Más oportunidades a través de la informática

Actualizado
  • 21/01/2015 01:00
Creado
  • 21/01/2015 01:00
Las comunidades rurales se ven beneficadas en una mejora de la calidad de vida. Brinda oportunidades trabajo e ingresos

No solo en el ámbito de la educación, sino que también para mejorar la calidad de vida de quienes han sido afectados positivamente por el potencial de las nuevas tecnologías.

En el caso de Panamá, Idel ha diseñado cursos para mejorar la calidad de vida de quienes lo tomen. El objetivo de estos cursos es poder darle conocimientos y nociones que les permiten obtener trabajos que les generan una buena cantidad de ingresos.

‘Si no tienes la preparación reglada de los sistemas del Ministerio de Educación o de las Universidades, si esto no se acopla a tú conocimiento previo, nunca vas a poder entrar en ese sistema pero sí puedes ser una persona útil generando un ingreso económico’, dice Álvaron Pérez, una de las personas a cargo de Innovación y Desarrollo en Latinoamérica (Idel).

Como ejemplo, Álvaro cita un proyecto con centro que atiende a mujeres que son víctimas del maltrato en la ciudad de Panamá. Con ellas, Idel realizó talleres para que pudiergan hacer sus propios negocios desde su casa.

‘También hemos trabajado con personas con discapacidad motriz. Tienen una actitud muy seria para buscar alternativas laborales’, dice Álvaro.

LO QUE VIENE

El modelo no solo ha sido exitoso, sino que se está exportando y replicando en otras áreas, inicialmente Perú y España.

El grupo también se encuentra laborando en un ambicioso proyecto que tiene como objetivo llevar aplicaciones esenciales para las comunidades y colegios en áreas rurales, las cuales son portables dentro de una memoria USB.

Esto sería para que ‘el profesor no tenga la dependencia del internet y que con un USB vaya armado a clases’, dice Álvaro.

En la mayoría de los casos se empleaba una especie de ‘red central’, en las áreas rurales, desde la cual se descarga información y aplicaciones que benefician a todas las áreas aledañas, explica José, compañero de Pérez en el Idel.

No obstante, con aplicaciones descargables desde la USB, la dependencia no sería tan grande de la red central y se puede trabajar sin internet bastante bien.

Lo más díficil, cuenta José, ha sido convencer a la gente de que la tecnología puede aplicarse para mejorar su vida. Por lo que es muy importante que lo que sea que se les vaya a brindar corresponda con sus necesidades.

Por ejemplo, un grupo de granjeros no necesariamente tienen necesidad del programa Microsoft Excel, pero sí de una aplicación que les sirva para comprar utencilios, fertilizante o semillas a buen precio.

‘Estas personas han vivido mucho tiempo sin necesidad de las nuevas tecnología. Llegar a venderle la panacea de la tecnología no tiene sentido, por lo cual no la requieren ni les interesa. Entonces tienes que ver cómo rompes esos moldes, y de cómo aplicando estos avances, puede mejorar su calidad de vida’, dice Pérez. Como ocurrió con Mateo Mecha, uno de los beneficiados del programa que habló con La Estrella de Panamá . Mecha, quien vive en la comarca Ngäbe Buglé, aseguró que fue una experiencia muy buena y que ha desarrollada habilidades que le han ayudado en su trabajo y a su comunidad.

También comentó que los cursos que tomó, le ha ayudado mucho en actividades cotidianas y asegura que gente de zonas rurales, que conoció en estos cursos, ‘se encuentran ahora trabajando en la ciudad’; lo que es una prueba de que los nuevos recursos han sido agente de cambio positivos en las comunidades a las que han llegado.

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