Un encuentro en torno a la cultura global

Entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre se llevará a cabo en la ciudad española de Barcelona la Conferencia Mundial sobre políticas culturales y desarrollo sostenible (Mondiacult 2025), donde participarán representantes de los 194 Estados Miembros de la UNESCO.

La meta será aprovechar tamaña reunión para constituir una agenda global a favor de la cultura como bien público para todos y para el seguimiento de los objetivos desarrollados durante la anterior edición, ocurrida en México en 2022 y firmada por 150 Estados.

De España a Panamá viajó esta semana Pablo Eduardo Jiménez Díaz, quien participó en el istmo del seminario “Mondiacult 2025 y las políticas culturales en España y Panamá”.

En esta formación se explicó el fondo y la forma de Mondiacult 2025, un espacio de conversación entre ministros de cultura sobre diversos ejes temáticos.

Derechos y tecnología

Mondiacult 2025 lo compondrán una serie de puntos fundamentales. Uno de ellos son los derechos culturales. “Es fundamenta el derecho que tenemos de tener acceso y participación a la cultura como miembros de una sociedad. Es un derecho de pertenencia a una sociedad y es a la par un rechazo a categorizar a las personas”, indica Jiménez Díaz, quien es el Jefe de Área de Convenciones de la UNESCO en la Subdirección General de Gestión y Coordinación de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura de España.

Mundiacult también se referirá a los retos que supone vivir en el universo electrónico. “De cómo la cultura se transmite a través de las nuevas tecnologías; si éstas transforman o deben transformarnos, o, incluso, si la cultura es amenazada, de alguna manera, en esta era digital”.

En esa línea, el otro enfoque será cómo se encuentran y se desencuentran el derecho de autor, la creación y la creatividad con el impacto, positivo o no, de la inteligencia artificial.

Educación y ambiente

El tercer punto en Mundiacult será discutir sobre la retroalimentación que existe entre la cultura, la educación y la economía como motores sociales.

El siguiente aspecto que estará dentro de la conversación es la relación de la cultura con el medio ambiente, y en concreto, la presencia del cambio climático y sus estragos, y de qué manera la cultura puede ayudar a mitigarlos y dar a conocer esa peligrosa realidad.

La paz y el patrimonio

Otras crisis de las que se hablarán en Barcelona en septiembre son aquellas que dan como resultado los conflictos bélicos, pero además cómo los procesos de guerra destruyen a la cultura en general.

“Pero se refiere también a las sociedades violencias, a las acciones que provocan la violencia, y al mismo tiempo cómo la cultura es generadora de paz y cómo necesita de la paz para subsistir”, indica Pablo Eduardo Jiménez Díaz, quien estuvo en nuestro país por gestiones de la Casa Cultural de España – Casa del Soldado.

En este renglón se incluirán temas “como los espolios, la corrupción, el comercio y el tráfico ilícito en diversos aspectos”, anota.

Uno de esos aspectos será charlar de la necesaria e imprescindible solidaridad que debe registrarse entre todos los países para la custodia, la devolución, la preservación y la reintegración del patrimonio cultural de cada país.

Aunque esta iniciativa quiere ir más allá de los funcionarios públicos del planeta. Por eso, todos pueden visitar la página web de Mondiacult (www.unesco.org/en/mondiacult), donde está abierta una biblioteca digital en la cual los ciudadanos del mundo pueden anexar textos, fotografías, vídeos y todo tipo de material que tenga que ver con la cultura en su sentido más amplio. Tenemos el 31 de julio para mandar las contribuciones. ¿Qué estamos esperando?