¡Hola, Barbie!: La reina de Mattel se enfrenta a una aventura existencial

  • 20/07/2023 00:00
La nueva cinta de la directora Greta Gerwig ofrece una explosión de colores pasteles y da una nueva perspectiva del famoso lema “tú puedes ser lo que quieras ser”, de la mano de Barbie y Ken
'Barbie' llega a cines panameños hoy tras mucha anticipación.

Pocas cintas logran captar la esencia de sus personajes preexistentes de forma orgánica y natural, como Barbie (2023), la cual con gran anticipación llega hoy a cines panameños. La famosa muñeca de Mattel se toma la gran pantalla de la mano de Greta Gerwig, quien luego de destacar en la industria con Mujercitas (2019) y Lady Bird (2015), expone su calidad directorial al traer a la vida a Barbie en todos sus formatos y con sus diferentes atuendos, así como a su rubio amigo, Ken.

En su visión para Barbie (interpretada por Margot Robbie), la muñeca vive en su mundo fantástico, donde cada día es “el mejor día”, lleno de colores suaves, playas con agua imaginaria y fiestas espectaculares cada noche, listas para repetirse los siete días de la semana; esto sucede hasta el fatídico día en que Barbie descubre los pensamientos intrusivos sobre el existencialismo, la muerte y pierde la “perfección” física que había gozado por décadas.

Llevada a la ansiedad y el pánico, Barbie recurre a Barbie Rarita (Kate McKinnon) para conocer la verdad detrás de sus defectos que la hacen ser menos perfecta y más complicada, solo para descubrir que sus desperfectos se deben a la “niña que está jugando con ella” en el mundo real fuera de Barbieland.

Es entonces que Barbie se ve frente a la decisión de irse de Barbieland hacia el mundo real para reparar la brecha entre el espacio-tiempo continuo de ambos mundos y volver a ser la Barbie estereotípica como fue fabricada: perfecta y eterna.

La cinta cuenta con apariciones estelares de Alexandra Shipp, Emma Mackey, Simu Liu, Hari Nef, John Cena, Will Ferrell, y Ritu Arya.

La dirección de Gerwig junto con el guion de Noah Baumbach hacen de Barbie un viaje nostálgico y divertido de principio a fin, con múltiples referencias a los más de 60 años de la muñeca en el mercado y accesorios sinfín para combinar a muchas de sus Barbies con carreras como presidente, física, ganadora de un premio Nobel, escritora, médica y hasta madre.

La nostalgia es una de las claves del éxito de Barbie en la pantalla, dado que para aquellas que jugamos con la muñeca en su versión real, recordar esas épocas de juegos guiados por nada más que la imaginación y la idea de llegar a ser todo lo que soñábamos ser, se vuelve un motor para adentrarnos más en la cinta. Al mismo tiempo, diálogos inteligentes y con humor sencillo se vuelven aliados únicos en el telar de Gerwig para retratar a Barbie de una forma respetuosa y realista de cómo sería la reacción de la muñeca al conocer un mundo en el que la mujer, lamentablemente, aún no puede ser “todo lo que quiera ser” y cuyos derechos y ambiciones se ven reprimidos por las condiciones sociales a las que se enfrenta en diversas latitudes del mundo.

Barbie llega a California y se da de bruces con la corporación de Mattel, la “nave madre” como le dice, descubriendo que en realidad las mujeres no manejan las leyes ni los gobiernos ni son CEO exitosas de todas las empresas del mundo. Mientras la muñeca rubia da pasos en falso en busca de la niña que la invocó al mundo real, Ken (Ryan Gosling) descubre un mundo donde la voz masculina sí es escuchada y valorada, y donde ningún hombre ruega a ninguna Barbie un tiempo a solas, sino que maneja una gran parte de la sociedad.

El abrir de ojos de ambos personajes se realiza de manera realista y sin mucho pudor, llevando los ejemplos del patriarcado y de la impotencia a extremos opuestos para dar una visión más amplia de las emociones de Barbie y Ken, quienes han vivido siempre en un mismo estado, sin cambios y sin enterarse de que la imaginación no es la gran clave de la salvación como ellos pensaban.

Gerwig hace un homenaje a Ruth Handler, presidenta de Mattel e inventora de Barbie y Ken.

La complejidad humana toma forma en ambos y es introducida a Barbieland en un formato extremista y gracioso, teniendo en cuenta que la mayoría de los Ken son una representación de la masculinidad tóxica, mientras que las Barbie son rezagadas a “trofeos” en busca de mostrar lo lejos que nuestra sociedad actual ha llegado en su exclusión de estos comportamientos en su mayoría.

