Julio Iglesias brinda cátedra musical

miami. Julio Iglesias, rompiendo a codazos prejuicios y luces de gas, regresó por sus fueros. A punto de cumplir 65 años, el crooner cómodamente afincado en Miami desde hace tres decenios demostró su cercanía popular. Al menos en este festival de Cap Roig, de programación tan abierta como arriesgada por la supuesta excelencia de la programación.

Después de algunos episodios polémicos en alguno de los tramos de su actual gira (un susto en una ciudad transcaucásica; la aparatosa cancelación hace un par de días en Palma de Mallorca: apenas se vendieron entradas por sus prohibitivos precios; dijeron que la cancelación era debida a problemas logísticos), el cantante cumplió anoche con todas las exigencias requeridas en el guión.

Julio Iglesias, indómita materia prima de papel couché, pero también una de las referencias indiscutibles de la cultura popular española del último medio siglo, celebra este año su cuarenta aniversario artístico. En un estado de forma impecable, entró al ruedo con puntualidad, a las diez y dos minutos. Le arropaba un grupo solvente y un soberbio trío vocal femenino, y el sólo tuvo que lidiar con una faena de más de dos horas de duración.

En esta ambiciosa gira a lo largo de todo este año, el cantante y compositor español ha presentado por cuatro continentes sus cerca de 2.500 temas publicados, lo que le ha convertido en la máxima referencia de la música latina con permiso de Alejandro Sanz. En cualquier caso, la importancia de la presencia de Julio Iglesias en tierras del Principado va más allá de la anécdota.

Julio Iglesias gran cantante pasó finalizar con "siempre tendré mi corazón en España".