Por amor a Panamá

Actualizado
  • 31/01/2010 01:00
Creado
  • 31/01/2010 01:00
E l productor-guionista David Griffiths nació en el norte de Inglaterra en 1951. Es ciudadano dual del Reino Unido y de los Estados Unid...

E l productor-guionista David Griffiths nació en el norte de Inglaterra en 1951. Es ciudadano dual del Reino Unido y de los Estados Unidos. Estudió matemáticas y economía en la Universidad de Nottingham, Inglaterra e hizo una carrera como banquero inversionista. Posteriormente dirigió una empresa de computación. Al decidir hacer películas, cursó estudios en la Escuela de Cine de la Universidad de California en Los Angeles. Entre las películas que ha escrito y producido están "Daño Colateral" con Arnold Schwartzenegger y "La Presa" con Benicio del Toro. Su próxima producción, "Nagasaki Deadline", relata el ataque atómico a Japón en 1945 y cuenta con la colaboración con James Cameron, el creador de "Avatar". Griffiths estuvo en Panamá buscando información y ambientes para una película sobre el testamento de Wilson Lucom, el inversionista norteamericano quien, al radicarse aquí, se enamoró de este país y dejó sus millones a una fundación para ayudar a niños pobres panameños. Griffiths conversó sobre el proyecto con FACETAS.

¿QUÉ LE INTERESÓ EN EL CASO DEL TESTAMENTO LUCOM?

Hay dos temas que me han interesado durante mi vida de guionista y productor: el personaje carismático, y la lucha entre el bien y el mal. Todas mis películas han tratado de uno o de otro. Ambos están presentes en la historia del testamento de Lucom. Lucom era un hombre duro y un terrible reaccionario. Así son muchos de los que nacen sin nada y logran acumular mucho dinero. Pero también era un hombre de ternura. Rubén Carles, "Chinchorro", quien era su amigo más cercano, me ha comentado de cómo Lucom se preocupó no sólo por la condición difícil de la juventud interiorana sino por el bienestar de jóvenes anivel individua. Esta faceta de su personalidad le llevó a un acto insólito de generosidad y la mezcla de estas cualidades opuestas, dureza y ternura, lo convierte en un personaje extraordinario y complejo. Mientras tanto, a pesar de que el testamento de Lucom dejó muy bien parados a sus dependientes, hay quienes buscan anularlo y también su generosidad hacía los pobres. Por esto, además de una figura carismática, la película mostrará la batalla entre el bien y el mal.

¿ES ASÍ QUE USTED VE LA LUCHA LEGAL?

Así la verá el público. Ha habido denuncias falsas de asesinato contra los que han defendido el testamento, conjuntamente con detenciones ilegales y órdenes de captura espurias. Y mira los contendientes. En un lado, miles de niños hambrientos. En el otro, unos pocos adinerados de la alta sociedad. Es tan claro como blanco y negro. No se puede concebir a una causa más justa que alimentar a un niño hambriento. Es difícil mientras tanto, imaginar una acción menos útil que volver a unos ricos más ricos aún. Claridad es lo que uno busca haciendo cine, para no molestar el público con confusiones. Es muy raro encontrarla en una historia verdadera. He aquí tanta claridad como había en las obras eclesiásticas de la edad media, donde el bien y el mal luchaban por el alma del héroe. El alma en juego es la de Panamá, que también es un personaje de la película.

¿PIENSA, ENTONCES, FILMAR AQUÍ?

Es preciso. El testamento existe porque Lucom se enamoró de Panamá. Panamá es un personaje de la película. Sería imposible filmarla en otra parte. Además, me he dado cuenta durante esta visita que Panamá es un buen lugar para filmar. Filmaron varias escenas de la última película de James Bond aquí. Hay aquí profesionales muy competentes y el gobierno da incentivos al productor a través de la Comisión Fílmica del Ministerio de Comercio e Industrias. Filmaremos las escenas exteriores en la ciudad capital y en la Provincia de Coclé, donde Lucom tenía una finca grande. Así la película tendrá autenticidad para acompañar su final feliz al estilo de Hollywood. Pienso usar estractos de los noticieros de cuando el testamento se cumpla y los niños pobres reciban su patrimonio.

¿Y SI NO LO RECIBEN? ¿HABRÁ PELÍCULA AÚN SI PIERDEN LOS NIÑOS POBRES?

¡Por supuesto! Será otra clase de película, pero buena aún. Si uno lee el testamento, no hay la menor duda sobre los deseos de Lucom y los tribunales han fallado a favor de los niños pobres. Por eso, cuando supe de la historia pensé que sería imposible que la Corte Suprema fallara en contra. Un fallo a favor mejora la vida de casi toda persona en el país, y es difícil pensar que hay un país donde no te dejen dar dinero a los pobres. Sin embargo, ahora que he venido a Panamá y que he hablado con panameños que saben como funcionan las cosas, sé que hay fuerzas presentes que tienen poco que ver con las leyes y la jurisprudencia y el bien del país. Sé que un fallo en contra es posible. Pero las mismas fuerzas están presentes en Inglaterra y Estados Unidos. En todo el mundo vemos la polarización de la riqueza y el abismo que crece entre los que tienen y los que no. Es una verdad de nuestro tiempo y se puede hacer buenas películas sobre la injusticia tanto como sobre la esperanza. Confieso, sin embargo, tener preferencia. Me han caído muy bien los panameños. Espero que mi película tenga un final feliz.

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