La interpretación de Robbie y Gosling mantiene su química intacta en cada escena. Robbie encapsula a una Barbie impoluta e inocente que es abruptamente arrojada a la realidad de los cambios e imperfecciones, mientras que Gosling encuentra el equilibro en un Ken tierno e inocente que es llevado al extremo negativo de la búsqueda de sus derechos y lo que realmente significa ser hombre en la sociedad actual.

El juego entre la Barbie que descubre que ser vulnerable no la hace menos perfecta, y el Ken que descubre que sí merece ser escuchado más allá de ser “el amigo de Barbie” y está bien retomar su lugar en la sociedad de Barbieland, se desarrolla de forma balanceada y con muchas escenas que dejan en evidencia el arduo trabajo en la sala de guionistas para llevar el mensaje alto y claro: Lo que haces ni lo que otros dicen de ti define quien eres.

Un mundo no tan perfecto
Los atuendos de las Barbie y los Ken fueron inspirados directamente en muñecas reales creadas por Mattel

Si bien Barbie llega a profesar un mensaje altamente feminista, dando un discurso sobre las dificultades de ser mujer y lo contradictorio de las señales sociales sobre cómo las mujeres deben comportarse y mostrarse ante los demás, de igual forma toma un momento para hacer denuncia social sobre el rol de los hombres y lo complicado de hacer a ambas partes colaborar en crear un mundo mejor, no perfecto.

Los hombres se enfrentan a un cambio de cultura y mentalidad, mientras que las mujeres buscan reclamar sus derechos y hacer valer sus roles en una sociedad mayormente masculina. Pero Barbie deja ver la importancia de ambos en la realización de las metas del otro, y aunque Ken es empujado a descubrir quién es sin Barbie, ella también es exhortada a valorar el apoyo y la presencia de Ken a su lado por tanto tiempo. “Ningún Ken ni Barbie merece estar en las sombras”, expresa una de las Barbie, evidenciando la búsqueda de la igualdad en Barbieland, de igual forma que se busca en nuestro mundo.

Incluso la presencia de Barbie Rarita (McKinnon) es una voz alta y clara sobre lo que significa ser una Barbie y también una humana, creando un espacio de armonía entre ser lo que uno se disponga, pero también haciendo frente a las emociones, confusiones y retos que el autodescubrimiento conlleva.

En la parte de la inclusión de Barbie al mundo real, esta se encuentra con el par de madre e hija: Gloria (América Ferrera) y Sasha (Ariana Greenblatt). Una madre aburrida que atraviesa la etapa antipática de la adolescencia con su hija, quien se hace ver ruda y dura para contrastar las “expectativas sociales de la mujer” y quien se opone fervientemente a la figura de Barbie, son las escogidas para sacar a Barbie de su predicamento y devolver el orden a su mundo de plástico, donde cada vez más “barbies” necesitan recordar la esencia de ser ellas mismas.

Se hace mención de las Barbie descontinuadas, como Barbie Midge, y Ken descontinuados, como Allan.

En este punto hay oportunidades tomadas y otras desperdiciadas para anclar el problema común de la adolescencia y la maternidad a la lucha por la identidad e independencia de las barbies, puesto que no llegamos realmente a ver una evolución por parte de Gloria o Sasha, ni siquiera parcialmente, sino la aplicación de una “curita” en su relación exacerbada por la emoción de los diferentes momentos con las barbies.

Aún así, debemos rescatar la interpretación de Ferrera como una madre trabajadora que enfrenta sus propias luchas internas por ser el mejor modelo para su hija, y al mismo tiempo una profesional y buena esposa, lo que destaca en su discurso que “las mujeres lo podemos todo, pero al mismo tiempo nos acusan de hacerlo todo mal”.

Queda a interpretación personal si su rol se basaba en motivación, desahogo o victimización de la mujer en cuanto a la gran dificultad de nuestro rol actual en las familias, como independientes o simplemente como personas.

Entre bailes coreografiados, un playlist en el que figuran cantantes como Dua Lipa, Karol G y Aldo Ranks, la nueva Barbie desafía los conceptos de la muñeca que nació para darles nuevas perspectivas a las niñas, llevándola a un espacio más humano, más imperfecto y más natural, lejos de las luces fluorescentes, para darle un real protagonismo a Barbie en sus propias decisiones y pensamientos. “Quiero ser la que imagina, no solo la idea”, y eso es lo que deja Gerwig para resonar en todos los que vean su Barbie.

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