Un coreógrafo luchador y soñador

Actualizado
  • 18/12/2013 01:00
Creado
  • 18/12/2013 01:00
PANAMÁ. ‘Antes que nada para mí es muy esencial decir que soy guna’, dijo el coreógrafo Diguar Sapi, quien confesó haber entrado a la da...

PANAMÁ. ‘Antes que nada para mí es muy esencial decir que soy guna’, dijo el coreógrafo Diguar Sapi, quien confesó haber entrado a la danza tras haberse enamorado Iguandili, la mujer que hoy es su esposa, quien le dio ese impulso al mundo artístico que hoy defiende y por el que lucha para que se mantenga vivo no solo en la ciudad, sino en la región indígena de donde proviene, la comarca Guna Yala.

Sapi sabía que sus inicios en la ciudad de Panamá (1983) después de haber salido de la isla Usdub, donde nació, no serían fáciles. Tenía en cuenta la discriminación a la que son sometidos muchos indígenas fuera de sus tierras, por lo que reunió a un par de conocidos gunas que estaban haciendo teatro y crearon el grupo Ibeler Uagan, que significa ‘Los Nietos del Sol’. ‘La verdad, vivir en esta ciudad solo es muy difícil, pues solo se sufre más, que en una compañía’, indicó.

Tras haberse establecido en la ciudad, este artista inició sus estudios de danza en la Universidad de Panamá, siguió en el Instituto Nacional de Cultura y culminó con una licenciatura en Coreografía del Centro Nacional de las Artes de la ciudad de México. Para él, entre sus mayores pasiones está que la danza, en especial la contemporánea, se mantenga, y que cada vez más bailarines se interesen por ella. Es una de sus prioridades.

Adentrándonos más sobre su trabajo como coreógrafo, Sapi acaba de presentar en el teatro Anita Villaláz a los ‘Jóvenes Coreógrafos’, un evento del cual comenta que, ‘desde hace rato hemos estado promoviendo la danza en nuestro país porque creemos necesario que en cualquier parte del mundo, el deber de los trabajadores del arte es eso. Como docente actualmente necesitamos realizar actividades interdisciplinarias, para que nuestra juventud se vaya acercando al quehacer de las artes, en especial a la danza’.

JÓVENES COREÓGRAFOS

Para Sapi y su esposa es un compromiso transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones, por lo que realizaron el evento mencionado, con la finalidad de darle un espacio a los coreógrafos que viene surgiendo, y en especial a la danza contemporánea.

Un factor que también llevó a la creación de este evento es que los nuevos coreógrafos tengan un espacio donde presentar sus obras y que contribuyan a que la danza contemporánea crezca y se siga desarrollando en el país. ‘Creemos que se necesitan nuevos coreógrafos para que nosotros (los maestros) y las autoridades, podamos abrir un campo de trabajo y así seguir aportando al crecimiento de la cultura panameña. ‘Tenemos el sueño de reconstruir jóvenes creativos capaces de enfrentar al público, y que su aprendizaje no quede solo en salones, sino que se dé a conocer en el exterior’. Uno de los que participó en este festival fue Iván Herazo (foto de portada), solista del Ballet Nacional y docente de la danza.

DANZA EN PANAMÁ

Para este maestro de la danza en los últimos años nuestro país ha tenido un buen movimiento dancístico. ‘Hay interés de aprender, los padres de familia apoyan a sus hijas que están interesadas en ser bailarinas. Eso demuestra que ha habido crecimiento. Sin embargo, aunque cada año se inscriben más jóvenes en las escuelas de bellas artes, soy de los que piensan, como artesano de la danza y quizás siendo inconformistas, que siempre faltará apoyo. Existe una juventud ansiosa de bailar, de crear, y nuestro compromiso es apoyar’.

RETOS DE UN COREÓGRAFO

Los retos más importantes de un coreógrafo en este país es la producción, un espacio adecuado donde realizar ensayos y contar con bailarines bien formados técnicamente, dice Sapi al alegar que no existe la cantidad necesaria de los elementos antes mencionados. ‘Se necesita crear una compañía de danza contemporánea y una escuela de danza contemporánea’, insiste.

‘Cuando hablo de que no hay espacios también me refiero a la problemática que tiene algunos bailarines, ya que actualmente muchos jóvenes quisieran presentar sus trabajos finales, los cuales solo quedan como muestras entre cuatro paredes, presentadas solo a sus maestras’. Para él es una lástima la falta de lugares que brinden apoyo a los estudiantes, pues el alquiler de teatros como el Nacional es muy caro para ellos.

Sin embargo, aunque existan obstáculos la danza contemporánea ha ido creciendo, y con la falta de algunos teatros accesibles los jóvenes optan por presentar sus obras en lugares alternativos, como restaurantes, sala de uso múltiple u otros espacios no convencionales, lo importante es no dejarla morir, concluye en joven que ve entre las cosas más importantes a la danza contemporánea y sus raíces gunas.

El país centroamericano se encuentra en vilo ante las últimas acusaciones que vinculan al cuñado de la presidenta Xiomara Castro, Carlos Zelaya

Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones