'Ron da error', la fortaleza de la amistad en un mundo aislado

Actualizado
  • 02/12/2021 00:00
Creado
  • 02/12/2021 00:00
La cinta debut de Locksmith Animation llega con una historia cargada de emociones, aprendizajes sobre el rol de la tecnología en nuestras vidas y la escogencia de las amistades como una segunda familia
El 'bullying', la fama instantánea y la falta de afecto son contrarrestados en una narrativa de amistad y aceptación entre los personajes.

En la vida de Barney solo hay dos cosas de las que está seguro: su familia no es lo suficientemente genial, y él es el chico loser de la escuela. En un mundo donde la tecnología se ha convertido en el medidor de la felicidad para todos los jóvenes y niños, Barney es el único chico de su escuela que ni siquiera tiene un celular. Y cuando el peculiar modelo B-Bot, «tu mejor amigo fuera de la caja», llega a Barney, empezará su travesía por el año más complejo, pero aventurero de su vida.

En Ron da error (2021) conocemos a los personajes de Ron (Zach Galifianakis) y Barney (Jack Dylan Grazer) en medio de una confusión y movimientos rápidos, pero la personalidad carismática y curiosa de Ron es el contrapeso para Barney, quien se muestra temeroso e irritable al principio. La relación entre ambos va evolucionando a medida que Ron aprende a ser amigo de Barney y viceversa, pero la amistad se ve reforzada por el entendimiento del concepto de compartir: experiencias, emociones, buenos y malos momentos, y el proceso de crecimiento de la adolescencia, junto con sus desafíos.

Lo que vemos en un principio es la representación de los directores Sarah Smith y Jean-Philippe Vine, quienes inculcaron en Ron las características de un amigo fiel, leal, divertido y valiente, mientras creaban a Barney como el amigo racional, de intenciones claras y que debe vencer sus inseguridades para descubrir lo que ha estado olvidando: ser él mismo. De igual forma, los compañeros de Barney se encuentran en la misma encrucijada, entre descubrir qué les gusta y qué deben hacer para gustarles a los demás.

“Queríamos que Ron –como lo bautiza Barney– fuera sencillo y se sintiera real, aunque fuera imperfecto, pero principalmente queríamos que fuera vulnerable y pudiera ser amado por todos”, comentó a La Estrella de Panamá el guionista de la cinta Peter Baynham. “Los B-Bots fueron construidos para saber todo sobre ti y ser los mejores acompañantes, pero Ron no es así, él no sabe nada de Barney excepto que es su mejor amigo, porque lo leyó en un sticker, y eso lo hace desarrollar un sentido de pertenencia que gradualmente evoluciona a una identidad propia que aprende de y enseña a Barney cómo realmente tener una amistad verdadera”, apuntó Baynham.

La cinta hace una crítica a la tecnología y sus malos usos que afectan a los jóvenes.

La creación de cada personaje denota la realidad que se encuentra activa a nuestro alrededor, con jóvenes cada vez más “adictos” a la tecnología, aplicaciones móviles de interacción comunitaria como TikTok o Instagram, y una tasa mayor de apegamiento a los dispositivos smart de toda clase. “Si bien la tecnología se ha presentado como el villano en los últimos años, con diversas brechas entre la seguridad y la privacidad de sus usuarios, su lado bueno se destaca en la conexión global con millones de personas de todos los gustos, intereses y personalidades, que es el objetivo de los B-Bots”, comentó a este diario la directora de la cinta y cofundadora de Locksmith Animation, Sarah Smith.

“Fuimos creando a Ron de forma que el conjunto de sus partes creara este mosaico de piezas de cada personaje, ya que él va aprendiendo de ellos, seleccionando pedazos de sus conversaciones de modo que construye su propio vocabulario y pensamiento”, anotó, “y aunque Ron no sea una inteligencia artificial milagrosa, se convierte en lo más cercano a un igual para Barney, lejos de ser solo un dispositivo”.

Cuando Ron llega a manos de Barney a través de su padre no tecnólogo (Ed Helms) y su abuela búlgara fachada “a la antigua” (Olivia Coleman), al descubrir sus desperfectos planea regresar a la tienda de Bubble (la megacorporación que lo manufactura), sin embargo, tras una serie de eventos decide enseñarle a Ron 'Cómo hacer amigos 101' (pese a que Barney no tiene ninguno realmente); es en este camino que el mensaje principal de la película se desarrolla, aparte de los guiños a las plataformas de entretenimiento y redes sociales del mundo real, siendo un vehículo que ayuda a comprender el rol que juega cada personaje en la historia.

Asimismo, desde Bubble, el creador de los B-Bots se encuentra en una lucha por el bien de la juventud y en contra del malintencionado CEO de la empresa, quien busca hacer de los B-Bots un arma de vigilancia de jóvenes y recopilación de datos privados para su uso en busca de ganancias. “No hay solo un mensaje en la película, es una exploración de varios temas y discusiones que llevamos a cabo en cuanto a la seguridad de nuestros niños, de nuestras experiencias de infancia cuando no existía tanta tecnología y también sobre cómo el mundo va cambiando de forma tan acelerada que estamos aprendiendo a aprovechar la tecnología, pero también tomar tiempo unos con otros”, puntualizó Smith.

Serch Barberi presta su voz en español a Barney, mientras que Pepe Toño Macías interpreta a Ron.

La cinta, con un toque de diversión sarcástica –y tomándolo todo literal– crea un ambiente distinto a las cintas juveniles y de todo público, haciendo eco a cintas como La familia Mitchell contra las máquinas (Netflix, 2020) que desafía los estándares de animación con nuevas técnicas, colores, texturas y ángulos de cámara que narran de forma inadvertida el entorno psicológico de los personajes.

“Nos basamos en esas emociones que toda película animada para la familia debería tener: aventura, amor, compañerismo e inspiración”, comentó Smith, “como películas de Studio Ghibli o la saga de Cómo entrenar a tu dragón e incluso Toy Story, que hasta hoy sigue siendo un referente para quienes amamos hacer películas de animación, porque nos conectan entre niños y grandes con temas que cada uno puede tomar para sí”.

El desafío de Ron da error fue crear un mundo que simulara al real, pero con espacios para la imaginación, el pensamiento creativo y unir lazos con los personajes que trascendieran la gran pantalla. “Lo más importante para el cine de animación es el balance entre lo que mostramos y lo que queremos hacer sentir a los espectadores, y con Ron y Barney queríamos que se sintieran parte de ellos, identificándose con ellos y sabiendo que está bien ser ellos mismos”, comentó Baynham.

La historia destaca el camino al crecimiento y los desafíos de conexión interpersonal a través de la tecnología.
'Ron da error', la fortaleza de la amistad en un mundo aislado
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