Las 'apps' de rastreo, herramientas funcionales contra el Covid-19

La incertidumbre acerca de cuándo se terminará el confinamiento en diversos países, la reestructuración económica, además de la preocupación por el contagio del virus ha acelerado el uso de la tecnología en pro de la salud pública. Un avance que busca “rastrear” los movimientos del virus y su traspaso mediante el contacto.

Las aplicaciones digitales se han vuelto herramientas de uso accesible para los gobiernos internacionales, ya que promueven la concienciación pública sobre la importancia de mantener el distanciamiento físico establecido y priorizar la información verídica sobre los avances médicos frente al Covid-19.

El pasado abril los gigantes tecnológicos Apple y Google unieron fuerzas para crear un software descargable que serviría como interfaz para cimentar las bases técnicas para la creación de apps por parte de los diferentes países. Este software amplía su funcionalidad como un sistema ágil de rastreo de las personas que han estado en contacto con un contagiado por Covid-19 en las últimas dos semanas.

El respeto a la privacidad de la información personal de los usuarios ha sido controlada y, según indican las compañías, no será un problema para el software, como recopiló el medio La Vanguardia.

El interfaz de programación de aplicaciones (API) denominada 'notificación de exposición' fue entregada a las autoridades sanitarias de más de 22 países para crear sus propias apps “rastreadoras”. Su tecnología se basa en el uso de bluetooth de baja energía, que permite a los smartphones detectarse entre sí en distancias cortas, de entre 0 y 2 metros, para reducir el foco de expansión de manera que el usuario sepa si alguien alrededor era portador el coronavirus.

El software permitirá que el teléfono móvil registre el movimiento con otros teléfonos, pero no se conocerá la identidad del dueño del otro dispositivo, además, el interfaz no necesita utilizar la geolocalización del GPS del teléfono. Pese a que en abril, las compañías mencionaron que el interfaz se agregaría como una actualización de los teléfonos con Android y iOS, ahora con su nueva modalidad podrá ser descargada a través de las apps que creen los gobiernos, y estarán disponibles en la Play Store y Apple Store.

Si dos personas han estado cerca durante un período de diez minutos –cada autoridad sanitaria podrá modificar este parámetro según sus propios criterios– en las últimas dos semanas y una de ellas notifica voluntariamente en la app que ha sido diagnosticada como positivo Covid-19, el interfaz puede avisar a todos los demás que estuvieron a su alrededor, que podrían estar contagiados o en riesgo.

¿Cómo podrán avisar si no registran la identidad de los dueños? Para resolver esta pregunta, Apple y Google implementaron un sistema de identificación de los teléfonos mediante balizas de exposición temporal que se generarán de forma aleatoria. Los metadatos ligados al bluetooth se encripta de manera que la identidad del dueño del teléfono quede en secreto, mientras que la instalación de la app, así como la notificación de diagnóstico positivo de coronavirus se debe hacer voluntariamente por el usuario.

Otro éxito del interfaz es la interoperabilidad de los sistemas operativos de iOS (Apple) y Android (Google), que antes no se había realizado. Sin embargo, algunos problemas técnicos que persisten es su localización, puesto que la aplicación utilizada en un país no podrá ser compatible con la app de otro país que traiga un turista, lo que imposibilita el registro correcto del diagnóstico de coronavirus. Las compañías comentaron a medios internacionales que otros retos importantes son “conseguir que la población en general crea que la aplicación es útil, que respeta su privacidad y la adopte de forma masiva”.

En el Play Store de Android aparece la aplicación Asistencia Covid-19, una app oficial del Gobierno de España que utiliza la interfaz API que ya cuenta con 10 mil descargas y fue actualizada el 7 de mayo. Mientras que en Latinoamérica está presente la aplicación Cuidar Covid-19 de Argentina, también promovida oficialmente por el Gobierno de este país que ya cuenta con 1 millón de descargas, según la página web del Play Store.

Y no es solamente en la región iberoamericana donde los avances digitales se han hecho presentes para la agilización de recolección de información sobre los contagios en medio de la ciudadanía, ya que en Australia, el primer ministro Scott Morrison promovió el uso de la aplicación digital CovidSafe (únicamente disponible en ese país), el cual sería como “un bloqueador solar, pero contra el Covid-19”, según destacó The Guardian.

“Si se desea regresar a una economía y sociedad más libres, es importante que obtengamos un mayor número de descargas cuando se trata de la aplicación Covidsafe... Este es el boleto para garantizar que podamos aliviar las restricciones”, explicó Morrison al diario inglés.

Para apelar a las aficiones de la población el ministro de salud Greg Hunt mencionó que sería “el boleto para poder volver a ver fútbol” en los estadios. Sin embargo, los resultados de la aplicación no han sido sorpresivos a tan solo un mes de lanzamiento, ya que apenas se ha utilizado; y se ha informado que solo una persona ha sido identificada utilizando datos recolectados en la app.

Además, los funcionarios han minimizado sus comentarios con respecto a ella. Ya no se le considera una “clave” para obtener libertades paulatinas, sino un complemento de los métodos existentes con respecto al rastreo de portadores del virus, recolección de datos y el cumplimiento de las reglas de distanciamiento físico y las pruebas continuas para controlar los brotes. Así como la aplicación del software de Google y Apple mantiene un registro de todas las personas con las que un usuario ha estado en contacto en los últimos 21 días, utilizando la tecnología bluetooth.

Diferente al API de estas empresas, el CovidSafe presenta complicaciones técnicas y las autoridades han admitido su falta de interoperabilidad con los teléfonos iPhone de Apple, lo que ha causado que la app no funcione como debería. CovidSafe necesita que el 40% de la población australiana la use para que sea efectiva, pero, pese a que cerca de 6 millones de australianos ahora tienen la aplicación, la cantidad de nuevas descargas ha disminuido en las últimas semanas.

El Gobierno está evaluando la API de Apple-Google, pero según una criptógrafa de Melbourne, Vanessa Teague, esta actualización requeriría una revisión importante de la aplicación. Según, The Guardian, los expertos en salud no se han levantando a favor de este modelo porque hace que sea “más difícil detectar brotes y dar seguimiento a los contactos cercanos”, pero los defensores de la privacidad insisten en que es el más seguro.

La protección de datos personales sigue siendo una necesidad prioritaria para los usuarios, ya que es el primer modelo de la historia que busca conectar millones de personas y rastrear sus estados de salud en medio de una pandemia tan delicada. Pese a que las versiones de los gobiernos pueden variar en tiempo de grabación de contactos y distancia necesaria para que los teléfonos móviles se detecten, el objetivo seguirá siendo el mismo: constatar la cantidad de personas contagiadas, portadores y recuperados, así como aquellas en riesgo, para poder agilizar el trabajo de las autoridades sanitarias. Actualmente, 22 países en el mundo tienen acceso al API para crear sus propias apps.