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Abner Benaim: 'La violencia va más allá del cine y no podemos actuar como si no existiera'
- 28/01/2022 00:00

La votación para decidir a los próximos nominados para los premios Óscar comenzó ayer, pero la carrera para llegar al magno evento que celebra y premia lo mejor del cine global, recién empieza para el cineasta panameño Abner Benaim (Panamá, 1971), quien dirigió y escribió el guion de la cinta Plaza Catedral (2021) y que ahora compite como la selección oficial de Panamá para los premios de la Academia que se llevarán a cabo el 27 de marzo de 2022. El próximo martes 1 de febrero se conocerán los resultados de las votaciones.
La cinta se estrenó en Panamá como muestra exclusiva durante el Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF) en 2021, atrajo a cientos de amantes del séptimo arte y recibió críticas positivas sobre su trama y producción. La película sigue la historia de 'Chief' (Fernando Xavier De Casta), un niño que se dedica a aparcar carros en la plaza Catedral del Casco Antiguo. Al conocer a Alicia (Ilse Salas), quien vive frente a la plaza, sus caminos se entrelazan creando un vínculo que muestra a Alicia la realidad oscura de la violencia en los barrios y los peligros que acechan a 'Chief' mientras busca vengar una tragedia familiar.
En su concepción, Plaza Catedral es un testimonio de lo que sucede a diario en Panamá y diversos países de América Latina, donde la niñez y la juventud se ven interrumpidas tempranamente por la violencia, la inseguridad social y la pobreza, dejando calles llenas de grupos de pandillas y un movimiento que arrastra a los jóvenes lejos de mejores oportunidades. Benaim conversó con La Estrella de Panamá sobre la responsabilidad del cine en mostrar la realidad, pero también la responsabilidad de los espectadores luego de salir de la sala y encontrarse cara a cara con la realidad social que les envuelve.

Desde que empecé a escribirla supe de qué se iba a tratar, pero no sabía cómo iba a terminar, porque hay procesos al momento de escribir un guion y hay que acompañarlos en el camino para no perder la esencia de lo que se quiere hacer a través de los años que toma la creación de un filme. La violencia va más allá del cine y no podemos actuar como si no existiera, o decir “eso es problema de barrio y no me afecta”, porque todos somos un país y una sociedad, nos afecta a todos. Es un tema que no podemos dejar de lado.
Estábamos esperando respuesta por parte de la organización y luego un periodista subió un tuit prematuro felicitándonos, luego fue borrado, pero entonces esperamos una hora y media más en suspenso hasta que descubrimos que era cierto. Esto es importante porque estar en el shortlist para las nominaciones te pone en la mira de todo el mundo, no solo de Estados Unidos. Estar compitiendo con otras 15 películas internacionales de mayor presupuesto es un honor, porque la película es muy importante para mí.
Ahora hay negociaciones para que distribuidoras de Estados Unidos y Canadá puedan proyectar la cinta en estos países. El hecho de que esté saliendo de Panamá significa mucho para nosotros, por su temática, por Fernando, y por otras miles de razones que hacen que esta película sea muy cercana a nuestros corazones. En Panamá la estrenaremos el 3 de febrero en todos los cines del país, por lo que esperamos que el público se acerque, la disfrute en una sala de cine, que es el mejor lugar para verla.

No me gusta decir “ve a ver está película por tal mensaje”, pero Plaza Catedral toca temas muy importantes para mí, como la violencia infantil, los embarazos precoces y la inseguridad para los jóvenes; ser arrebatados de un futuro mejor con oportunidades. Fernando [De Castas] interpreta un papel de un joven que lucha en un entorno de violencia y pandillas, pero que no se halla inmerso en él; luego de un año de terminada la grabación, él muere trágicamente como resultado de la violencia juvenil en Panamá, y eso es un grito de realidad que nos dice que no podemos mirar hacia otro lado, y no es para culpar, pero sí para tomar responsabilidad.
Fernando vive en esta película, y es evidencia de lo mucho que deja por hacer una persona arrebatada por la violencia, todo su potencial, tantas oportunidades y un futuro, lo mismo que sucede con miles de otros niños. Es importante no recordarlos como víctimas, porque no tendrían porqué estar en esas situaciones donde reina la violencia, los niños no deberían pensar en pistolas, sino en si van a jugar fútbol hoy o si van a ver a sus amigos. Es una situación difícil en nuestra región, pero todos podemos cambiarla.
La industria se alimenta de crear películas, de cualquier temática, pero también es una plataforma para mostrar la realidad y llevar mensajes sociales. No creo que eso sea lo único que deba hacer la industria, sino que mientras una película tenga una audiencia y una razón de ser, tendrá un alma, un saber y un deseo por comunicar algo más allá de sí misma. En Panamá la industria ha crecido significativamente. Hace 10 años no teníamos cine, y ahora se producen tres o cuatro películas al año. Como en toda industria cultural, es necesario el apoyo del Estado y en Panamá el Fondo de Cine ha ayudado muchísimo. Hay que seguir mejorando.
El reto de la industria es sobrevivir para seguir siendo industria, no creo que la temática tenga mucha influencia en esto. En Panamá y la región tenemos muchos temas e historias para contar y hacer grandes narrativas. Panamá cuenta con mucho talento, muchas historias y locaciones para mostrar que no hemos aprovechado al máximo aún. Trabajar en eso es muy lindo para mí porque te llena a nivel creativo, aunque por otro lado la financiación para desarrollar películas de gran presupuesto es aún algo complicado.
Lo que te puedo decir es que tristemente la película termina, pero la realidad continúa y nos sobrepasa, es decir, lo que vemos en la película rápidamente se vuelve una realidad ante nuestros ojos. La tragedia que sucedió con Fernando se convirtió ahora en una experiencia ligada al filme. La película ya no es solo una película, sino que tiene un elemento que en realidad pasó y se metió a la fuerza en la narrativa. Pero aún con eso, pienso que es una historia optimista, que ama la vida en su propia manera de expresarse, y que explora la posibilidad de tener un mundo mejor y de hacer lo mejor posible unos por otros.
Tras cada película que he hecho, he sentido que pasa algo importante para mí, desde Chance hasta Yo no me llamo Rubén Blades que estuvo incluso en la lista de HBO en Estados Unidos. Cada vez siento que me pasa algo nuevo y diferente, lo que trae una gran fuerza para mí, porque no es fácil hacer una película y lo que uno quiere es verla nacer y conectarse con un público. Ahora con Plaza Catedral y la llegada de la selección para los Óscar me trae orgullo y ánimos para desarrollar nuevos proyectos. El que tu trabajo sea reconocido en otras latitudes te hace ver los escalones que has subido y los que faltan, pero siempre vamos un poquito más hacia adelante, y seguimos.