Antesala a los Premios Óscar

I nicia un nuevo ciclo en calendario, tras una temporada de fiestas decembrinas, reflejada siempre en una cartelera llena de clichés navideños y animaciones que atraen a los más pequeños y sus familias, nos encontramos con llamativas propuestas que son presentadas como la antesala a la fiesta de la Academia (¿qué sería de la industria sin los Golden Globe o los Óscar, que con bombos y platillos nos anuncian lo mejor del cine?).

Independiente de todo el glamour que pisa la alfombra roja, además de la abundante champaña (Micky Rourke despertó de su letargo etílico al ser premiado, el cómico inglés Ricky Gervais no soltó su vaso de cerveza para anunciar nominados y Collin Farrel, bueno, no sabemos que tenía). Los Golden Globe representan el reconocimiento al trabajo de los grandes artistas de la industria, con una exposición de lo que se verá próximamente en cartelera (si los distribuidores lo permiten).

El cine independiente fue el ganador indiscutible con la cinta “Slumdog Millionaire”, del realizador inglés Danny Boyle (“Trainspotting”, “28 Days Later”), que se impuso por encima de las grandes producciones de Hollywood, con una historia sencilla, humana y conmovedora, que tocó las fibras de los miembros de la prensa extranjera.

Con un corto presupuesto, filmada totalmente en las calles de Mumbay, y con actores desconocidos, esta película promete ser el éxito del año, pero no con ello se desvaloriza el trabajo de sus competidoras.

“The Curious Case of Benjamin Button” del director David Fincher (“Seven”, “Fight Club”), es una producción impecable, de la mente del guionista y escritor Eric Roth (“Forrest Gump”, “Munich”), que nos ofrece una hermosa fábula con una narrativa especial en la que el amor y el sentido único de la vida se forman con el pasar del tiempo sin importar los caprichos inusuales de la naturaleza. Técnicamente espectacular bajo la batuta de Fincher, y artísticamente sutil y poética con una actuación ejemplar de Cate Blanchett, que se relaciona perfectamente con un Brad Pitt un poco más madura.

Su otro rival, “Frost/Nixon”, es el nuevo trabajo del ya premiado Ron Howard (“A Beautiful Mind”, “The Da Vinci Code”), que recrea una serie de entrevistas que el periodista británico David Frost le realizó al ex presidente Richard Nixon cuando éste tuvo que abandonar su cargo por el escándalo Watergate.

Lejos de resultar una película biográfica que solo documenta los hechos, nos ofrece un historia real con actuaciones increíbles que crecen a cada minuto hasta culminar con una confrontación intelectual tan apasionante que merece ser destacada gracias a sus acertadas interpretaciones.

Pero quien dio una cátedra de actuación fue la merecida ganadora Kate Winslet, gracias a su trabajo en “The Reader”, un poderoso drama que dentro de la categoría de mejor película establece un nuevo punto de vista del Holocausto, en la que Winslet interpreta a una antigua oficial de un campo de concentración nazi, que se embarca en una apasionada relación con un hombre más joven, interpretado por Ralph Fiennes, juntos, conducidos por el director inglés Stephen Daldry (“Billy Elliot”, “The Hours”).

Por último se encuentra “Revolutionary Road”, la cinta de Sam Mendes (“American Beauty”, “Jarhead”), que reúne a Leonardo DiCaprio con Kate Winslet después del “multioscarizado” “Titanic”, en un nuevo acercamiento de este director a la familia suburbana y las aspiraciones personales de sus miembros en una narración cruel y depresiva, con un mensaje que define cualquier matrimonio como gente atrapada y cobarde dentro de un entorno seguro.

Y si a esto sumamos títulos como “Milk”, “The Wrestler” y “Doubt” por sólo nombrar algunas otras más, tendremos en los próximos meses un desfile de maravillosos trabajos fílmicos que esperamos pasen por nuestra cartelera y lo más importante que no sean sacrificados mortalmente a la semana de ser estrenados.