Obsesión por el ejercicio

  • 14/09/2014 02:00
Nadie pone en duda los beneficios y ventajas de realizar de manera periódica ejercicio físico

A unque nos apasione realizar ejercicio, todo tiene sus límites. Por eso a pesar de que el entrenamiento físico sea el elemento principal que rija nuestra vida, no tiene porqué convertirse en algo obsesivo.

El deporte debe dar equilibrio y soporte a nuestra vida; armonizar con los demás componentes incluyendo el laboral y el familiar, en lugar de anularlos. Mientras estos tres elementos se mantengan en una proporcionalidad, apoyándose unos sobre otros y potenciando los efectos beneficiosos de cada uno, todo debería fluir en armonía.

Pero cuando uno de ellos —en este caso el ejercicio— acaba por tomar un papel protagónico y toda nuestra vida se ve en función de esta actividad, se corre el gran riesgo de que la tensión acabe por desbaratar ese frágil equilibrio.

El deportista debería saber dónde poner en ocasiones un punto y aparte entendiendo que, en la mayoría de los casos, no es un profesional que se dedique a ello, sino un aficionado. Los excesos nunca son buenos, y cada actividad debe tener su espacio. Por mucho que la pasión nos lleve a veces a ver todo en función de nuestro próximo entrenamiento o competencia, debemos organizarnos para darle tiempo a nuestra familia, amigos y entorno.

RELACIONES PERSONALES

Para cumplir con regularidad una rutina de entrenamiento físico, se requiere que la persona en cuestión le dedique un valioso tiempo, tanto para cubrir los desplazamientos a las instalaciones o lugares donde se ejercite como el correspondiente a la propia práctica. Dependiendo del número de sesiones de entrenamiento y la duración de las mismas, se puede estimar que muchas personas ocupan tres, cuatro o incluso más horas diarias de su tiempo libre en realizar ejercicio físico en modalidades como el ciclismo, running, triatlón, natación o crossfit, sin que ello vaya aparejado necesariamente a realizarlo de una manera profesional o competitiva.

Compaginar ese nivel de ejercicio con las relaciones personales sin duda no resulta sencillo, y cada vez se dan más casos de problemas domésticos y separaciones cuando hay una familia de por medio. Definitivamente la vida de pareja se verá afectada, tanto en el aspecto afectivo como sexual, por lo que muchas personas deportistas acaban buscando precisamente establecer lazos con otros deportistas, los cuales estarán más proclives a comprender y sumarse a ese ritmo de vida.

EL SOBREENTRENAMIENTO

El deseo de obtener una mejora progresiva y constante en nuestro desempeño físico puede llevarnos, a la larga, a caer en el temido síndrome del sobreentrenamiento.

Incluso aunque sigamos un plan adecuado y controlado por un entrenador o preparador certificado, será normal que en algún momento el progreso de nuestra condición física se desacelere pudiendo llegar hasta casi estancarse. En esos difíciles momentos el deportista puede pensar que ha tocado techo, y que para mejorar la única manera es incrementar aún más las sesiones y los volúmenes que realiza, entrando en un círculo vicioso.

El sobreentrenamiento se caracteriza por síntomas que en su conjunto deberían ser fáciles de detectar para el propio deportista como por ejemplo la fatiga muscular, dolor en las articulaciones, aumento de procesos virales, alteraciones en el patrón del sueño, falta de apetito, o desmotivación.

El problema surge cuando el deportista no asocia estas señales al proceso del sobreentrenamiento, o peor incluso las niega, agravando aún más las consecuencias.

Así el sobreentrenamiento puede acabar instalándose en un deportista llegando a provocar graves alteraciones y problemas de salud tanto a nivel físico como psicológico.

DESCANSO Y ALIMENTACIÓN

Independientemente de que por realizar nuestras rutinas de ejercicio estemos cortos de tiempo, hay dos componentes que no deberíamos dejar nunca de lado, como son la necesidad de dar descanso a nuestro cuerpo, aunado a una correcta y completa alimentación.

El descanso no solo hace referencia a las horas de sueño nocturno, sino también a permitir que nuestro sistema cardio y muscular tenga reposo de manera periódica programando al menos un día a la semana como recuperación. En cuanto a la nutrición, es conveniente ponerse en manos de un experto y prestar especial énfasis a evitar carencias de minerales y vitaminas debido al fuerte desgaste que el deportista va a sufrir.

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