José Jerí Oré, prometió en su primer discurso en el cargo empezar a construir las bases de la reconciliación del país, que atraviesa “una crisis constante...





- 17/10/2025 09:48
Liderado por un equipo de jóvenes panameños, EcoFil es un emprendimiento ambiental que nació a partir de una pregunta simple, pero profunda: ¿Qué podemos hacer para que los desechos plásticos que se desbordan en los vertederos y contaminan los océanos puedan convertirse en algo útil o, mucho mejor, en material que nos ayude a crear el futuro?
La respuesta a la interrogante la encontraron en la economía circular y en la fabricación aditiva, uniendo ambos conceptos para crear EcoFil, un proyecto que le proporciona un segundo y prolongado uso al plástico.
Desde su base de operaciones en David, Chiriquí, específicamente en la sede de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), EcoFil busca posicionarse desde 2023 como un puente entre la sostenibilidad y la tecnología con el propósito es transformar la enorme acumulación de plásticos de un solo uso, como botellas PET y los residuos propios de la industria de la impresión 3D, en filamentos de alta calidad, de plásticos reciclados de PET y PLA.
Los ingenieros Luis Pineda y Luis Aparicio son los responsables de EcoFil, una propuesta que ha escalado tras ganar el respaldo de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) a través de la Convocatoria Pública para Emprendimientos Innovadores 2023, además de contar con la colaboración de la UTP.
El principal componente de innovación de EcoFil radica en que el filamento para impresiones en 3D es producido en Panamá a partir de plástico PET reciclado proveniente de botellas de agua transparentes.
Este proceso de conversión del plástico es desarrollado en alianza con la UTP – Centro Regional de Chiriquí. Las botellas recolectadas son limpiadas, trituradas y transformadas en filamento para impresión 3D, promoviendo una economía circular, la reducción de residuos y la independencia de materiales importados, destacan los emprendedores.
El plan de los ingenieros con EcoFil no es solo generar filamentos para atender la demanda de impresión en 3D, sino establecer una estrategia que facilite el trabajo a emprendedores, estudiantes y empresas que buscan soluciones de prototipado rápido y personalizado en 3D para convertir una idea en un producto tangible en poco tiempo, de manera eficiente y a bajo costo.
Durante sus primeros años de funcionamiento, EcoFil ha logrado crear un portafolio de empresas que emplean sus filamentos. En ese sentido, se destaca el caso de Divertoys, una marca que fabrica juguetes, figuras articuladas y llaveros personalizados, todos producidos con filamento 100% reciclado y procesado en Panamá.
“Nuestros clientes potenciales incluyen laboratorios de investigación, centros de innovación, universidades, talleres de fabricación digital y emprendimientos que emplean tecnología 3D para crear productos a medida. Además, el filamento PET reciclado representa una alternativa ecológica para empresas que buscan integrar la sostenibilidad en sus procesos de diseño y producción”, detallan Pineda y Aparicio.
Con esta iniciativa no solo demuestra cómo los plásticos pueden transformarse en artículos atractivos y útiles, sino que también sirven como un ejemplo o herramienta de educación ambiental, destacan los ingenieros.
Simultáneamente la empresa emplea el filamento en su propio laboratorio para la impresión de souvenirs, piezas decorativas como lámparas y jarrones, y hasta mobiliario ligero; prototipos funcionales y objetos educativos, respondiendo a la demanda de productos eco-amigables, pero que no sacrifiquen el diseño ni la calidad.
En dos años de avance, EcoFil ha logrado transformar aproximadamente 25,000 botellas plásticas en filamentos, lo que equivale a unos 550 kilogramos de plástico PET reciclado. Este esfuerzo representa más de media tonelada de residuos que no terminaron contaminando ríos, suelos ni vertederos, sino que se reintegraron al ciclo productivo como materia prima para la innovación tecnológica y la educación sostenible en Panamá, apuntan.
Pero el verdadero valor e impacto de un emprendimiento ambiental debe medirse tomando en cuenta la red de colaboración que fomenta, destacan los ingenieros panameños. Cada filamento producido y cada objeto impreso con los filamentos representa una reducción de los residuos plásticos que podrían acabar contaminando el medio ambiente, enfatizan, y en el caso de Ecofil, se ha logrado establecer una cultura de reciclaje activa del trabajo en conjunto con universidades, colegios y comunidades de Chiriquí para crear conciencia sobre la importancia de reutilizar los recursos, en este caso los tipos de plástico que se requieren para los filamentos.
A mediano y largo plazo, Pineda y Aparicio tienen marcada la ruta de EcoFil, la cual incluye expandir la capacidad de producción para abastecer a más empresas e instituciones, consolidar alianzas con centros de innovación para promover la enseñanza de la impresión 3D sostenible e incursionar en mercados internacionales de impresión 3D.m