Santiago se llena de teatro en enero

SANTIAGO. Más de 67 obras de teatro en cartelera, 32 de ellas internacionales, y unos 300 espectáculos de danza y música componen una nueva versión del Festival Internacional de Teatro Santiago a Mil, que arrancó el pasado viernes con el estreno del espectáculo español ‘Arquitectura de Feria’.

En su vigésimo primera edición el festival presentará una selección de las mejores obras chilenas estrenadas a lo largo de todo el año y espectáculos de compañías provenientes de 19 países de los cinco continentes, además de actividades complementarias como música, exposiciones, talleres y clases magistrales.

‘El festival se ha convertido en un referente en América Latina y uno de los más importantes del mundo’, dijo Claudia Baranttini, directora de asuntos internacionales del evento, en un encuentro con corresponsales extranjeros.

El certamen, que se inició hace más de dos décadas para fomentar el teatro con entradas rebajadas (mil pesos o dos dólares de esa época) arrancó con la inauguración de ‘Arquitectura de Feria’, una instalación callejera de la compañía española Antigua i Barbuda en el Parque Quinta Normal, en el este de Santiago.

La puesta en escena contempla una serie de esculturas que imitan clásicos juegos de feria, como carruseles y ruedas de la fortuna, donde los adultos deben moverlas para que los niños las disfruten.

Por la tarde, se presentaron nueve obras de teatro en diversas salas de Santiago. Destacaron el estreno del espectáculo de danza brasileño ‘Fole’ y la obra belga ‘Le Signal du promeneur’.

El festival, que se extenderá hasta el 19 de enero, mostrará en total 390 actividades, unas 67 corresponden a obras de teatro, con una participación completa de más de 860 artistas, lo que convierte en uno de los encuentros de teatro más importantes de América Latina.

Este año, su acento será marcadamente latinoamericano con obras de Argentina, Uruguay, Perú, Bolivia y Colombia.

A diferencia de otros años esta edición no contempla un multitudinario espectáculo callejero, como ocurrió en 2007 con ‘la Pequeña Gigante’, una enorme marioneta de siete metros que se paseó por la capital chilena de la mano de la compañía francesa Royal de Luxe y que volvió tres años después con su tío ‘escafandra’ de 11 metros.

‘En la calle vamos a estar de otra forma este año: ahora esperamos que los ciudadanos sean protagonistas’, con una decena de espectáculos callejeros en los que ellos deberán intervenir directamente’, señaló de su lado, Paula Echeñique, directora de comunicaciones del festival.

En la programación destaca también la presentación callejera de la compañía francesa La Machine, que aterrizará en el centro de Santiago con la ‘Aeroflorale II’, una legendaria aeronave de 15 metros de alto desde la cual descenderá un grupo de científicos que estudiarán la energía de las plantas y compartirán sus descubrimientos con sus visitantes.

Los suecos de la Poste Restante crearán, por su parte, una caminata diferente por Santiago. En ‘Closing time’ cada espectador recorrerá la ciudad guiado por una operadora telefónica que le dará instrucciones a través de un celular.

En la comuna de Peñalolén, en el oriente de Santiago, los australianos de Branch Nebula presentarán ‘Concrete and bone sessions’, donde fusionan la danza contemporánea con expresiones de arte urbano como el parkour, el skateboarding y el BMX.

En la calle los chilenos podrán ver, además, ‘Rodafonio’, de la compañía española Factoría Circular; ‘Historia de un hombre y su sombra’, un teatro para niños de la compañía italiana Principio Attivo Teatro y un espectáculo de acrobacias, magia y música a cargo de la compañía china Shenzhen Youth Arts Troupe.

El cierre del festival, en tanto, estará a cargo del espectáculo de danza aérea ‘AirTvShow’, de la compañía argentina Elevé Danza.

El festival contempla también conciertos al aire libre. En diferentes partes de Santiago se presentará María del Carmen Dongo, embajadora internacional del cajón peruano, y desde Mali, el reconocido grupo de música Tinariwen, transportando desde el Sáhara al desierto de Atacama (norte de Chile) los acordes de sus guitarras eléctricas rebeldes.

Desde 1994, este festival se realiza cada año en enero, con presencia en salas de teatro, calles y espacios abiertos. En su primera versión presentó cinco obras de teatro y debido a la buena recepción del público su programación se amplió a danza y música, convirtiéndose así en la principal vitrina chilena de creaciones teatrales nacionales e internacionales.