El color de la distinción

P arece que este fin de año el morado arrasa y se reinventa. Así lo han ratificado con sus creaciones los diseñadores, en cada una de las semanas de la moda celebradas en los últimos meses. Es decir, las mujeres de todos los continentes se vestirán del color de las uvas, para despedir el año, cuando un gajo de 12 representa igual número de deseos para el entrante.

Las tonalidades claras y oscuras se usan por igual. Atuendos de noche, de día y hasta ropa interior se tiñen del color que distingue a la monarquía. O sea, es un tono con una connotación de autoridad, distinción y respeto.

Para quienes tienen sus reservas, les recomendamos combinarlo con piezas en colores negro, gris perla, blanco, verde manzana, agua, turqueza, rosado y hasta fuccia. Los contrastes resultan sorprendentes y de un atractivo singular. Esto le dará cierta holgura para adquirir accesorios que vayan en juego. Solo una advertencia, nunca lo mezcle con el rojo.

Y en cuanto a tipos, les va perfecto a las morenas, en particular, pero no excluye a las rubias o castañas, para aportarles un toque de femineidad y sensualidad a su atuendo.

Otra sugerencia de los “fashionistas” es armonizar los tonos morados como lo han hecho Prada, Valentino, Barcelona, Balenciaga y la nueva generación de modistos latinoamericanos, con metales: oro y plata.

Así como no tiene fronteras, el morado tampoco límites para su uso. Sea para ocasiones casuales, formales de noche o de día el resultado es glamoroso. En seda, algodón o cualquier otro textura sale triunfador.

De hecho es un color que identifica a personas con caráter, seguras de sí, como lo son Madonna, que ha cautivado a generaciones y Wallis Simpson, quien hizo abdicar a un rey. Cuanto más podría conseguir ud?.