Teatro vivo, al alcance de una videollamada

“El teatro es un arte vivo que requiere de la presencia del otro, del cuerpo presente”, asegura el teatrista Carlos Algecira. Y una cuarentena obligatoria hace que los amantes del teatro estén alejados de esa posibilidad. Esta situación puso a trabajar las mentes de los artistas para así buscar alternativas. La primera de ellas, “el teatro doméstico por videollamada, un proyecto “solidario de un grupo de soñadores, que presentan una puesta en escena a través de la plataforma Zoom. Así, aunque a la distancia, se crea un encuentro en vivo y en directo con actores y espectadores.

“El proyecto surge de la necesidad de querer crear y de estar activos profesionalmente desde la casa, también, obviamente viendo el panorama que tiene la cultura para 'el día después', teniendo en cuenta que no se permitirán actividades públicas; las actividades culturales son de las últimas que se van a reactivar”, reconoce el director.

Esta realidad plantea a los artistas la búsqueda de otras formas de hacer teatro, que no se limitaran a la publicación de un video de una obra grabada con anterioridad.

“El teatro tiene una característica muy importante y es el encuentro vivo, y como actores ese es nuestro reto, retomar ese encuentro con el espectador, ese convivio de yo hago algo, tú me observas, que se da en el escenario” , detalla Algecira.

Y aprovechando el auge de los encuentros virtuales, ¿por qué no hacer teatro virtual? “Podemos hacer encuentros entre dos o más actores que están en diferentes lugares e incluso en diferentes países. Nuestro proyecto quiere abrir fronteras virtuales ahora que físicamente están cerradas, y con la oportunidad que nos da la tecnología poder conectar artistas de cualquier lugar del mundo”, comenta.

Las expresiones artísticas multimediales no son algo nuevo, se han estado utilizando ya desde hace algún tiempo, sin embargo, en este momento tan único que vivimos es una gran respuesta.

El arranque de este nuevo emprendimiento es hoy con la obra “Sin subtítulos”,con textos de Juan Tarquino.

“Esta primera obra nos cuenta la historia de una pareja que se conoce a través de una aplicación como Tinder, y viven en diferentes lugares, ella está en España y él está en Panamá”, explica Algecira.

Con el problema actual del confinamiento es muy difícil pensar en encontrarse y ellos deciden conocerse en una primera cita virtual.

El actor Hernán Gariglio, desde Panamá, se encontrará virtualmente con la actriz Sonia Pérez, quien reside en España, acompañados de la actriz performática Kampanita, que se conectará desde Colombia.

Los protagonistas se van a ver por primera vez en cámara y a partir de ese encuentro inicial es que empiezan a conocerse realmente.

“Ella ve que él no es como ella pensaba, él se da cuenta de que el actuar de ella no se parece a lo que escribía por whatsapp...”, cuenta el director.

La obra se presenta en dos funciones con capacidad para 20 personas. La puesta en escena ocurre en salas específicas de la plataforma Zoom en las que se puede observar a los actores, mientras que el público solo observa.

“Con esto queremos empezar a crear nuevas experiencias a partir de lo virtual, queremos incluso poder realizar encuentros como el que una chica de Panamá va a tener con su novio, quien está en México, y tendrán su cita en la sala de teatro virtual”, dice Algecira; encuentros que el día de hoy no son tan descabellados.

Aunque para hoy las entradas están prácticamente agotadas, la idea es ofrecer funciones de obras distintas cada fin de semana.

“Esta semana va a ser “Sin subtítulos”, la próxima semana vamos a tener una obra que se llama “Pasajeras”, de un grupo argentino, y también vamos a tener a un grupo de improvisación panameño, la idea es que la sala virtual genere diferentes actividades, que la gente sepa que tiene una programación a la que puede asistir virtualmente”, informa.

Las reservas se hacen en línea y a través de un correo electrónico se da la confirmación de la reserva junto con las formas de pago y la clave para ingresar a la plataforma.

Tejedores solidarios es un grupo de gestores culturales de Latinoamérica que impulsa la iniciativa #artecuida2020 cuyo lema es “el arte puede cuidar a la sociedad, pero también la sociedad puede cuidar a los artistas”. “A partir de este proyecto empezamos a mirar cómo podemos crear vínculos solidarios entre artistas para apoyarnos en esta situación que vivimos y poder crear este tipo de actividades”, comenta Algecira. Actividades como el teatro doméstico por videollamada, y otras, están enfocadas en las soluciones que el sector cultural puede empezar a encontrar a través del trabajo colaborativo.

De esta manera, se involucrarán artistas y dramaturgos locales y también de otros países, pues se requiere de la creación de obras que se ajusten a esta plataforma que gana popularidad.

“En países como México, Chile y España se están dando propuestas similares. Es la única opción que tenemos como artistas para crear, hacer nuestro trabajo y promocionarlo”, destaca. Y es una opción que se puede mantener finalizadas las restricciones sociales.

Puede que mañana nos digan que van a abrir los teatros, pero el público va a estar atemorizado, por lo que esta es una alternativa que puede tener buen futuro”, concluye.