemplo para ellos. Los niños internalizan las conductas y actitudes que observan en los adultos que les rodean. La clave es que estas conductas en los padres sean genuinas.

2. Reconocer sus talentos y aceptar sus debilidades. Reconocer las áreas en las que se desempeña con éxito y motivarlo a participar en actividades relacionadas, dando reconocimiento positivo a sus habilidades. Y por otro lado, aceptar que hay otras áreas en las que necesita mejorar.

3. Descubrir sus intereses. Hablar con los niños y observar su conducta para descubrir qué les interesa de forma natural. Si esto coincide con sus talentos, será más fácil para ellos mantener la voluntad de continuar con dicha actividad. En caso de que no coincidan, orientarlos para que se esfuercen en mejorar sin sentirse presionados.

4. Darle responsabilidades, dejarlo tomar sus decisiones y asumir las consecuencias. Los niños deben aprender el valor de las cosas, lo cual se logra cuando ellos perciben que requiere esfuerzo conseguirlas. Por otra parte, deben ir ganando responsabilidad apropiada para su respectiva edad.

5. Pasar tiempo de calidad y valorar su curiosidad. Al realizar actividades en familia, los lazos de afecto hacen que los niños se encuentren en un ambiente seguro, que les brinda confianza para realizar cosas nuevas. Igualmente, su estado de ánimo positivo, influye en la confianza que tengan para ser exitosos, y no defraudarse cuando cometen errores o no obtienen los resultados esperados.

Éstas son solo algunas ideas. Lo fundamental es que los padres o tutores estén conscientes del efecto que tiene fortalecer la fuerza de voluntad en los niños, sobre todo tomando en cuenta que no es algo que nace con los individuos.

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